25. Campana

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—Entonces, justo cuando estábamos sentados, la madre Taehyung entró a la habitación y se echó a reír. Mi madre llegó también para ver lo que pasaba y las ves a ellas dos, las mujeres que nos trajeron a este mundo, burlándose de nosotros.—Contaba Jungkook entre risas mientras Jimin lo escuchaba atentamente intentando no explotar a carcajadas con la anécdota que le estaba explicando.

Como era de esperarse, Jimin acabó accediendo a la propuesta del castaño, atreviéndose a tomar un pequeño riesgo por primera vez en su vida. Se dejó guiar en todo momento de Jungkook, quien como bien le había dicho, supo abrir la puerta metálica con total cuidado que los llevaba a la parte trasera del patio. Caminaron sigilosamente pegados a la pared, ya que habían ventanas cerca y podrían ser descubiertos, y llegaron a una verja de metal que separaba el recinto de una carretera. Aquella verja estaba rota y había un gran espacio en el cual cabían perfectamente, así que pasaron por ahí para poder salir y empezar a correr hasta estar lo suficientemente lejos para no ser vistos. Jungkook no soltó ni un solo momento la mano de Jimin, parecía que el castaño estaba tomando aquel gesto como costumbre, y bueno, aunque no quisiera aceptarlo, Park también se estaba acostumbrando a ello.

Decidieron caminar hasta un pequeño parque infantil que había cerca, y durante el camino empezaron a bromear sobre todo lo que había ocurrido en solo 15 minutos. Jimin se sentía eufórico, era un sentimiento de libertad inexplicable que no había experimentado hasta ese momento y que le hacía sonreír sin parar. Era una emoción tan grande que no le cabía en el cuerpo y que a Jungkook le hacía feliz de verlo así por primera vez. ¿Quién se imaginaría que Park Jimin, el estudiante más responsable y comprometido con su deber en la escuela, hubiera aceptado a escabullirse y saltarse las normas?

Ahora los dos chicos estaban sentados en un banco. Jungkook empezó a contarle sobre las otras veces que él se había escapado y de alguna manera, eso había conllevado a que le explicara una anécdota de él y Taehyung cuando eran niños y de como la hermana pequeña de su mejor amigo los había obligado a que jugaran con ella al té. Los había vestido con tutús, los había maquillado llenándoles la cara de purpurina y los había hecho sentar en sillas incómodas en las que apenas cabían con un montón de peluches alrededor de una mesa redonda que tenía la pequeña en su habitación.

—Nos hicieron un montón de fotos aquel día y la hermanita de Tae se puso furiosa porque le habían arruinado su fiesta del té, esa niña es una diablilla.—El castaño negó con la cabeza divertido mientras Jimin intentaba respirar regular de lo mucho que había reído.

—Tienes que enseñarme esas fotos.

—Algún día las verás, te lo prometo.—Jungkook levantó su meñique y Jimin hizo lo mismo para entrelazar los dedos entre risas. El castaño miró las hojas de los árboles encima de ambos que se movían al haber algo viento y suspiró.—Sin duda, eran buenos tiempos...—Habló nostálgico.—Mis padres estaban muchísimo más tiempo en casa y solíamos ir al parque, a la playa, al parque de atracciones...Éramos nosotros tres, siempre juntos, ahora apenas puedo pasar tiempo con ellos.

Jimin en ese entonces logró comprender más a Jungkook, sintiéndose completamente identificado con él.

—Te sientes bastante solo, ¿Verdad?—Jeon asintió con la cabeza.

—Y son conscientes, intentan llenar ese vacío en casa comprándome lo que yo quiera o dándome dinero, pero eso no se puede comparar a lo que yo realmente quiero, un día juntos como antes, un beso de buenas noches, desayunar juntos, hablar de como ha ido el día en la hora de la cena, que me vayan a ver a mis competiciones, escuchar un "estamos orgullosos de ti"... eso es lo que más deseo en este mundo.— Habló esta vez cabizbajo y al pelinegro le entraron una ganas enormes de abrazarlo.

—Te entiendo.—Jungkook lo miró y Jimin se acomodó en su sitio para hablar mejor.—Cuando mis padres se separaron fue más o menos lo mismo. Mi padre de repente se fue de casa pero aún así iba a visitarme, mi madre con el divorcio y el trabajo no podía estar mucho en casa y me dejaba a cargo de niñeras. Ambos no sabían como manejar la situación conmigo e intentaban evitar explicarme lo que realmente pasaba así que me sentí bastante ignorado por un tiempo. Intentaban arreglar las cosas llevándome a donde yo quisiera y comprarme lo que yo pidiera pero yo solo quería que volviéramos a ser la familia unida de antes.—Jungkook lo miraba mientras escuchaba atentamente.— Por suerte me tocó un gran hermanastro que estuvo ahí para mí desde el primer momento que nos conocimos, un padrastro que fue también super comprensivo conmigo y que lo quiero igual como a mi padre y mi madre al final supo entenderme así como yo lo hice con ella y ahora pasamos mucho más tiempo juntos. Hace mucho que no veo a mi padre pero sigue llamándome seguido para saber como estoy y me da todo lo que necesite, así que estoy bastante contento con mi vida ahora mismo.—El castaño sonrío dulcemente.—Lo que quiero decirte con esto es que, por más solo que te sientas ahora, en algún momento habrá personas dispuestas a escucharte y a apoyarte, tienes a Taehyung y a los chicos, y bueno, si quieres yo estoy dispuesto a escucharte cada vez que lo necesites.

Ambos se quedaron mirando el uno al otro en silencio. Aquellas palabras realmente llegaron a Jungkook que se sintió extrañamente aliviado al saber que por fin había alguien quien podía entenderle y ponerse en su piel. Intentó varias veces buscar ese apoyo en sus amigos, sin embargo no era lo mismo, pero con Jimin, sabiendo que había pasado por algo similar, podría desahogarse totalmente respecto a ese tema.

En ese momento Jungkook sintió adorarlo aún más.

—Jimin... yo te quería decir algo.—El pelinegro asintió con la cabeza para que prosiguiera y se dispuso a escucharlo.—Verás, yo...

—¿Chicos?

El castaño fue interrumpido por Chanyeol, que apareció de quien sabía donde y que se acercaba a ellos alegremente.

—Chanyeol, ¿Qué haces aquí?—Jimin le habló también bastante contento pero confundido al no esperarse verlo allí.

—Tenía una visita médica y estaba de camino al insti, ¿Qué hacéis vosotros aquí?

—Nos hemos escapado por esta hora.—Habló Jungkook con voz cortante y el rubio los miró sorprendido, especialmente a Jimin, ya que nunca se habría esperado eso de él.

—Si, es una larga historia...—El peli negro habló un poco avergonzado.

—¿Vais a volver ya? Es casi la hora.

—¡Es verdad!—Jimin exclamó al mirar la hora en el reloj que tenía en su muñeca y se paró del banco seguidamente de Jungkook, que lo hizo con pesadez. Los tres chicos empezaron a andar, el rubio iba algo por delante y Jungkook y Jimin iban juntos tras él.— Por cierto, ¿Qué ibas a decirme?

—Oh, nada importante, no te preocupes.















Os dejo con la intriga (')Ψ *risa malvada*

"Campana" o "hacer campana" significa saltarse la escuela o no ir a trabajar. Pensaba que era una frase hecha que se utilizaba en toda España pero buscando en Google (ya que no estaba del todo segura) he encontrado que solo se utiliza en Cataluña, que es donde yo vivo, y me quedé así: 0_o Cada día se descubre algo nuevo jsjsjs.

Esta parte y la anterior son dos de los capítulos que más emocionada estaba por escribir, los demás ya los leeréis más adelante jeje

Gracias por leer, votar y comentar, y nos vemos en el próximo capítulo💜

𝐘𝐨𝐮 𝐖𝐢𝐥𝐥 𝐁𝐞 𝐌𝐢𝐧𝐞; kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora