No homo

Capítulo 5

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Sábado 2 de abril, 2016. Londres.

Aún tenía dinero de su mesada y no le faltaban cosas en su despensa.

Estaba acostado en su cama mirando al techo comenzaba a anochecer. Aparentemente hoy no tendría que tocar en algún bar, él no había recibido llamada alguna y Luke estaba en las mismas.

David aun no llegaba.

¿Cómo lo sabía?, bueno a los maricones de al lado le bastaba con solo ser homosexuales, también debían hacer mariconadas. George siempre esperaba a David con un ''algo'' cuando David llegaba tarde. Louis en más de una ocasión había escuchado la risa de su vecino pelinegro agradeciéndole una y otra vez al que llamaba ''el amor de su vida''.

Que maricones insufribles.

Él nunca tuvo ese tipo de detalles con Emma. No era un hombre detallista en lo absoluto y no le interesaba serlo. Comúnmente olvida las fechas de su aniversario o la fecha del cumpleaños de la pelirroja.

Con veinticinco años de vida había estado entre las piernas de tres mujeres. No era un gran número, a decir verdad. En comparación de Luke o Niall, Zayn no contaba porque se había acostado con varones.

Estaba bastante aburrido ya había contado dos veces las manchas de las paredes y el techo.

Quizás debía limpiar el lugar. Louis no era fanático de la limpieza y desde el momento en que se mudó le quito la mínima importancia que le tenía. Limpiaba el lugar solamente cuando el olor que había no lo aguantaba ni el mismo, hasta ahora no llegaba a ese punto, pero para ser sinceros estaba bastante sucio el lugar.

Eras una persona dejada, floja y poco consiente de la realidad de los otros.

Al nunca faltarle nada en cuanto a lo económico se refiere, Louis genuinamente pensaba que todos tenían una vida similar a la de él sin mayores complicaciones.

Luke en más de una ocasión había tratado de abrirle los ojos, pero cada esfuerzo era en vano. Louis repetía como un loro que era un hombre viejo y que no cambiaría.

Finalmente, su vecino había llegado, una fuerte carcajada se hizo sentir acompañada de lo que sonó como unas palmaditas en la espalda, en unas horas más esa palmaditas serían en el culo de David o George depende a quien le tocara estar enfrente este fin de semana.

Aún recuerda el día en el que llegó a su departamento y ambos lo recibieron, le dieron una pequeña canastita con mercadería varia y frutas, él inocentemente pensó que eran amigos que compartían departamento, eso pensó hasta que oyó gemir por primera vez al pelinegro. Hubiese vomitado en el mismo momento que lo escucho de no ser por la erección que creció bajo su pantaloncillo, hasta el día de hoy no se explicaba porque le había sucedido eso.

Pero volvamos al presente. Con un Louis aburrido estirado sobre su mugre. Pronto a escuchar una nueva función traída directamente por el apartamento de al lado, y para colmo de males este fin de semana no tenía trabajo.

¿Qué podía hacer?

No quería escucharlos, definitivamente no.

Podía ver una película en su laptop o encender la televisión de su habitación. Escogió la primera, el ojiazul no era muy de ver televisión acostumbraba a ver programas o series en su ordenador.

Acomodo sus almohadas y se sentó en su cama cubriendo sus piernas con una mantita, a tientas estiró su mano en búsqueda de los audífonos que se encontraban en el cajón de la mesita de noche con más facilidad de la espera los encontró.