No homo

Capítulo 12

Anteriormente en No homo.

La relación de Harry y Louis se volvía más cercana día a día. Frente a dos vasos de helado el ojiverde finalmente le hablo a Tomlinson acerca de su orientación sexual. Generando con esto nuevas dudas en el ojiazul.

¿Louis realmente cambio?, o solo es una extraña etapa que pronto se diluirá.

(...)

La imagen de Louis besando a otra mujer estuvo rodando por la cabeza de Harry durante todo el día. Él era lo suficientemente inteligente para saber cómo era la vida de los músicos que trabajaban en los bares, haciendo más que obvio el hecho que con esa desconocida Louis había tenido mucho más que una simple conversación.

Las marcas rojizas en el cuello de Tomlinson reafirmaban su pensar.

No se habían mensajeado como de costumbre. Sarah notaba desanimado al ojiverde tratando de animarle con bromas gastadas.

Eran las siete de la tarde su turno había finalizado, el chico del turno de la noche estaba frente a su casillero ordenando sus cosas. Harry tomo su mochila junto a su chaqueta para salir del lugar despidiéndose de su compañero de trabajo.

Se acerco a la caja para despedirse de Sarah quien estaba ayudando a la chica con el orden de los pedidos.

— ¿Te vas? — Pregunto la pelinegra al notar al ojiverde mirándole sin decir nada. Harry asintió. — ¿Podemos hablar algo? — Harry volvió a asentir.

Ambos salieron por la puerta trasera del lugar.

— ¿Hice algo mal? — Pregunto el ojiverde, recordando los montos exactos que había marcado la caja cuando su turno termino.

— No cariño, tú nunca haces nada mal. — Sarah sonrió. — Solo quería saber cómo estas.

— Estoy igual que siempre Sarah. — Harry hizo una mueca similar a una sonrisa. — Pensé que me habías pillado robando patatas o algo por el estilo.

— ¿Robas patatas? — Harry rio haciendo notar sus hoyuelos.

— No Sarah. — Respondió serio. — No siempre.

— Eres un niño y uno muy mentiroso. — La pelinegra se puso de puntitas para alcanzar el cabello del ojiverde y revolverlo.

— No soy mentiroso. — Harry se cruzó de brazo y tiro su labio inferior hacia afuera haciendo un puchero.

— ¿Es por el chico que vino en la mañana? — Pregunto. — ¿Qué te dijo?, sabes que si te hizo algo podemos prohibirle la entrada.

— Estas siendo tan exagerada como siempre.

— Entonces que paso.

— Supongo que yo lo estoy comenzado a ver de otra forma, una en la que él nunca me vería.

— No, no, me estás diciendo.— Sarah abrió sus ojos. — Cariño ya hemos hablado acerca de esto.

— Si pudiera controlarlo te juro que lo haría.

— Pero eso nadie lo puede controlar, solamente sucede. — Suspiro de manera ruidosa. — Deberías...

— Debería conocer a más personas. Si se, me lo dices siempre.

— Y tú nunca haces caso.

— Es muy fácil decirlo, pero no es tan fácil hacerlo.

— Podrías aceptarle una cita al chico que lleva la mercadería a la universidad.

— Es un niño

— Tiene 20 Harry, al menos inténtalo.

— No quiero herir a nadie por estar intentándolo.