Capítulo 44

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Mis padres han entrado a conocer a Rubí, pero antes de mirarla a ella, lo han hecho conmigo. Sus ojos estaban cargados de reproche, decepción y tristeza. Les he fallado. Después han caminado despacio hasta la pequeña cuna, se han aferrado a su extremo y con lágrimas en los ojos, mi madre se ha centrado de nuevo en mí y me ha dicho:

—No sé si te podremos perdonar. Ahora tienes una hija, sabes lo que duele. Danos tiempo.

Y han salido de la habitación de la misma manera.

Krystal no ha aparecido. Mejor. No sé qué hubiera ocurrido si nos ponemos de frente. Jongin me lo ha contado todo, absolutamente todo, tantas cosas que ni siquiera llegan a mi entendimiento. Lo sabía todo.

Y Sehun, de manera distante, me ha trasladado su decisión de conversar detenidamente cuando el mar entre en calma. «Tienes derecho a contar tu versión», me ha dicho antes de besar a su sobrina, a mí y marcharse.

Y durante las cuarenta y ocho horas que he estado ingresado, BaekHyun y Jongin me han mostrado un apoyo y cariño incondicional, siendo mi única visita diaria.

He sentido miedo. Muchísimo. Un pánico atroz a perder a mi familia.

Luego, durante la noche, he mirado hacia mi izquierda y he visto a Jongin tumbado de malas maneras sobre un incómodo sillón, con la cuna de Rubí a su lado, durmiendo ambos. He tenido que reír al contemplar la misma postura en los dos. Con un brazo extendido arriba y otro sobre la barriga. No he podido evitar coger el móvil y sacar una foto. Foto que he observado embobado durante minutos. Y entonces me he dado cuenta de algo; he formado mi propia familia, y quien no quiera pertenecer a ella, no es necesario que esté cerca.

Hoy volvemos a casa, solo lo haremos para guardar mis pertenencias, llevarnos lo más importante para la niña y dejar las llaves a un contacto de Jongin, que se encargará de hacérnoslo llegar todo. Abrimos entre risas, metiéndonos con BaekHyun que carga el globo gigante. Los mando a callar, parecen dos niños pequeños pegando voces y carcajadas.

—¡Me vais a despertar a la niña! —exclamo en un susurro.

Siguen riendo hasta que nos adentramos y los vemos. A todos. Siguen aquí, en mi casa, y nos esperan sentados, con el televisor apagado. Solo hay unas tazas usadas sobre la mesa. El silencio se mastica y el ambiente se carga tanto que incluso pesa. Mis ojos van directos a los de mi hermana mayor, quien, sentada frente a mí con las manos entrelazadas, me observa de manera neutra.

—¿Qué hacéis aquí? —escupo con furia.

De repente estoy muy enfadado. ¿Qué más quieren de mí?

Nadie responde, solo se limitan a mirarnos.

—¿Os habéis quedado para humillarnos o echarnos la charla? Si es así os invito a que os vayáis, no tengo intención de aguantar nada de esto, al menos ahora.

—Solo queremos hablar antes de coger el avión —anuncia mi madre poniéndose de pie.

—Creo que me habéis dejado muy clara vuestra postura.

BaekHyun se acerca a mí y coge a Rubí.

—Iré a acostarla, tómatelo con calma. —Besa mi mejilla y desaparece.

—Entiéndenos, Kyungsoo —mi padre se levanta también y camina de un lado a otro del salón. Su tono de voz es tan bajo y decaído que se me clava con más intensidad que si estuviese gritándome cargado de furia—, las dos sois nuestras hijos, os amamos por igual, os habéis llevado siempre tan bien... ¿Cómo has podi...?

Sehun irrumpe, quizá para tapar el reproche de mi padre.

—Queremos oírte, que nos cuentes qué ha pasado.

Tomo aire a la vez que Jongin pasa una mano por mi espalda y la acaricia, enfundándome fuerza.

—Nos hemos enamorado.

—Eso ya lo has dicho —suelta mi madre con desdén.

—¿Qué pasó para que te enamoraras de tu marido, Marie? —pregunta Jongin con tono seco y de manera directa, mi madre se mantiene pensando unos segundos interminables—. Exacto, no sabes responder. Nosotros tampoco. Nos hemos enamorado, sin más. Si alguien tiene la culpa de todo soy yo, que fui quien inicié todo esto. Kyungsoo siempre se ha negado y...

—¡No lo exculpes! —grita Krystal poniéndose de pie de un brinco y alzando el dedo mientras habla cargada de rabia—. ¡Dos no follan si uno no quiere!

La perfecta Krystal ha perdido las formas por primera vez y yo no puedo evitar chocar mis dientes, llena de rabia.

—¡No voy a justificar lo que he hecho! Ha estado mal, muy mal, no tengo perdón, tampoco os lo estoy pidiendo, ¡pero no te hagas la víctima, Krystal, tú lo sabías todo! —Todos me miran sorprendidos—. ¡Sí, lo sabía! Se lo contó a Jongin. Sabía que era el padre de mi hija, que estábamos liados, que me vine a España para alejarme de él. ¡Lo ha mantenido en silencio para martirizarme y que lo confesáramos delante de vosotros, para pasarlo peor! ¡Y es genial, me lo merezco! ¡Me merezco todo vuestro odio!

No puedo parar de gritar, las lágrimas comienzan a agolparse en mis ojos y un nudo atraviesa mi garganta mientras camino con decisión hasta ella.

Jongin sujeta mi brazo y niega con la cabeza. Sé que me está pidiendo que guarde silencio, no quiere que nada salga a la luz, pero saldrá, claro que saldrá.

—Pero cuando se cuenta una historia, se hace al completo. ¿Dónde te has dejado la parte en la que la hermana mayor, la dolida y engañada, se lo monta con su compañera de trabajo?

El silencio incluso duele.

—¿Krystal? —Lo rompe mi padre y todos le miramos.

—¡Ella me da todo el cariño que me falta de mi marido! —grita con desesperación.

Nadie sale de su asombro. Todos se observan entre sí.

—Esto no me quita culpa, ni quiero que lo haga, pero ¿sabéis qué? Estoy cansado de ser el personaje invisible de esta familia en todos los aspectos, el que todo lo ve y lo calla, el que no se entromete en nada, y no me da la gana guardarme nada más. Así que aquí tenéis las versiones completas, el de el zorro sin escrúpulos que se enamora de su cuñado y la de la cornuda que todo lo sabe, lo aguanta y mientras se lo monta con otra, a la vez que insulta a su hermano pequeño por su manera de vestir, llamándolo homosexual.

—Kyungsoo... —mi madre titubea, al borde del llanto—, no sabíamos que...

—No lo podíais saber, no me habéis dado el derecho de explicarme, directamente os habéis posicionado y me habéis pedido un tiempo para saber si podéis o no perdonarme. —Con el dolor más grande que he sentido nunca, me acerco a la puerta de mi casa, la abro y extiendo mi mano hacia el exterior

—. Ahora el que necesita tiempo soy yo.

🍒🍒🍒

NOTAS

Pues con la novedad que ya la familia se entero de todo, todito, todin.

El capítulo es corto, de hecho se me pasó decirles que este es el capítulo final así que, SORPRESA ESTE ES EL CAPÍTULO FINAL 🎉🎉🎉🎉🎉

Quiero agradecerles por todo el amor que le han dado a la historia, no saben lo que significa para mí 😍😍😍.  L@s quiero mucho espero pronto hacer una nueva adaptación o traducción a ver que se me da la gana, pero gracias.






















Pero tranquil@s que toda vía nos hace falta el epílogo, no me linchen, porque incluso yo estaría con machete en mano por el final tan meeee

Ahora si que les pareció el cap.

Acá lo que quieran decirle a Krystal.

Por acá al Kaisoo.

Y por acuya a la familia de Soo.

Y por acá las maldiciones para mi, l@s quiero mucho recuerden eso. Y cuídense mucho

Todos los derechos a la autora original del libro.

Bye 🙋‍♀️

¡¡¡¡¡¡¡ CON LAS MANOS EN LOS BOXERS!!!!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora