Segunda oportunidad |WangXian|

VI. Wei Ying.

Jamás se había divertido tanto como aquel día, no sólo por haber convivido con sus hermanos y haber hecho otro amigo, sino también porque, por primera vez, le había dado un regalo a Lan Zhan, uno que sabía que iba a atesorar pues había visto cómo lo miraba a través de la vitrina.

Desde aquel día, se había muerto por preguntarle a Wen Ning acerca de por qué su primo lo trataba tan mal, pero el chico parecía alejarse cada vez que ambos tenían tiempo para hablar, en ningún momento comentaron acerca de la ayuda que recibió de él para poder salir a salvo de la piscina o que aquello había comenzado porque quiso defenderlo, ni si quiera tocó el tema de que conocía a Wen Ning por eso.

Aunque tenía muchas dudas, Wen Qing se veía amable y de las personas que no soportan las injusticias, ¿Sabría ella la forma en la que tratan a su hermano?

Por otro lado, Wen Chao había conseguido su número telefónico, se la pasaba mandándole mensajes y sabía que podía indirectas hacia él en redes sociales, siempre lo ignoró, borrando todos los mensajes de odio que tenía para él, en su lugar se concentró, como ya había dicho, en olvidar aquel problema y continuar con su vida, ahora tenía nuevos amigos y estaba viviendo una etapa diferente, tenía clases en su casa, podía ir al club de natación y, de una u otra forma, su relación con Lan Zhan había mejorado, aunque no lo había visto desde la noche de la discoteca y tampoco había logrado conseguir su número telefónico.

Jiang Cheng y Huaisang estaban en la sala de la casa, ambos habían pasado gran parte de la tarde realizando un proyecto importante del que se alegraba no ser participe, parecía tan fácil para él que se le hacía tremendamente aburrido también, por ello, él se dedicó a buscar a Lan Zhan en las redes sociales mientras los otros se quemaban las pestañas realizando apuntes y cálculos para su proyecto final.

— Ya busqué a Lan Zhan en todas las redes sociales, pero parece que no existe aquí.

— Pfff, ¿Crees que alguien tan aburrido como él va a tener redes sociales?

— Jiang Cheng tiene razón —dijo Huaisang—. No creo que sea de los que no hablan en persona pero por redes sociales son todos unas celebridades, no le queda.

— Es cierto, además, ¿Qué publicaría? No lo imagino poniendo su día, o cómo medita con el director o cómo practica esgrima con su hermano, eso sería más bien aburrido.

— No, no lo sería, yo vería sus fotos.

Aun ante la negativa de ambos, él siguió buscando, había otras redes sociales donde podía publicar fotografías, tecleó una y mil formas que se le ocurrían para encontrar el usuario hasta que sus esfuerzos dieron frutos.

— Es una cuenta privada ¡Pero sí tiene! Lo seguiré.

— Ja, ¡Ja, ja, ja! El que haya ido aquel día a festejar con nosotros no significa que nos quiera acerca, después de todo fue su hermano quien casi lo obligó a ir.

— Mentira, mentiras —desestimó—. Espera y ve cómo me acepta.

Huaisang y Jiang Cheng rieron e hicieron comentarios sobre eso por un rato.

•••

Podía escuchar la música sonando de fondo, era demasiado parecida al tono que usaba para sus llamadas, pero dudaba que fuese eso. Cubrió su cabeza con las cobijas, hacía frío y tenía mucho sueño, además no tenía mucho que hacer. Se acomodó entre su cálida cama y cerró los ojos, estaba tan cansado que no le importaba que la música sonara fuerte haciendo eco en su habitación.

Abrió los ojos de golpe cuando cayó en cuenta que, definitivamente, alguien estaba llamándole.

— ¡¡Wei Ying!! —alejó el celular luego del grito de Jiang Cheng—. ¿Por qué carajos no me respondes? ¡Te he marcado más de cincuenta malditas veces!