Nigthmare- Zayn Malik

Capitulo 11

CALY

Había mucha cola así que tuvimos que esperar un buen rato, pero al fin estábamos pidiendo nuestra comida.  Nos sentamos en un rincón, y empezamos a comer. Minutos después no me dejaba de mirar con una sonrisa pícara así que alcé una ceja.

-¿Qué miras tanto?-vacilé.

-Nada nada…-carcajeó en silencio, y volvió a mirar a su plato. Me quedé callada pero luego continué comiendo.

Cuando salimos del restaurante, empezamos a caminar por la avenida principal. El sacó su móvil, y puso la cámara delantera sonriendo mientras yo estaba distraída. Al percatarme arrebaté su móvil mirando la foto. ¡Tenía toda la boca llena de kétchup! Con razón no paraba de burlarse de mí en el restaurante.

-¡Zayn! ¿Por qué no me has avisado?-le miré y estaba riendo muy fuerte.-¿Qué es lo que te hace tanta gracia? ¡Dame un clínex!-tapé mi boca para que nadie la pudiese ver. Me sonrojé como nunca antes lo había hecho en mi vida.

-Eres muy graciosa comiendo-dijo entre carcajada y carcajada. ¿Graciosa? Oh dios que ridículo-Con lo pija que pareces… ¡y resulta que eres peor que Niall comiendo!-volvió a reír y yo empecé a caminar contra dirección. Se estaba quedando conmigo. Por eso no tenía que haber dejarle venido conmigo hoy, hubiese estado mejor sola. Joder Caly, como la cagas.

Él rodeó mi muñeca haciéndome girar completamente. Nos quedamos cara a cara, al parecer ni un rastro de gracia en su cara. ¿Ahora qué? Su mano pasó por mi boca, quitando el kétchup de mi cara.

-Lo siento ¿vale? No te enfades que hasta ahora no lo hubiéramos vuelto a hacer.-puso ojos de cachorro, haciéndome rodar los míos.

-Está bien, pero deja de burlarte de mí.

Entramos a varias tiendas más y me compré bastantes cosas. Zayn sostenía mi bolsa, por lo que me daba un poco de pena. Le había dicho varias veces de cogerlas pero se había negado rotundamente.

-Vamos a un sitio.-dijo él sacándome de mis pensamientos.

Tiró de mi mano, que al conectarse con la suya un leve escalofrío recorrió mi piel. ¿Qué me pasaba? Caminamos hasta llegar a una especie de parque con columpios.  No había nadie y eso me extrañaba ya que no nos habíamos alejado mucho del centro.

-¿Qué hacemos aquí?

-Solo sé que no había nadie, por qué nunca lo hay.

-¿Y por qué no hay nadie?-pregunté curiosa.

-Dicen que este parque está encantado desde que asesinaron a una chica aquí. Su cuerpo se quedó aquí durante dos días, ya que el asesino la escondió. Desde entonces dicen que su alma sigue aquí, y los padres no quieren traer a sus hijos.

-Vaya… que fuerte. ¿Y no se sabe quién es el asesino?-volví a preguntar.

-Claro ya está en la cárcel.

-¿Cuándo hace que pasó?

-¿Por qué preguntas tantas cosas nena?-se sentó en el césped, su espalda apoyada en la casita de madera. Me senté a su lado sonriendo por el mote que me había llamado, pues me gustaba que los chicos me llamaran así.

-Por qué soy una chica muy curiosa.

-Ya me había dado cuenta…-sonrió al mirarme.  Sus ojos brillaban contra la luz del callejón.

-Cuéntame tu historia-susurré. Tenía mucha curiosidad por él, quería conocerle de una forma mejor, quería saber que escondía tras esa imagen que aparentaba.