IV; The Last Goodbye

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"Puestas de sol, amaneceres. Viviendo el sueño, viendo las hojas, cambiar las estaciones. Algunas noches pienso en tí, reviviendo el pasado, deseando que hubiera durado.
Deseando y soñando.

-Birds,
Imagine Dragons"

Los Natblidas habían sido llamados al cónclave luego de que les comunicaran sobre la muerte de Lexa.
Se encontraban frente al cuerpo de Lexa, mientras cada uno iba pasando para decir "Que el espíritu de los comandantes me elija". Aden acababa de hacerlo y era el turno de Heinefa.

Hofli keryon kom Heda na sad ai op [Que el espíritu de los comandantes me elija]— susurró colocando el polvo del mismo lugar donde había sacado Aden en el cuerpo de Lexa, cubierto sobre una sábana blanca. Titus estaba junto a ella. Vinie le lanzó una mirada rápida a él y luego al cuerpo de Lexa, una seña que la anterior Heda les había enseñado para preguntar cómo estaba. Titus asintió dos veces lentamente, lo cual significaba que Lexa respiraba. Débilmente, pero respiraba. Se dio media vuelta y vio a Aden y los otros Natblidas hablar con Clarke, la cual había sido muy silenciosa al entrar ya que no se dio cuenta.

—La amábamos.— dijo Aden en inglés a Clarke. Vinie comprendió que hablaban de Lexa.

—Es cierto. —siguió ella posicionándose junto a Aden para mirar a Clarke a los ojos.- Nos hizo jurar protegerte, Clarke kom Skaikru. Estarás segura con cualquiera de nosotros.

En ese momento entró Ontari, quien era la Natblida de la reina de Azgeda. Ontari tenía algo más del doble de su edad, ganándole obviamente en tamaño y fuerza a los otros Natblidas.

—Exceptuando a Ontari, claro. — susurró Ivyanna. No la soportaba en lo absoluto, pero con las técnicas para vencerla que Lexa le había dado sería pan comido matarla en el cónclave. La ex Heda tenía todo planeado y había entrenado junto a Anya a Ivyanna secretamente para que esté a la altura de los mejores guerreros con los que contaba. No había forma de que no ganara el cónclave, conocía los puntos débiles de cada uno y los puntos fuertes. Lexa le había dicho que Aden probablemente abandonaría pero que si no era así, ambos debían entrar al salón del trono, donde Vinie le cedería su puesto de protegida de Heda a Aden para ella ser la nueva comandante y él su protegido. Podía hacerlo, Anya y Titus se habían encargado de buscar si eso era posible y así fue. Si Aden iba a ser el comandante -Lexa también lo había entrenado así que esa posibilidad seguía latente, el chico tenía mucho potencial-, él mismo le había dicho a Vinie que la nombraría nuevamente protegida del comandante. Lexa como sabía que no iban a matarse, acopló su plan para que Ivyanna pueda ser sus ojos y oídos en Polis tanto como Comandante como Heinefa nuevamente.

—Hola...—la voz de Clarke la había sacado de sus pensamientos. Pronunció la palabra con cierto dolor—¿Puedes venir conmigo unos minutos?

—Claro.

Vinie le indicó a Titus -el cual discutía con Ontari- que ahora volvía. Clarke le dio el paso y ambas salieron al pasillo iluminado vagamente por la luz de un par de velas. La rubia suspiró y comenzó la conversación.

—¿Eres Vinie, cierto?- preguntó Clarke al borde del llanto, a lo que Ivyanna asintió— Es un gusto hablar al fin con la tan nombrada Heinefa.

—El gusto es mío, Wanheda. Lexa me habló mucho sobre ti —la pequeña Natblida tenía ese acento en algunas palabras al hablar inglés al igual que lo había tenido la ex comandante. Clarke le sonrió tristemente.

Lexa... Su nombre era doloroso. Se mordió el labio ¿Por qué una vez que habían dado el primer paso la vida les había escupido en la cara?

Our Little Natblida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora