XII; Ineffable

592 50 29
                                    

"He estado en todas partes del mundo, y nunca he estado en mis sueños más salvajes. ¿Podría venir corriendo a casa por ti?
Te he dicho un millón de mentiras, pero ahora te voy a decir una sola verdad: estás en todo lo que hago

- I bet my life,
Imagine Dragons"

∞

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Hola, Clarke. Soy Lexa. ¿Me escuchas? Cambio.

Clarke sintió un completo huracán en su estómago al escuchar aquella voz. No, no sintió un huracán, ni un tornado ni todos los desastres naturales juntos. Fue algo... completamente inefable ¹.
¡Sí, sí era Lexa! Maldición, era su voz, era real. Sentía que iba desfallecer en cualquier momento. Luna, la cual se encontraba a su izquierda, se apoyó en la pared mientras abría la boca en señal de sorpresa. Anya estaba callada, mirando fijamente el radio con una sonrisa en el rostro. Por dentro tenía ganas de pegarle a Clarke, pero se controló debido a que estaba hablando en ese momento con su jefa.

-¿Lexa?¿Eres tú? -intentó sonar tranquila, cosa que no logró. Incluso se olvidó de decir «recibido» y «cambio».

«Recibido. Sí, Clarke, soy yo. Habla la Comandante. Es lindo escuchar su voz nuevamente, Wanheda. Cambio »

-¿Dónde estás? ¿Cómo es que estás viva? ¿Por qué hablamos en trigedasleng? Cambio.

«Recibido. ¿No se supone que Anya y Vinie tendrían que haberte respondido esas dudas hace tiempo? Oh, cierto. Muy probablemente no les creías. Cambio »

-¿Y tú qué harías, Lexa? -su voz se elevó un poco-. Estaba todo bien, luego te haces la muerta frente a mí, me dejas sola justamente cuando para parar a A.L.I.E necesitábamos la flama, la cual sólo puede portar un Natblida preparado. Huiste cuando tu gente más te necesitaba. Eso es cobardía en todo su esplendor. Cambio.

Clarke suspiró profundamente. Lexa del otro lado del radio muy probablemente hizo lo mismo. ¡Por Dios! Lexa acababa de decirle que estaba viva y en lugar de preguntarle cómo estaba y si necesitaba algo, le salía con una discusión. Le entraron ganas de pegarse. Debía haber alguna razón detrás. Una razón lógica que le explicará todo..., ¿cierto?

«Recibido. Clarke, me parece algo tonto discutir por un radio. No es el caso ahora. Te pido por favor que si Anya está contigo la dejes sola para comunicarse conmigo. Cambio »

-¿Por qué yo no puedo estar presente? Cambio.

«Recibido. Porque mis indicaciones son dadas únicamente a Anya. Además, conviene escucharla a ella si quieres encontrarme. Ella sabe todo. Cambio »

Clarke frunció el ceño. ¿Dónde había quedado la Lexa sincera y sonriente que vio en su último encuentro? La que decía que siempre estaría con ella y que casi llegó a decirle "te amo". Otra vez ahí estaba la comandante dura y fría que se encontró por primera vez.

Our Little Natblida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora