Mi felicidad y mi tristeza Pt.1 [sirius y tu]

Amortentia

Sirius y yo estábamos a punto de besarnos cuando llegó James abriendo la puerta de repente, <no cabe duda que es como Lily> pensé molesta.

Sirius y yo lo miramos furiosos y James continuó apenado

—Mi madre dice que la comida está lista pero sigan en lo suyo, le diré que están indispuestos— y sin más salió de la habitación cerrando la puerta tras de él apresuradamente.

—¡Espera James!— no quería que le dijera a Euphemia mi momento cercano con Sirius así que salí tras de él y Sirius tras de mí.

Llegué en el momento justo para cayarle la boca a James dándole un codazo en el abdomen

—Ya estamos aquí tía Euphemia— anuncié mientras James se quejaba del dolor

—Oh Nena, pasen al comedor por favor, la puerta atrás de las escaleras. James cariño ¿estás bien?— preguntó confusa la señora Potter mientras llevaba un caldero caliente con estofado adentro hacia el comedor

—Sí mamá, perfecto— contestó su hijo entre pujidos y todos se colocaron en el comedor.

Me senté en medio de tres sillas con James a mi izquierda y Sirius a mi derecha.

Terminamos de comer y los muchachos fueron con el señor Potter a checar el coche y yo me dispuse a ayudar a mi tía, mientras ponía los platos secos en su lugar mi atención fue hacia un caldero en la isla de la cocina.

Me acerqué a ver qué era y lo olí

—Huele delicioso tía— comenté mientras olía un poco más

—¿Ah sí? ¿A qué te huele?— preguntó mi tía mientras se acercaba a mí

—Huele a pan recién horneado, cerveza de mantequilla y... cuero. Ah y a Sirius cuando se arregla— comenté entre risas recordando cómo huele el perfume que usa en ocasiones especiales mientras mi tía sólo me sonreía enternecida

—¿Que yo qué?— preguntó Sirius mientras terminaba de entrar con James a la casa

—Tía ¿Qué es eso?— pregunté un poco confundida temiendo qué fuera lo que estaba casi convencida de que era.

—Sólo un poco de Amortentia claro— me guiñó el ojo y siguió haciendo lo que estaba haciendo.

No sé si Sirius había escuchado pero rogaba a Merlín que no fuera así, y con toda la pena del mundo subí a mi cuarto rápidamente mientras decía 'ahora vuelvo' en realidad no planeaba volver enseguida pero no quise ser descortez.

Me puse a escribirle una larga carta a Lily rogándole, no, implorandole que viniera donde James y que me ayudara a sobrevivir a esto.

Terminé y aprovechando que Hachi ya había vuelto le di la carta

—Y no la dejes en paz hasta que ella no tenga la intención de venir ¿entendido?— Hachi ululeó cómo respuesta— buen chico— dije mientras acariciaba su pequeña cabeza y él salió volando.

La puerta se abrió

—Vamos a ver una película en mi cuarto ¿Te vienes?— preguntó James mientras azomaba la cabeza— Sirius está haciendo palomitas— dijo el para terminar de convencerme

—Está bien— salí detrás de él y al entrar a su cuarto me senté en su cama y él tomó lugar en el piso frente a la tele.

Sirius entró con tres palomeros, le dio uno a James y se sentó junto a mí mientras yo le pedía el mío

—¿Cuál tuyo? Los dos son míos— miré a Sirius con los ojos entrecerrados.

—Goloso— y me acomodé fingiendo estar molesta, él a modo de ofrenda de paz me dio uno, el que desde un principio era mío.