1,000 Galeones

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Estaba sentada en el techo, en éstas épocas navideñas el cielo se muestra más estrellado, es decir, las estrellas están ahí siempre, sólo no sabemos verlas.

Veía una constelación en específico, y de esa constelación una estrella, fue entonces que alguien se posó en el techo junto a mí.

—Oye... Yo— Sirius habló tratando de llamar mi atención, no quería poner más drama a la situación así que le facilité las cosas mirándolo—Yo...— y él sólo tartamudeaba, volví a posar mi vista en el cielo nocturno y suspiré.

—La noche está más hermosa que de costumbre ¿no lo crees?— Sirius se quedó callado— Allá arriba, la estrella más brillante y aquellas que la acompañan conforman la constelación de Orion. ¿Ves esa de allí? Esa es Adhara, y esa otra de allá es Mirzam, y la de al lado es... esa estrella es Sirius— no lo miré durante mi explicación, pero no tuve que hacerlo para saber que este me miró al mensionar melancólicamente su estrella. Suspiré y proseguí—... Hace tiempo, unos años de hecho, conocí a un niño, tan terco como nadie—mencioné entre risas—No importaba cuantas veces nos regañaran por pelear, no parábamos de hacerlo. Lo detestaba tanto, no sabía por qué, pero lo hacía, creeme cuando te digo que podía decirle cualquier tipo de insulto y hacerle cualquier tipo de broma, siempre y cuando se enfadara. Crecí odiandolo, se supone que así debía de ser, y él también me odiaba a mí y era feliz con esas guerras que teníamos constantemente, hasta que me dí cuenta que... Cuando estábamos alejados, lo extrañaba... Cuando lo veía me alegraba... Cuando me hablaba sentía algo que nunca jamás había sentido en la vida, y que nadie más me hacía sentir... Pero cuando lo veía con otra, todo lo bueno que me ocasionaba lo anterior era lo malo que me ocasionaba una cosa tan simple, con el tiempo me dí cuenta de que eran celos, y también me di cuenta que fui tan estúpida como enamorarme, cuando el amor sólo existe en los cuentos de hadas— suspiré pesadamente y cerré mis ojos para sentir la fría brisa de la noche— ¿Cómo no querían que me enamorara? Es decir, crecimos juntos y lo vi convertirse en un hombre apuesto y astuto, pero no era su atractivo lo que me atraía, es otra cosa que hasta la fecha no logró descifrar.—Abrí mis ojos y miré a Sirius, el cual estaba callado y con la boca medio abierta—Y ahora está aquí, sentado junto a mí sin poder entender que él es el chico que amé, amo y no sé si seré lo suficientemente fuerte para seguir amando. Nos vemos Black— Me paré y me recargué en la ventana y escuchaba como Sirius murmuraba algo que no pude entender y pasé una pierna lentamente al otro lado de la ventana.

—Lo recuerdo— dijo de repente llamando mi atención, pero permanecí de espaldas— Esa noche en la torre de astronomía, lo recuerdo— al oír aquellas palabras me giré a verlo—No fue alcohol lo que me dio James, fue veritaserum.— suspiró—
Puede que soy valiente para determinadas cosas pero, si se trata de ti, creeme que todo me aterra, soy un cobarde a lo que a ti respecta, y como soy de cobarde también de listo y creí que si te decía que no estaba en mis cabales no tendría que afrontar las consecuencias de mis actos y así no sería rechazado y nuestra relación no cambiaría, y podría seguir teniendote a mi lado— Sirius suspiró y se paró— Pero ahora que me has dicho todo esto, me da más miedo el perder tu cariño Elena, y que tus sentimientos se marchiten por tener miedo... Me niego, así que aquí y ahora Elana, creeme cuando te digo que te quiero y te querré hasta que tú me lo permitas— dijo Sirius con una actitud más decidida que la de antes, su cara estaba seria, pero sabía que lo decía con sentimiento.

Harta de estereotipos que dicen que el hombre debe ser quien de él primer paso, agarré valor y me acerqué a él y cuando nuestras narices se tocaron comenté

—Te juro que si alguien interrumpe nuestro beso una vez más les lanzó un crucio— Sirius rio ya que efectivamente, siempre que estábamos peligrosamente cerca alguien siempre llegaba inoportunamente.

Mi felicidad y mi tristeza Pt.1 [sirius y tu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora