MANADA (RUBEGETTA)

Simpatia

Pov Rubius

Después de haber acompañado a Mangel y el resto de regreso a casa y dejarlo discutiendo con Lolito quien seguía tratando de contentarlo decidí regresar al pueblo a poner en marcha mi plan.

Me pase por los largos caminos de la aldea en busca de mi pelinegro favorito, saludando una que otra cara conocida cuando entonces pude visualizar su singular cabellera menearse de un lado a otro, a pesar del enfrentamiento de hace unos momentos, no parecía en lo mas mínimo enojado como usualmente lo estaría, al contrario, se veía extrañamente contento.

-Ay, perdóname Deluque...pero me temo que tendré que amargarte el día solo un poco mas.-dijo en un susurro el castaño mientras sonreía perversamente-

Me dirigí a su dirección y decidí esperarlo en la entrada del pueblo donde yo sabía que FORZOSAMENTE tendría que pasar, pude darme cuenta que ya estaba lo suficientemente cerca para que se diera cuenta de mi presencia, por el empalagoso olor a fresas que este desprendía. 

No importa cuantas personas seguía escuchando decir que el Omega tenía un aroma encantador, para el seguía siendo una esencia de lo más desagradable y hostigosa.

Mire como a lo lejos Samuel se percataba de mi posición tras verlo tensar todo su cuerpo y detenía su paso en seco mientras me buscaba con total hostilidad.

-Doblas.-lo escuche gruñirme al encontrarme no muy lejos de el-

-De luque.... ¿Qué haces aquí afuera , mi amoor? ¿No deberías estar haciendo tus tareas? o ¿acaso mis ojos me engañan y el gran y poderoso Samuel se está saltando sus deberes?-Le dije fingiendo sorpresa-

No hay que engañarse, no habia que tener un super sexto sentido para darse cuenta, no tenemos una muy buena relaciona. Éramos muy diferentes e incompatibles.

Algo en el me era difícil de entender y sabía que el sentimiento era mutuo al verlo ponerse a la defensiva con una mueca de asco como si yo apestara a lo que reí divertido, cosa que evidentemente lo molesto.

Como si tratase de restarme importancia, empezó a caminar para pasar justo a mi lado, así que para enfadarlo aun más por supuesto comencé a seguirlo.

-A diferencia de ti-comenzó diciendo al comprender que yo no me iría...bueno, al final si que nos entendemos un poco- YO si me comprometo con el pueblo Doblas... -Sin querer, solté una corta carcajada en forma de burla, como siempre amaba ver la forma en la que la vena de su frente se hinchaba siempre que hablaba conmigo, cosa que pareció irritarle aun mas al verme viéndole la frente con detenimiento.-¡Ah! Pues ya que estas aquí podridas hacer algo respecto a los imbéciles de tu tribu.

-Eh ¿A si? -le respondí tranquilamente, se que trataba de molestarme, cosa que yo no le daría el placer de que consiguiera-¿y que hicieron "los imbéciles" de mi tribu?.Si se puede saber, su señor.

-Tch...deberías saberlo, te vas por toda una semana y tus lamebotas no hacen más que estorbar aquí. -dicho esto se giro hacia mi para mirarme en forma de reproche- no me extraña que tu y tu gente sean una bola de holgazanes Ruben, pero me toca los cojones que mientras que mi tribu se desvive por el pueblo y sus pobladores, ustedes se la pasen jugando ¡Te recuerdo que nuestras manadas son las encargadas de proteger este lugar!

-Venga ya De luque, menudo estirado.-Me rasque la nuca restándole importancia- En primera fueron solo 3 días, Cielo mio. Por mucho que me hayas extrañado deberías aprender a contar correctamente. -Después de decirlo pude escucharlo claramente bufar en lo bajo sacándome un disimulada risa- En segunda mi "bola de holgazanes" también pone de su parte. Simplemente que lo hacemos de una forma distinta a la vuestra.-Me acerque peligrosamente a su oreja, cosa que pareció haberlo tomado por sorpresa pues intento apartarme de un manotazo cosa que gracias a nuestra diferencia de tamaños pude evitar inmovilizando sus brazos con los míos y así poder susurrarle al oído con voz ronca y una sonrisa- Relájate un poco, se te está hinchando...