En mi año "sabatico" mi sueldo semanal estaba entre los 1500 y 2300 pesos semanales, para un chico de 17 años era lo máximo claro, antes de rentar casa solo. Historia para otro capitulo.
Entre las 10 horas de jornada laboral que incluian 2 de comida el trabajo no paraba, tenía que estar despierto la mayoría del tiempo, eso sumado a las fiestas de cada fin de semana me terminaron agotando. No tenia preocupaciónes, aun vivia con mis padres no tenia que pagar agua, ni luz ni gas ni internet, todas esas cosas que los padres reclaman cuando estan molestos.
Cosas que me evitaba ya que yo empezaba a pagarme mis cosas, adios a los días de pedirle dinero a mi padre para cualquier pequeñes. Tennis, ropa, alcohol, cigarros, chamarras, lo que yo quería con mi dinero, y lo mejor, cuando yo lo quería por que yo lo trabajaba.
Pero y cuando no era así... ¿?
Cuando mi padre no se compraba los zapatos que el queria para que yo tuviera los tennis que anhelaba.
Cuando el se dejaba de comprar lociones caras y debia usar productos chinos para que yo pudiera tener tv y consola propios.
O que tal aquella vez que en vez de comprarse un auto mejor me compro una Mac y Beats Studio.
Siempre crecí creyendo que lo que me daban era por que lo merecía y así debia ser siempre. Nunca me di cuenta que mis padres sacrificaban sus gustos personales para darme los que yo creia merecer.
No entendía que ademas de ser mis padres, son personas, como yo, que tienen gustos y quieren cumolir caprichos. (Tanto que rezo por que me entiendan pero yo nunca me pongo en su lugar)
Cuando perdí la primera chamarra que me compré (obvio de marca porque el dinero no lo usaba en nada más) me dio mucho coraje conmigo, tantas horas trabajando, soportando jefes de trabajo con rabias ilogicas, tanto tiempo parado, soportando clientes prepotentes, soportar todo eso para al final tu esfuerzo dejarlo en un taxi.
Ahora entendí por qué mi papá se enojo cuando perdí aquel celular que me regalo en mi cumpleaños. No por mi descuido, si no por tanto tiempo que dedico para darmelo.
De mis primeros empleos ganaba 100 pesos al día, y ya haciendo cuentas con ese salario tendría que trabajar 120 días.
Sin gastar un solo peso, sin comprarme las gomitas que tanto me encantan, sin lujos, sin dinero para el pasaje.
Tendría que trabajar tanto tiempo soportando tanto solo para comprar esos audifonos que mi padre me compró. De ese día en más no volví a pedirle un solo peso a mi padre.
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Guía para cobardes.
Novela JuvenilHe expresado todo lo que nunca pude y he escrito todo aquello que he aprendido a base de putazos en la vida. Una guía para atreverte a sentir, a demostrar o impulsarte a seguir. Te abro una puerta trasera a mis pensamientos, gozalo. Con amor EB. ...