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This girl is on fire!! - Leo

Leoooo❤❤❤
Todos le amamos, ¿verdad, Funiplier? 🥰

Otra noche más en el Campamento Mestizo. Nada original, tan solo hoy era el cumpleaños de un chico de la mesa de Ares (os podéis imaginar el escándalo).
Era la hora de la cena, estábamos todos en el comedor, cada cabaña en su mesa, y yo no podía parar de reírme de las tonterías que hacían mis hermanos, Connor y Travis. ¡Son tan infantiles! ¿Qué haría sin ellos?
Ahora os diréis, ¿y qué tenía de especial esa noche, además de los gritos eufóricos de Clarisse y sus hermanos? Pues esa noche conocí al chico que me robaría el corazón. ¿Cómo? Con un incendio.

Mientras daba un gran bocado a mi hamburguesa de bacon, huevo y queso (¡qué delicia!), oímos a alguien gritar en la mesa de Hefesto:
一 ¡¡¡THIS GIRL IS ON FIRE!!!
Y algo explotó.
Más rápido de lo normal, el fuego se extendió por todo el comedor con una gran ola de calor, chispas y gritos histéricos.
Todo el mundo corrió hacia la salida mientras Quirón gritaba calma y orden, ya que no quería que ningún semidiós fuera aplastado por la multitud.
Yo me levanté y, nada más dar un par de pasos, alguien gritó a mi lado:
一 ¡¡El techo!!
Miré para arriba y vi cómo un trozo de tejado caía hacia mí.
Salté para esquivarlo pero, al ser muy tarde, me aplastó la pierna.
Grité como una condenada, pero todo el mundo parecía querer salvarse su propio trasero. Me tumbé, apreté los dientes por el fuerte dolor, no solo del golpe sino también de la temperatura a la que estaba el escombro, e intenté pedir ayuda.
Grité, y grité. Sabía que alguien iría a por mí. Quirón, un semidiós, o incluso una furia de la limpieza, aunque puede que luego me intentara comer.
Entonces, ya cansada de pedir auxilio y ya empezando a axfisiarme por el humo, oí pasos.
Noté cómo se quitaba el peso de encima de mi pierna con gran alivio y a la vez dolor punzante, intenté ver quién era mi salvador, pero con la confusión, el humo y el calor no pude fijarme más que en la silueta.
Este me cogió en brazos como buen bombero y empezó a andar hacia la salida, portegiéndome con su cuerpo de las llamas que había por el camino.
Una vez fuera, me tumbó en la fresca hierba y yo volví a gemir del dolor incesante de mi pierna. Aún así, volví mi cabeza para mirarle.
Le reconocí como el jefe de la cabaña de Hefesto, el hiperactivo, el ligón, el pirómano. Leo Valdez. Y sus ojos castaños y llameantes nunca me habían atrapado tanto como esa vez.
Él, nervioso, puso las manos en el aire sobre mi pierna, como para intentar tocarla pero sin llegar a hacerlo, y con una mueca de frustración y arrepentimiento.
一 No puedo decir otra cosa que lo siento. Lo siento muchísimo. Me emociono mucho con esa canción y, cada vez que canto el estrivillo me paso de la raya, no puedo controlar mi poder...
Paró en seco al oirme reír.
Nunca había hablado con él. Nunca había tenido ningún tipo de contacto con él, solo de oídas. Pero ahora, viendo su forma atropellada de hablar, su cuerpo delgado y esculpido, su pelo alborotado y las manchas de ollín en su morena piel, me pareció sumamente tierno.
No podía evitarlo.
一 ¡No te rías! ¡Me vas a hacer sentir peor!
一 No puedo hacer otra cosa. Es muy gracioso...一 Y seguí riendo.
Él frunció el ceño.
一 He quemado el comedor. Por mi culpa tu pierna está rota y casi te conviertes en una alita de pollo asado. Yo no lo veo muy gracioso.
Ese comentario aumentó mi risa. No podía evitarlo.
Le vi sonreír por el rabillo del ojo y empezó a intentar taparme la boca con sus manos duras y sucias en un juego de extrañas circunstancias. Empezó también a reír. Una risa tan bella.
Ahí fue cuando Leo y yo mos hicimos inseparables. Una extraña forma de encontrar a tu amor verdadero, ¿no creéis?

Leooo❤🥰❤🥰❤🥰
Quiero uno para llevar, por favor😂😂

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