Reencuentro - Thomas

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Un poco del Corredor del Laberinto😏

Recordaba cuando era pequeña. Una buena época, en la cual vivía en la ignoracia y nada me preocupaba demasiado.
Vivía con mi familia, mi padre, mi madre, y mi hermano pequeño, Thomas. Él, básicamente, era por quien luchaba todos los días por seguir adelante con lo del Destello y las erupciones solares. Y era un reto muy grande, ya que él era muy inteligente y curioso. Siempre me preguntaba cosas sobre la enfermedad, sobre los infectados... y yo no podía responderle. No podía decirle la verdad, porque esta era demasiado cruel.
Entonces se lo llevaron.
CRUEL se lo llevó, porque era especial. Porque era inmune.
Y a mí, tiempo después, me enviaron a la Quemadura. Porque estaba infectada. Porque pronto sería una rara más. Y así he estado sobreviviendo hasta ahora. 9 años después de que se llevaran a Thomas, me sigo acordando de él, porque no puedo olvidar esos grandes ojos castaños y esa nariz respingona. Además de que los carteles que hay por toda la ciudad me lo recuerdan. Thomas, eres el verdadero líder. Esa maldita afirmación me atormenta desde que llegué y me molesta mucho no saber qué significa.
Me busqué un grupo que me protegiera, armas, una reputación... todo por sobrevivir a los que sobrepasaron el Ido. Para intentar seguir cuerda todo lo posible.
Pero entonces, un día, creí que me había Ido del todo.

一 _____, ve a por leña. No hace falta que te acompañe nadie, _____. Te sabes proteger muy bien de ordas de raros ambrientos, ______.
Me decía a mí misma mientras caminaba por las calles de la Quemadura. Siempre me mandaban a mí a por estas cosas, pero luego no me dejaban ir a expander territorio o a espiar el Iceberg de CRUEL.
Cuando giré la esquina, es cuando me llevé la sorpresa.
Cómo no podría reconocer esa cara y esos ojos.
一 ¡¿Thomas?!
Él me miró extrañado, como si no supiera quién era.
一 ¿Perdón?
No lo pude evitar y me avalancé sobre él para darle un gran abrazo.
Al parecer le pillé desprevenido, porque se puso tenso y pegó los brazos al cuerpo.
一 ¡No me lo puedo creer! ¡9 años, Thomas! ¡¡9!!
No podía ocultar la sonrisa. Simplemente, no podía.
Él, sin embargo, puso las manos entre los dos y me separó de él, dejándome confusa.
一 Perdón, pero... ¿te conozco...?
Abrí mucho los ojos.
Entonces me fijé que iba acompañado. Una chica morena, de pelo largo castaño y actitud desafiante. La conocía muy bien.
一 Hola, Brenda... 一Dije frunciendo el ceño.
一 Hola, _____. Ahora no podemos quedarnos a hacer reunión de viejos amigos, tenemos que ir a un sitio.
一 ¡No, no, no! ¡De eso nada! Me da igual que seas de otra banda, pero tengo muchas cosas de que hablar con Thomas.
Él seguía pareciendo muy confuso, pero decidí descubrir más tarde qué le pasaba cuando nos sentáramos a hablar en un sitio tranquilo.
Me acerqué, le rodeé los hombros con el brazo y, con una gran sonrisa y separándole de Brenda, le dije:
一 Tengo muchas cosas que poner al día con mi hermanito.

Espero que os haya gustado😊
¿Queréis segunda parte?

~💬⭐~

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