Fortnite - Midas y tu [En edición]

11

—Mi señor —La voz femenina atrajo la atención de Sombra.

—Oh muchacha, deseaba escuchar noticias tuyas —Habló desde el otro extremo Sombra.

—Creo que descubrí el punto débil de Midas.

     La mirada sombría de Sombra se hizo notar aunque esta no la viera, podría utilizar ese punto débil para hacer tener de rodillas a Midas, o desconcentrarlo y hacerle caer en una trampa. Para Sombra, todo era necesario para poder conquistar todo el mundo de fortnite, quería poseer más poder del que tenía.

—Dime, ¿qué descubriste? —Sombra prestó mas atención a la llamada.

—Es la Elegida —Los ojos de sombra se agrandaron—. He notado que cada vez que pasa el tiempo con ella, se apega más hasta el punto de "Proteger a la protectora".

—Deja que ellos se enamoren, en el momento menos esperado necesito que seduzcas a Midas ante los ojos de La Elegida, eso hará que desconcentre a Midas.

—¿No cree que eso es extremo, señor?

—Tu solo haz tu trabajo, ¿Entonces para qué te uniste a Mi estando también unida a Espectro? ¿Querías ver abajo a Midas para ser líder?

—Esta bien, ordenes son ordenes.

     El corazón de la chica se oscureció tras el rechazo del líder de los Espectro, y más odio le daba a la elegida ya que tenía la mejor atención para ella, y solo para ella, deseaba con toda su alma de que no hubiese aparecido en estos tiempos de guerra, deseaba todo lo malo para la elegida a pesar de todo.

[Narrador Omnisciente — Alexandra]

     3 semanas en este mundo donde estos últimos días los chicos me han estado visitando constantemente. La herida de mi pierna se me estaba sanando rápidamente por el impacto de bala, ¿es algo que mi don puede hacer? Midas no se ha apartado de mí lado desde entonces, y prometió permanecer en el lugar hasta que me recuperara por completo. Me ayudaba a levantarme cuando necesitaba ir al baño y por si necesitaba salir un rato al balcón a tomar un poco de aire fresco. Intenté levantarme por mi cuenta para ir a sentarme un rato al balcón y Midas me ayudó, me tomó de la mano y suavemente me acompañó, observando la vista desde la casa

—¿Hay alguna noticia de Sombra? —Pregunté mientras miraba una de las colinas.

—No han atacado desde lo que pasó hace días, voy a chequearte esa pierna —Avisó Midas y este comenzó a sacar el vendaje de mi pierna—. Tu herida Sanó muy rápido a pesar de ser un disparo, tienes suerte de que eres la elegida. Limpiaré la herida y te pondré un vendaje nuevo —Asentí con los dichos de Midas y fue en busca del botiquín.