Fortnite - Midas y tu [En edición]

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~Narra Alexa~

     Mañana es el gran día, el día de la emboscada que teníamos planeada, ideada por mí y perfeccionada por Midas, quién no contento aceptó ya que "solo sería una perdida de tiempo y de agentes". A veces me molesta que Midas sea así, pero necesitaba contar con su apoyo para poder llevar a cabo la misión, poder reducir lo que mas se pueda en Agentes de Sombra y buscar la forma de quitarle la maldición que tenia Midas, quería que estuviera al 100% sano.
      Le dí de comer a Glenn, el nombre que bauticé a mi grifo, este estaba hambriento después de haber completado su ardua misión de vigilancia en la base principal del Rey Oro. Midas estaba analizando cada rincón del holograma descubriendo quizás algún detalle para usarlo a nuestro favor, estaba algo tenso y muy nervioso, a si que cerré la puerta y decidí hablar con él para tranquilizarlo unos momentos, no quería que estuviera así para el día de mañana, todo debería salir a la perfección.

—¿Crees poder hacerlo?.—Lo tomé del mentón y le dí un beso corto.
—Solo no quiero perder agentes, y estaré ahí para salvarles el pellejo.—Midas me devolvió el beso.
—Midas... en esta vida se gana y se pierde, no sacamos nada si nos quedamos aquí.—Aconsejé.—Además, El rey oro se ha estado fortaleciendo y le arruinaremos su fiesta, eres un buen líder, lo vas a entender.

     Nos dimos un fuerte abrazo cuando miramos hacia el frente y vimos a los agentes mirándonos algo picarones hacia nosotros, solté una pequeña sonrisa y miré a Brite, pensando que les había contado sobre nuestra relación. Midas estaba tan rojo como un tomate y se arregló la corbata, tragando un poco de saliva por lo que tuvieron que ver los agentes.

—Brite.—extendí mis brazos en forma de pregunta.—Creí que les habías dicho.
—Es mejor que ustedes les digan.—Brite se rascó la cabeza.
—Nosotros somos novios hace unos días.—Midas se levantó y entrelazó su mano con la mía.—A si que ella no está disponible, lo siento Brutus.
—Yo siempre supe que iba a ser tuya, a si que no lamentes.—Rió Brutus.

     Todos los grandes Agentes tomaron sus asientos respectivos felicitándonos cada uno por el noviazgo. Fuí al refrigerador para llevarles a todos sus bebidas favoritas y se las repartí a cada uno, sabía que esta charla e ideas iba a estar bastante larga, tomé asiento al lado de Midas y este comenzó a dar su famoso discurso con su famosa frase "Agentes, hermanos todos". Me causaba un poco de gracia cuando mencionaba esa frase, es tan característica de él, incluso me daban ganas de imitarlo, a si que traté de imitarlo haciendo muecas ridículas, mientras que el resto de los agentes sacaban pequeñas carcajadas por mis acciones, ganándome la sutil mirada de odio de Midas cuando me quedé quieta con cara de"Yo no hice nada".