16. Noritama

778 117 46
                                    

El pequeño canario se acercó alegre y cantando a las manos de KyungSoo. El chico reaccionó feliz. Su rostro completamente iluminado a causa de la emoción. Tenía una gran sonrisa de forma acorazonada en su rostro y los ojos pequeñitos ocultos tras sus lentes.

—¡Noritama!—. llamó al ave, sonrosándose.

—¿De verdad le diste nombre de comida?—. Preguntó alterado. —¿estas bromeando? ¿Incluso cuando no me permitiste comerlo?

—¡Es que sus colores son muy similares!—. respondió feliz. —No podía decidirme entre furikake o noritama. ¡Pero Noritama le queda mejor!—. KyungSoo estaba sentado en la felpuda y suave alfombra con rajas negra con blando, en la habitación del vampiro. Tenía una pequeña caja de cartón, en donde estaba acomodando al pequeño pajarito para poder llevárselo.

—Olvídalo. No tiene sentido. Tus gustos no tienen sentido, KyungSoo—. dijo ChanYeol nervioso, mientras lo observaba desde su sillón.

—Perdón por el poco espacio—. Le dijo al ave. —pronto te conseguiré un buen hogar.

KyungSoo se encontraba sentado cerca del vampiro. Este podía ver claramente su perfecto perfil mientras le dedicaba suaves y amistosas palabras al canario. Observó la calidez y el brillo de sus ojos marrones. Su pulcro cabello negro. El cómo los lentes, gruesos y oscuros, contrastaban con su pálida piel dándole un toque realmente adorable. Y no pudo evitar soltar una tenue sonrisa ladina. Una sonrisa que estaba llena de ternura y admiración. En aquellos momentos, ChanYeol se encontraba completamente maravillado por aquel humano.

Le fue imposible no sentirse atraído hacia el pelinegro en aquel momento. De forma casi automática, llevó una de sus manos hasta el cuello del menor y comenzó a rozarlo con extrema delicadeza. Como si su toque pudiera quemar o romper al chico en cualquier momento. KyungSoo lo miró sorprendido cuando sintió que la fría mano en su cuello se acomodó perfectamente sobre su nuca, y sin reaccionar ni oponerse, dejó que ChanYeol lo guiara, llevándolo a unir sus labios en un suave y cálido beso.

Cuando el contacto entre ambos se cortó, se observaron con intensidad. La mirada de KyungSoo estaba llena de confusión mientras que la de Chanyeol era indescifrable. Estaban lo suficientemente cerca, como para aun sentir la respiración del otro. El corazón del joven humano latía a toda velocidad, golpeando su pecho con fuerza y temía que el vampiro fuera capaz de sentirlo. ChanYeol estaba completamente perdido en el embriagador aroma del bajito, en la sensación del contacto de sus labios, tibios y carnosos, sobre los suyos y en su belleza.

—Te daré esa ave—. Cortó el silencio con su grave voz. —Pero debes dejar otra comida como sustito.

KyungSoo se vio afectado por esas palabras. ChanYeol había vuelto a su semblante neutro, que no permitía distinguir ningún tipo de emoción en sus facciones.

«Comida...debería de haber aprendido. Para él... esto es cazar a su presa y no hacer el amor». Hizo un puchero dolido mientras abrazaba sus piernas con sus brazos.

—De acuerdo—. Soltó triste. El vampiro lo miró esperando a que dijera algo más. —Pero esta será la última vez—. Fijó la vista en sus piernas. —La próxima vez... solo bebe la sangre de alguien más—. dijo finalmente con dolor. ChanYeol sintió como si las palabras se hubiesen transformado en un cuchillo, enterrándose en su pecho. Pero no mostró ningún signo de sorpresa, tristeza ni dolor. Continuo inmutable observando al pequeño.

Lentamente se movió del sillón para levantar a KyungSoo del suelo. El bajito mantenía la cara baja mientras era estudiado por el vampiro. ChanYeol se acercó a su cuerpo con cuidado para poder unir sus labios nuevamente en un beso cargado de emociones por parte de ambos, mientras lo conducía hacia su cama.

Sabor A Belladona / CHANSOO // AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora