Sabor A Belladona / CHANSOO // Adaptación

22. ¡Que lindo! - FINAL

—¡KyungSoo!—. Gritó JongDae entrando al salón. —¿Puedes ayudarme con los exámenes de final de trimestres de física y matemáticas? No tomé ningún apunte. Así que no tengo idea de qué hacer—. Dijo mientras se rascaba la cabeza y sonreía.

—Sí, claro—. Respondió amable.

KyungSoo tomó su cuaderno de apuntes y comenzó a explicarle la materia que entraba en los exámenes. JongDae arrastró una silla, para poder sentarse a su lado y así poder poner atención. ChanYeol los observó desde su lugar, poniéndose de pie.

—KyungSoo—. Dijo con su grave voz al estar parado al lado del pequeño de cabello negro. —Tengo hambre—. JongDae lo observó asustado.

—Está bien, espera un momento—. Le sonrió con dulzura. JongDae continuaba observando la interacción entre su amigo y el vampiro pálido del temor.

—De acuerdo—. Respondió tranquilo el alto. «¡Eh! ¿Lo va a esperar?», pensó aturdido el chico de sonrisa felina.

—Ah, lo que entrara en el examen de matemáticas empieza en la página 85 hasta la 100, estos dos capítulos. Luego vas a la página 125 y empiezas desde allí...—. Empezó a decir con calma, sin notar que su amigo no estaba prestando atención a sus palabras.

«Esperará aquí», pensó el chico asustado al observar como el vampiro se sentaba al lado de KyungSoo y frente a si, y apoyaba la cabeza sobre el pupitre, despreocupado, para cerrar los ojos y descansar unos momentos. Su rostro había perdido el color de la impresión y del miedo e incomodidad que sentía en aquellos momentos.

—Kyunggie, continuemos más tarde—. Dijo con una sonrisa falsa y nerviosa.

—¿de verdad está bien?

—no es urgente. Ve y almuerza con Park primero—. Continuo. —el almuerzo es prioritario durante el receso ¿verdad?—. Continuo con su sonrisa nerviosa y sudando frío mientras pensaba «Me siento más intranquilo haciéndolo esperar», refiriéndose al vampiro.

ChanYeol se levantó de su lugar sin decir nada. KyungSoo ordenó todas sus pertenencias y sacó su lonchera con su almuerzo mientras sonreía.

—Bien, nos vemos luego—. Se despidió de su amigo.

—Sip—. Respondió mas aliviado.

ChanYeol se quedó viendo al chico de sonrisa gatuna unos momentos con intensidad. Relajó su rostro y soltó:

—Gracias.

JongDae se quedó viéndolo embobado y con un leve color rosado en las mejillas. ChanYeol se retiró con su novio mientras decidían donde almorzarían.

—¿Dónde quieres comer?—. Preguntó el bajito

—En algún lugar con poca gente.

Cuando la pareja se retiró de la sala, BaekHyun se acercó al castaño para saber por qué se encontraba tan conmocionado.

—¿Qué pasa Dae?—. Preguntó curioso.

—ChanYeol me dijo "gracias"—. Dijo emocionado, con la voz chillona como si se tratara de una chica enamorada. Las mejillas sonrosadas y las manos cubriendo su rostro.

—¡¿por qué estás tan feliz?!—. Preguntó nervioso. —¿eres una chica acaso?

*¨*¨*¨*¨

KyungSoo y ChanYeol fueron a almorzar uno de los patios del instituto. Estaban sentados en el césped y bajo la sombra de un gran árbol.

—Hace unos momentos, le dijiste gracias a JongDae—. Dijo KyungSoo mientras el vampiro lamía con cuidado sangre de su dedo índice.

—Ah...

—ChanYeol, has cambiado ¿verdad?. Solías tratarnos a todos como ganado—. Mencionó pensativo.

—Cállate—. Dijo incomodo. —No me lo restriegues en la cara en todo momentos...—. respondió entrelazando su mano con la del pequeño.

—Tu vida debe ser difícil porque no eres honesto.

KyungSoo había notado que el vampiro muchas veces reaccionaba como un gato cuando hablaban sobre cosas que le incomodaban. Justo como le sucedía en aquel momento, en que lo vio suspirar pesado y algo molesto.

—Gracias por la comida—. Le dijo el vampiro, dándole un suave beso en la marca que dejó en su dedo índice. —Toma, aquí una tirita.

—Gracias—. Respondió. «Ha cambiado de tema», pensó mientras se ponía el parche. —Entonces, voy a empezar a comer el kimchi que preparó mi madre—. Dijo suave. ChanYeol lo observo.

—incluso ahora...—.  Comenzó a decir el vampiro. —todavía pienso que los vampiros somos profundamente diferentes de los humanos. Realmente no me apetece hacer amigos—. KyungSoo lo observó sorprendido por sus palabras. —Pero tú pareces estar feliz cuando soy amables con ellos—. Dijo, encogiéndose de hombros. Ante el silencio de su novio, levantó la vista hacia él, haciendo un puchero. Sus mejillas estaban completamente coloradas. KyungSoo contuvo el aliento, sonrojándose también.

—¡QUÉ LINDO!—. Gritó feliz.

—¿Ah? ¿De qué estás hablando KyungSoo?—. Gritó nervioso. Igual que un gato engrifado.

—¡ERES MUY LINDO!

—¡Cállate y come tu comida!—. Gritó fastidiado.

KyungSoo guardó silencio intentando calmar su emoción e hizo un puchero. ChanYeol se sintió abatido y avergonzado.

—Yo también quiero hacer cosas que te hagan feliz—. Le dijo de la nada el pelinegro. Mirándolo con sus pequeños ojos llenos de ternura y sinceridad. Mostrándole el corazón de su sonrisa. ChanYeol lo miro asombrado y conmovido.

—¡Es una promesa!—. Dijo, aprovechando la oportunidad. Con la cara sería. La voz gruesa y ese brillo amenazante en los oscuros ojos.

—¿Eh? ¿Qué?

—Sí, sí. Es cierto, es cierto. Quieres hacer cosas que me hagan feliz.

—¿Qué? La forma en la que hablas es algo siniestra y aterradora, sabes—. Dijo nervioso y sudando frío.

El vampiro lo observo con una sonrisa maliciosa y coqueta en los labios. Dejando a la vista sus colmillos. Era imposible para él negarlo ahora. Realmente amaba y necesitaba a ese pequeño humano de todas las formas posibles.

—De cualquier forma, solo quédate en mi casa hoy.

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2 de 4: Hemos llegado al fin 😔 Los siguientes dos capítulos son extras de la historia.

PD: lleguen leyendo hasta el final 🤭

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—Cuando era pequeño, pensé que los vampiros dormían dentro de sarcófagos—. comentó KyungSoo mientras caminaban.

—¿Ah?—. ChanYeol se sintió confundido ante sus palabras. —¡suena como si vieras muchas películas!—. exclamó. —rara vez usamos los sarcófagos para dormir—. Le dio una mirada tranquila. —la ultima vez que dormí en un fue en navidad...—. Comenzó a recordar. —tal vez porque siempre esto exhausto en navidad.

—¡Asi que si usan sarcófagos!—. gritó. —Quiero verlo con mis propios ojos...