Las palabras se quedaron atascadas en mi garganta, había dejado de escuchar el barullo, la música y todo lo que no fuese mi propio corazón latiendo tanto que parecía que se fuese a salir de mi pecho.La sensación que estaba sintiendo era como la recordaba, todos mis sentidos alerta, avisándome de que estaba en peligro, el chico rubio que estaba delante de mi no tenía buenas intenciones, pero eso yo ya lo sabía.
—Aléjate.–Conseguí decir mientras colocaba mis manos en su pecho, intentando empujarle lejos, aunque la realidad fue que no pude moverle ni dos centímetros.
Su sonrisa ahora se hizo más grande; podía afirmar que se estaba riendo de mí, de mi confusión, de mis dudas, de que fuese un cordero directo al matadero.
—¿Y qué vas a hacer si no quiero?–Su voz era ronca y segura, aunque podía distinguir un brillo de diversión en sus ojos azules, disfrutaba haciendo esto.
—Gritar.–Dije sin más; estábamos rodeados de personas, en cuanto levantase la voz lo sacarían de mi vista, era lo único que me hacía sentir a salvo.
Se pasó la lengua por sus labios, de forma lenta y divertida, manteniendo en todo momento la sonrisa, la cual comenzaba a molestarme profundamente.—Hazel, si yo quiero esta gente no escucharía ni una palabra, ni siquiera podría verte.
Fruncí el ceño de manera automática antes de tragar saliva, intentando buscar algo para responderle, pero mi mente estaba en blanco, no conseguía entender si simplemente esto era una broma de muy mal gusto o hablaba en serio.
—No tengo tu cadena.–Dije rápidamente, sabía que había una parte de mí que estaba deseando tenerle delante de nuevo, pero ya era suficiente, esto no estaba bien.—La tiré, ya no tienes nada que ver conmigo.
Luke me miró, borrando por fin la sonrisa de sus labios al mismo tiempo que intentaba averiguar si estaba diciendo la verdad.
—¿Dónde la tiraste?–Preguntó con los dientes apretados, ahora su actitud era completamente distinta, su respiración se estaba agitando y no había que ser muy listo para saber que se estaba enfadando.
—¿Si te lo digo me dejarás en paz?–Mi voz tembló levemente aunque intenté mantener la compostura, sabía que había sido un error tirarla, pero pensaba que esa sería la manera más fácil de librarme de todo esto.
Claramente me equivocaba.
El rubio se apartó, pero no para dejarme ir, sino que me agarró fuertemente del brazo y me obligó a caminar.—No me lo vas a decir, me vas a llevar hasta allí.
Negué con la cabeza mientras me intentaba zafar de su agarre dejando de caminar, ¿por qué se creía con el derecho de tratarme de esta forma?
—No puedo irme, y menos porque tú me lo digas.–Aunque tiré con todas mis fuerzas su mano no se movió de mi brazo.—Mis amigos se van a preocupar, van a buscarme.
Todo ocurrió tan rápido que no pude ni reaccionar.
Siguió tirando de mi, ignorando cada cosa que salía de mi boca, consiguiendo sacarme del recinto del concierto y meterme en un coche negro que se encontraba aparcado en la entrada.Cuando cerró la puerta del copiloto, donde yo me encontraba, la bloqueó para que fuese imposible abrirla desde dentro.
Él se subió y me miró, sabía lo que quería que le dijese, pero su mirada solo me confirmaba que después de conseguir su estúpida cadena iba a matarme.Estaba dando una paliza a aquel pobre chico, seguramente haya matado antes, ¿por qué no hacerlo ahora conmigo?
—En uno de los callejones cerca del Heaven.–Pronuncié en voz baja, manteniendo la vista en mis manos y en cómo estas se movían nerviosamente, ¿estaba temblando?

ESTÁS LEYENDO
Lucifer; lrh
Novela JuvenilLucifer era el ángel más hermoso de todos, que por culpa de su soberbia se rebeló contra Dios queriendo ser como él, y fue expulsado del cielo como castigo.