No pasé el examen

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Por fin había conseguido entrar a una universidad. Habían aceptado a varias personas que conocía y estábamos buscando nuestros salones. A Nita le había tocado en uno de los salones de abajo, yo leí su nombre en el cartel de afuera y le avisé. Yo seguí buscando mi nombre y no lo encontraba en ningún lado. Gaby me decía que mi número de folio debería estar en los últimos salones y entonces yo continué subiendo hasta que llegué al último salón. A ese salón correspondía mi número, pero seguía sin estar en el cartel de afuera, aún así entré al salón y me senté. No recuerdo de cuántos pisos era el edificio pero estaba muy alto. Nos empezaron a decir que en caso de temblor no estábamos en peligro, que las instalaciones eran seguras. En lo que el señor estaba hablando, yo tomé un papelito que había en la ventana y estaban los nombres de mis compañeros y al voltearlo, decía "alumnos que no pasaron la prueba". Leí el nombre de Anahí y en mis adentros pensé "pobresita" y volví a voltear el papel. Fue ahí que me di cuenta, ¿Y si yo tampoco pasé y por eso no está mi nombre del otro lado? Pero, entonces ¿por qué en los resultados salía que si había pasado y me dieron número de folio? Aún así volví a la sección de los que no pasaron y ahí estaba mi nombre. El profesor empezó a mencionar esos nombres de los que no pasaron y muchos se comenzaron a levantar, incluida yo. Había llegado Aidan y se había sentado cerca de mí, era una lástima que ni si quiera haya podido hablar con él. Todos comenzamos a quejarnos de por qué no habíamos pasado si en los resultados decía que sí. Yo estaba tan segura de que en mi examen me había ido tan bien. El profesor comenzó a decir que después al analizar nuestra vida estudiantil evaluaron otras cosas y que ahí habíamos quedado fuera. Era lamentable, el profesor nos comenzó a prestar el teléfono para hablar a nuestras casas, en lo que esperaba mi turno me distraje y cuando él ya había guardado el teléfono yo me había dado cuenta que ya me tocaba a mí pero seguía distraída. Se lo pedí de nuevo y él lo sacó. Al parecer la llamada se cobraba desde que comencé a marcar y mis dedos estaban torpes, así que tarde mucho marcando y el profesor me dijo que se había acabado mi tiempo. Yo dije que yo tenía crédito, que marcaba del mío, pero mis dedos seguían mal y el patrón de desbloqueo estaba raro, los puntos estaban movidos y no me dejaba poner la contraseña, el profesor se enojaba pero yo seguía buscando alternativas.

Antología de sueñosWhere stories live. Discover now