Tenía una amiga que estaba loca. Nos quedábamos unas cuantas niñas en el salón y la maestra nos decía que habían ido a supervisar nuestro trabajo y nosotras nos poníamos a limpiar. Llegaban estas personas. Eran dos hombres. Uno adulto y uno joven que era muy cariñoso conmigo. Intentaban usar la maquina y no podían pedir de burger king, así que me pedían ayuda. Yo tampoco sabia como usar la maquina y terminaba rompiendo su ticket. El joven se enojaba mucho pero seguía siendo cariñoso conmigo. Salíamos del salón y estábamos en una especie de clausura, que yo suponía era la nuestra. Ahí estaban Yamile y Desire. Pasaba en rato y todos nos amontonábamos. Habían dos chicos (uno me recordaba a Francisco M. ) y nos hablaban, eran nuestros amigos. Además, había otras dos niñas. Una de esas niñas no nos dejaba ir, era la loca. Yo ya lo había notado, pero mi otra amiga me lo decía y nos retirábamos de donde estábamos para hablar de eso. Mis amigos preguntaban por nosotras y entonces aparecíamos. Mis papás estaban ahí, así que les conté nuestro problema y se ofrecían a llevar a la chica. Yo les advertí que estaba loca, pero no me creyeron. En el camino, leían una libreta que era su diario, donde decía puras mentiras, entre ellas, decía que el chico joven que era cariñoso conmigo la había violado. Intentábamos huir pero ella nos seguía. Había mucha gente en la calle. Estábamos en una especie de pasillo, y esas personas estaban caminando. Nosotros corríamos, y nos encontrábamos a Dalas, quien nos cuestionaba y no nos creía lo que le contábamos. Corríamos tanto hasta perderla. Entrábamos a una casa de una señora, y entonces, la perdíamos.