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— ¡Todo esto esto es tu culpa! — señaló al rubio.

— ¿Mía? ¡Todo empezó por tu broma de la mañana, así que no me vengas a reclamar!

— Ay dios — Jisung se sentó en el piso y se cruzó de brazos — ¿Ahora qué voy a hacer?

— Deberíamos buscar si ésta cosa se puede revertir — empezó a revisar los papeles que estaban en las vitrinas en busca de alguna respuesta — ¡Oh!

— ¿Encontraste algo? — se levantó el pequeño.

— Es una hoja de su diario — apuntó con el dedo para que el pelinegro pudiera ver, pero debido a su altura era imposible — Dice que la máquina ya está lista para usarse y que verá si funciona.

— ¿Dice algo más? — se puso de puntitas para tratar de leer, pero terminó perdiendo el equilibrio.

— Ten más cuidado Park, eres un niño y eres más frágil — el mencionado bufó — ¡Encontré algo más!

— ¿Qué es, qué es?

— Dice "Proyecto viaje en el tiempo"... — calló unos segundos para pensar — Éste tipo quería viajar en el tiempo, pero parece que el tiempo viajó en él.

— Quizá esa sea la razón de su desaparición.

— Es lo más probable — los pasos de personas acercándose los alarmaron — Escondete Park, no pueden verte así.

Los pasos cada vez sonaban más cerca. Jaemin estaba preparado para dar explicaciones.

Pero al final era una pareja de señores nada más.

— Ah, buenas tardes — saludó el señor.

— Buenas tardes — hizo una seña a Jisung, diciéndole que ya podía salir de su escondite.

— Oh que lindo niño — la señora se acercó a él — ¿Estás perdido? — el rubio actuó de inmediato.

— Oh no, viene conmigo — lo tomó de la mano — ¿En dónde estabas Jisung? ya te he dicho que no hagas travesuras.

— Que lindo, ¿Es tu hermano?

— Sí, venimos de paseo, pero ya nos íbamos.

— Que bien, que se diviertan.

Se alejaron lo máximo posible de ellos.

— ¿Y ahora qué?

— No sé, pero primero suelta mi mano

— Oh, perdón.

Se mantuvieron en un rincón pensando en qué demonios hacer. Hasta que salió Jisung adinerado a resolver todo.

— Podemos pedir ayuda a mis papás, ellos pueden conseguir gente para que me devuelva a la normalidad.

— ¿Y cómo lo vamos a contactar genio?

— Llámale por teléfono, ten aquí está mi- — al no sentir nada en su bolsillo, empezó a buscar desesperadamente — No está mi celular.

— Probablemente se quedó en el museo.

— No, lo dejé en nuestra habitación

— ¿Por qué lo dejarías en la habitación? — iban a empezar a discutir.

— ¡Porque teníamos prisa y no me fijé!

De pronto, la risa de Jaemin calmó la pelea.

— ¿De qué te ríes?

— Tu voz es tan graciosa — seguía riendo — No puedo, te enojas muy gracioso — y no podía dejar de reír.

— ¡Ya cállate, no es divertido! — el rubio calló.

ㅤ𝐔𝐧 𝐩𝐞𝐪𝐮𝐞ñ𝐨 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚 || ᴊᴀᴇsᴜɴɢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora