Enséñame a amar | 「Broly x Chirai」¡FINALIZADA!

21: "Amor Discreto"

Era de noche, afuera el tiempo anunciaba la tormenta con el estruendo de los cielos. Y ya todos se disponían a dormir, a excepción de ella, quien atrapada por las ganas de verlo con la intención de volver a abusar nuevamente de su inocencia, va sigilosamente por los pasillos en puntillas y con ojos de halcón, logrando pasar desapercibida por cualquier alma caminante en el curso. Mientras que él ya se había acostado recién, porque tenía sueño y quería cerrar los parpados para dormir, acción que es interrumpida drásticamente cuando escucha a alguien pronunciar su nombre.

"Broly..." Escucha reiteradamente, por lo que perezosamente acude a abrir la puerta, y cuando lo hace no ve mucho debido a la oscuridad, pero a juzgar por la voz ya intuye quien es. El relámpago resplandeciente ayuda vislumbrar a su visitante inesperado.

— ¿Chirai...? ¿Qué ocurre?

— ¿Puedo... puedo dormir contigo?

— ¿...Eh? — Musita confundido.

— ¿Qué pasa? — Pregunta ella, sin esperarse ese gesto como de desconfianza.

— Nada es que...

— Si lo sé, es raro... pero ahora que tú y yo... bueno ahora que estamos juntos, pensé que entre tú y yo esto era normal.

— ¡No yo no dije eso, si quieres pasar adelante pasa! — se adelanta a aclarar ese malentendido cuando ve que lo sacaba de contexto rápido.

La peliblanco haciendo caso, entra un tanto cohibida por su intromisión repentino. Sentía sus mejillas ardiendo, sin saber porque, quizás (intuye) es el efecto que le producía aquella habitación, o tal vez sea que luego de esa noche pasional, su presencia tan cercana a la suya le generaba ese tipo recuerdos de categoría sensoriales.

Sin perder el tiempo en pequeñeces la invita a acostarse a su lado, y ella obedeciendo tímidamente lo hace.

— ¿Es irónico no lo crees? Ahora resulta que soy yo la que te pide dormir contigo... jajaja... — reía recordando esas noches entrañables, cuando él no podía dormir y se recostaba junto a ella para conciliar el sueño. Y así estuvieron por unos cuantos minutos, en silencio y con la vista arriba, pensando; al parecer ninguno de los dos se decidía a dormir, sólo se la pasaban en silencio, escuchando sus respiraciones y pensando en todo pero a la vez en nada. Daba vergüenza hasta respirar, porque el silencio era tal, que hasta el sonido del reloj hacia echo por toda la recamara, y ni hablar de el latido de sus corazones.

No se dieron cuenta en qué momento la tensión pasó a ser el sentimiento central que inundaba el ambiente, era como si para romperlo uno tenía que decir algo, pero las palabras no salían de ninguno. Sentían la necesidad de hacer algo, pero ese era el dilema, quien de los dos se atrevería a ser el/la valiente que brindara el beneficio de la imaginación. Hasta que finalmente, la que se decide es ella, se gira para el lado de la persona con quien compartía la cama.

El pelinegro percibió como ella se movió entre las sabanas, pero como no la podía ver debido a la oscuridad, supuso que solo cambio de dirección para dormir mejor. Pero tal fue su sorpresa cuando primero, escucho su reparación demasiado cerca de su oído, cosa que en principio lo incomodaría de no ser por su respiración pesada (fingida) que la hacía parecer dormida. Pero lo que sí lo alarmó fue cuando lo tomó del brazo, para abrazarse del mismo.

— Ch... — iba a pronunciar su nombre pero es rápidamente interrumpido.

— Oye Broly... Lemo no se puede enterar de esto... en realidad nadie.

— ¿Qué...? ¿Y por qué?

— ¡Porque no! Tan simple como eso... — sentenció dejando claro sus duras palabras.