IV- Reuniones y estrategias. Un nuevo comienzo.

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Por favor, sé que tendrán ganas de matarme cuando finalicen el capítulo. No lo hagan.  Ahora, ¡a disfrutar!

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Tagiru miró a su alrededor. Con el paso de los años, aquella zona del DigiQuartz había sido preparada para albergar las reuniones que cada cinco años había con las demás generaciones. Entre todos, habían construído su pequeño refugio. Habían sido un par de años de planificación. De trabajo colectivo. De idear una manera de que los líderes y sus generaciones pudieran ir de dimensión en dimensión sin tener que contar con la ayuda del relojero.

Habían encontrado la manera. Había que abrir la puerta con uno o más Digivices. Centrarse. Encontrar qué puerta estaba abierta. Se necesitaba la colaboración de mínimo un elegido en el lugar de partida y otro en el lugar de llegada. Una vez en la dimensión deseada, para evitar que sus datos fueran alterados, debían ponerse unos colgantes temporales, específicos para cada elegido, que evitaba que esto sucediera.

¿Por qué? Wisemon, Koshiro y Thoma habían dado con esa explicación. Al viajar a otra dimensión y permanecer en ella más de veinticuatro horas, los datos del viajero comienzan a cambiar para adaptarse al tiempo que le correspondiera.

Por eso, la creación de aquel lugar, coloquialmente conocido como el "paso fronterizo", aunque oficialmente era llamado DigiGate International, había sido bastante divertido. Mientras los cerebritos investigaban para arreglar los problemas de los datos, simultáneamente en las cinco dimensiones habían comenzado a construir el recinto.

Contaba con una sala central con cuatro puertas, una por cada dimensión a la que se podía viajar. Una quinta, que aún no sabían cómo activarla, que servía para viajar al Digital World. La sala central era lo suficiente espaciosa para que los Digimon de Etapa Mega pudieran pasar sin ningún problema. Unos sofás, una mesa y una máquina expendedora eran sus complementos. Estaba diseñada para una espera cómoda.

En la misma planta de abajo, estaba la sala de reuniones, donde por lo normal, solamente los líderes lo usaban, en ocasiones acompañados por los Compañeros de Armas. Si era una reunión en la que se necesitara la participación de todos, subían al primer piso, donde estaba el gran comedor, usado como macro sala de reuniones cuando la situación lo requería. Siguiendo en la primera planta, estaba una gran cocina y un salón lo suficientemente grande para todos, que se expandía hacia el comedor.

Ya en la última planta estaban los dormitorios para las generaciones. En cada dimensión variaba, ya que la generación anfitriona no podía dormir allí. Si lo hacían, compartían habitación con algún otro miembro o dormían en el salón. Cada habitación tenía baño propio, equipado con todo lo necesario.

Tagiru suspiró, acercándose, para entrar en el recinto. Cabía destacar que mientras los elegidos estuvieran dentro, no necesitaban el colgante.

—¿Vas a contactarlos? —preguntó Yuu. Sus ojos morados mostraban seriedad. Sus cabellos rubios, ahora cortos, le daban un aspecto de mayor seriedad.

—Taiki-san lo ha pedido. Pero el DigiQuartz ahora es peligroso... si esas amalgamas se acercan, entrad y activad el sistema de defensa.

—Montaremos guardia —Ryouma sonrió. Sus cabellos platino le llegaban a la altura del hombro. Aún iba vestido con el traje negro que usaba en su trabajo—. Seremos la primera barrera contra esas aberraciones...

—Ve —Airu asintió. Llevaba su cabello rubio recogido en una coleta alta. Sus ropas seguían siendo como siempre algo extravagantes—. Te esperamos aquí.

Ren asintió, con una sonrisa confiada en sus labios. Zenjirou hizo lo mismo, ambos alzando sus espadas de kendo. Akari, con su rojizo cabello recogido en un moño, alzó un pulgar. Llevaba un conjunto de camiseta fina de manga larga, anaranjada, con escote y pantalón corto. La funda de la pistola la llevaba atada en una de las piernas.

Digimon Future: Xros WarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora