IX- Las alas del adiós

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Os dejaré la canción del concierto cuando esta empiece a sonar. ¡Disfrutad de la lectura!

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Ninguno quiso decir nada ante las palabras del Digimon King. Nadie del Xros Heart quiso dejar ver que aquellas palabras taladraban sus corazones. Los Generales del Blue Flare y del Twilight miraron a Taiki, que no apartaba la mirada de la televisión. Apretaba los puños. Sentía dolor por lo que estaba viendo. Su respiración se había agitado.

—Taiki-san.

La mano de Tagiru en su hombro fue lo que le impidió salir corriendo. No se giró. Se concentró en calmar la ira que sentía.

—¿Sabemos ya lo que son las Amalgamas?

Kouji y Takuya negaron. La Salamandra tenía las manos en su bolsillo, intentando pensar una manera para solucionar aquello.

—No. Hemos estado analizando la muestra que obtuvimos, pero no conseguimos sacar un ADN claro. Está todo demasiado mezclado. Pero... Me recordó a algo que ya había visto...

Todas las miradas se fijaron en el portador de los Spirits de la Luz. Parecía pensativo. Recostado en la pared junto a su mejor amigo, al que miró a los ojos.

—Me recordó a ti, Takuya. Tu ADN y el de las Amalgamas son muy similares

—¿En qué sentido? —el ángel de fuego no estaba muy feliz ante esa comparación.

—Son dos ADN que no son ni humanos ni digitales. En tu caso, es una mezcla equilibrada. Tu parte Digimon y tu parte humana se sostienen la una de la otra. La una complementa a la otra y si se separaran, sería peligroso.

—¿Qué tiene que ver con las Amalgamas? —preguntó Kiriha.

Taiki y Taichi intentaban seguir la explicación. Para el general rojo, aunque le costara un poco, lograba entenderlo. El líder del Valor estaba procesando todo. Frunciendo el ceño porque no lo entendía.

—Que no son al cien por cien digitales... tienen... algo de ADN de un humano.

Kouji midió sus palabras. La mirada de que los demás elegidos le dieron no le gustó. Pero no era momento de callarse la verdad. Pasó una mano por su rostro, reprimiendo un suspiro. La tensión se podía palpar en el ambiente.

—Así que —Thoma decidió hablar—, quien sea que haya creado a las Amalgamas, no sólo ha estado secuestrando Digimon, si no que también está utilizando a humanos.

Taichi de la nada palideció. Dejó caer la taza que acababa de tomar. Se giró hacia todos. Su rostro mostraba una mueca de preocupación.

—Hace meses que no sé nada de Yamato... mi lazo con él me dice que está a salvo, pero muy lejos de mí. A veces transmite dolor... ¿Creéis que... ?

—Es un posibilidad —suspiró Nene, con las manos en los hombros de Izumi, intentando mantenerla calmada—. Si lo que dice Kouji es verdad, tenemos que tener cuidado. Puede que los Digimon no sean los únicos que sean cazado.

—Es un plan perfecto.

Taiki se había sentado. Sujetaba las gafas en una de sus manos, mientras la otra la apretaba sobre su pecho. Se tomó unos minutos en los que todos permanecieron en silencio, antes de hablar. De expresar con toda claridad el macabro plan que se estaba llevando a cabo.

—Una guerra entre ambos mundos. Tanto Digimon como Humanos morirán. Muchos serán hechos prisioneros por ambos bandos... mísera carnada para quien esté creando a las Amalgamas. La manera más fácil de que nadie note las desapariciones.

Digimon Future: Xros WarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora