El Chico de Las doce Cadenas: Desatamiento

Primer Acto • 3/13 • La Cerradura de Cristal

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31/08/17

Cuando llegue al departamento, mojado por lluvia y lágrimas, fui lo más rápido que podía a mi habitación cerrándola detrás de mí; el collar se sentía aún más pesado que antes, nunca había pasado algo así antes, tenía entendido que las gemas espejo reaccionaban a tus estados de ánimo y nivel de energía, pero nunca imagine que sería algo tan horrible de experimentar, era como una tortura.

Me metí a la ducha esperando que calentara, no quería agarrar un resfriado apenas llegar, me quite toda la ropa tirándola al cesto de ropa sucia y luego coloque mi cuerpo debajo del cálido chorro de agua, haber dejado a Acke así todavía dolía, aunque no tanto como la furia desbordante que me causó el haber olvidado. mi tristeza y a Zafiro por un par de horas, mi mente se empezaba a nublar de pensamientos negativos nuevamente, como vampiros alimentándose de mis emociones, detuve el agua y me senté en la fría loza.

Medita y vacía tu mente, la voz de Zafiro surgía dentro de mi cabeza.

Inhala, siente la energía de tu piedra espejo liberando su energía positiva en ti; exhala, que tu energía negativa se transfiera a la gema y la purifique.

Coloque la piedra entre mis manos presionando contra mi pecho, inhale y sentí una pesadez presentarse en el aire, aguante y la abrasante temperatura de la piedra disminuyó dejando de quemarme las manos, exhale y un flash de luz se mostró.

Abrí los ojos asustados ya que se sentía igual que las luces del accidente y de repente, noté que no estaba en mi habitación.

Estaba dentro del coche y Zafiro estaba a mi costado, pero la imagen se veía borrosa, como si tuviera los ojos exageradamente desenfocados, me abalancé hacia Zafiro, tal vez así se salvaría, el estridente ruido de la bocina del camión sonó y esperé el impacto, pero en cambio mi cabeza se golpeó contra la pared de la ducha, seguía en el baño, no entendía qué había pasado, pero se había sentido demasiado real, no como un flashback, si no como si realmente hubiera regresado a ese momento, coleta alta, surgió en mi mente, ese era el peinado que llevaba Zafiro el día del accidente, mis recuerdos parecían haber regresado, si, un uno por ciento, pero tal vez podría recuperar la memoria más temprano que tarde.

La gema ya no ardía y se sentía natural como antes, vi la hora y ya me tocaba tomar las pastillas que me había recetado el psiquiatra para el TEPT, cogí el frasco, saqué una pastilla mirándome al espejo.

No.

Las pastillas me hacían sentir fuera de mí, como si mi mente actuara en automático siempre, pero talvez dejarlas me darían claridad, me ayudaría a acercarme al porqué de la muerte de Zafiro.

Tire la pastilla al inodoro y jale la palanca.

-Es la única manera-

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Apenas entré a mi departamento levante al pequeño Ariel y lo abracé dando vueltas.

– ¿Mi Aki porque tan contento? –preguntó mi tía Aida.

–La nueva vecina seguramente lo enamoró– Bromeo el tío Alexis

Mi madre salió del baño acomodándose la ropa– Aki que tal, perdón por lo de la mañana me confundí con la otra familia que viene la otra semana, pero el hijo mayor de esta tiene justo tu edad, podrían ser amigos ¿ya lo conociste? –Mis tíos me miraron y después se miraron entre sí con miradas cómplices– ¿qué? ¿Tengo una mancha en la blusa? –Dijo mi madre revisándose.