stripper | chanin

O6

"¿Estoy equivocado por querer que funcionemos?

Dime tus mentiras

Porque no puedo enfrentarlo.

Eres tú, eres tú, eres tú

Eres tú, eres tú, eres tú..."

-It's you- Zayn

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Chris miró desde la tarima esos ojos que tanto le gustaban, esa mirada profunda y delineada. Estaba sentado en la mesa del centro, con un vaso en sus manos sin llegar a tocar sus labios, con una pose sensual y erótica que le dejaba en claro que estaba ahí para una sola cosa. Jeongin estaba ahí, el club desapareció y solo eran ellos dos, Bang y Jeongin.

El rubio lo miró directamente, la música sonaba marcando los pasos, Christopher hizo lo que mejor podía hacer, para eso estaba él ahí, para verlo mover sus caderas, para ver su cuerpo con esa mirada oscura y lujuriosa.

Christopher se dejó llevar por el ritmo de la música, simple y sin pensar. No supo en qué momento Jeongin había subido a la tarima y estaba al final de esta, mirándolo de manera caliente y densa, esos ojos delineados traspasando sus barreras y acariciándolo desde la distancia.

Jeongin pasó su lengua por su labio inferior, su mirada de superioridad y deseo, sus pasos comenzaron a acortarse y Chris estaba ahí, mirándolo como un idiota, disfrutando de verlo en esos pantalones negros ceñidos a sus muslos, con esa camisa azul marcando sus hombros y pecho, con el pelo rosado alborotado, los ojos perfectamente delineados y su sonrisa ladina.

Su cuerpo no respondía y para cuando Jeongin había acortado la distancia lo tiró fuertemente del cuello de la camisa y estampó sus labios contra los suyos. La música se fundió como sus bocas, sus manos no tardaron en dirigirse a las estrechas caderas y las de Jeongin a pasearse por sus brazos y enredarse en su pelo. Los jadeos eran necesarios, aquel beso ahora era demandante, fuerte, salvaje. Jeongin mordió su labio inferior con fuerza y él solo gimió, gimió porque lo deseaba, deseaba que Jeongin sanara su dolor con él, deseaba todo de ese chico pelirosado y disfrutaba de su mirada salvaje, de sus labios sobre él, sus lenguas enredandose y manos por toda su espalda.

Sus caderas presionaron las otras y el roce logró que ambos gimieran. JeongIn sonrió, dejó de atormentar sus labios para dirigirse a su cuello, dientes marcando la suave y sensible piel, labios besando y succionando, su lengua humeda dejando un rastro tibio y caliente que llegaba directamente a su pene, joder, Jeongin estaba disfrutando tanto como él.

-Folláme... folláme Bang.- Mierda, la voz de Jeongin lo sobrecalentó. Si, lo follaría ahí mismo en la tarima, lo necesitaba, lo levantó y el menor rodeó sus caderas con sus piernas.- Follame aquí mismo, duro, rápido.-Christopher gimió grave en su oido, su polla palpitó fuertemente en sus pantalones y volvió a atacar los hinchados labios de Jeongin.- Chris~- El pelirosado meneó las caderas, su polla abultada chocando con su trasero y la polla de jeongin restregandose en su abdomen.- Christopher.- Joder, lo quería tomar ahí mismo, lo haría sin importar que estén en la tarima del club y que alguien los viera, solo estaban ellos dos, calientes y excitados.- No Christopher...- Pero de un momento a otro todo se volvió bizarro, Jeongin ahora no se movia, ya no estaba a su lado, estaba más alejado.- No.- Jeongin estaba más rígido, buscó su mirada y se encontró con el recuerdo, con ese Jeongin que dejó botado en el sofá aquella noche. Ojos cristalizados, con esa decepción y dolor pintando sus pupilas. Esa mirada de desprecio.