Reto 8.

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Me gustó este reto porque es algo que tal vez muy pocas personas se atreven a hablar. Es un tema delicado, el de la aceptación propia, el de conocerte, porque es un proceso largo el de quererte y aceptarte. No siempre podemos estar felices, habrá días en los que te rindas, en el que huyas (no está mal rendirse ni huir, que quede claro. Depende de la situación). habrá días dónde de verdad estés triste.

Ayer estaba viendo un drama coreano, en el último capitulo. Salió la frase: "Estés viv@ o muert@ la vida siempre va a tratar de despedirse" (Hace referencia a que vivo o muerto, la vida siempre siempre tratará de que haya despedidas, y que obviamente te duela, ya deberíamos de estar acostumbrados).

El reto trata de:

Escribe una carta suicida o de tu muerte despidiendote de alguien especial, puede ser de cualquier género.

Ahí les va la mía:

Ni siquiera sé cómo comenzar esta carta. Tampoco no es como que haya receptor. Llevo meses, quizás años llevando cierta conducta. No quiero causar miedo o preocupación a personas de mi círculo social o zona de confort, sobre que puede pasar conmigo en estos momentos, jamás pensé hacer públicos mis sentimientos, no siento que sea un buen método. Pero prefiero hacerlo a personas que no conozco pero también quiero, y es la razón por la que no puedo hacerlos públicos familiarmente. ¿Qué si he tenido pensamientos suicidas? Si, lo he hecho, he pensado varias veces eso, sobre que pasaría si tan solo no estuviera viviendo. Yo daría literalmente la vida a personas que amo. Ya que estuve culpando los últimos años sobre la muerte de mi madrina (una mamá para mí). Hablé con una amiga sobre esto. Yo trate de investigar y analizar mi situación, busque en libros, sobre la aceptación y la superación, lo que lleva a la culpa. Al final ella (mi amiga) me dijo lo mismo, que no era mi culpa y la dejara ir. Es cierto. Yo pensé en darle la vida a mí madrina. Le daría mi vida cien por ciento, que ella siguiera viviendo y no yo. Ella tiene hijos, y para toda madre lo importante son sus hijos (las que están en su sano juicio, obvio). Pero no se puede. Además, es cierto, ¿cómo decirle a la mujer que te dió la vida, que quieres morir? Es difícil, realmente difícil. Llevo meses guardandome estos sentimientos, que ni siquiera puedo verla a los ojos. A mí familia, como la puedo ver así. A Dios, como puedo tan siquiera tener el cinismo de quererlo, de ir a su casa sin sentirme mal. Porque quitarte la vida es un pecado, y si no pudiste vivir en la tierra, tampoco vas a vivir en el cielo. Dios cuando mueras, cuando te toque subir con él. Te va a hacer dos preguntas: la primera es ¿Estás contento con la vida que tuviste? y la segunda es  ¿Son felices otras personas por qué tú viviste? Si respondes si a las dos preguntas, podrás quedarte con él. Pero cuando tú te quites la vida, ¿cómo podrás verlo? ¿cómo podrás decirle que no fuiste felíz?
Tengo miedo en cierto aspecto, porque hasta para quitarte la vida tienes que tener valor. Tampoco quiero hacer un show despidiendome, solo quiero decir adios a la vida que ciertas personas me dieron, a la felicidad que algunas personas me dieron y al amor que me brindaron, además del apoyo físico y emocional de algunas personas. Gracias y perdón por todo. De algunas personas que no merezco su perdón ni su gracias, pero de mi parte siempre tendrán un gracias y un perdón.

De verdad, de todo corazón, perdón y gracias.

Ahí está, listuki.

Me dolió escribir eso. Estoy en mis cabales, no se preocupen. Es una carta muy corta, si de verdad llegó a irme, haré una carta más larga y con más sentimiento, ahora no puedo mencionar a ciertas personas, pero si hago una carta, si pediría perdón y gracias.

Gracias a todos, amo compartir mis ideas.

— Park Moon ♡

RETOS para no aburrirse -en casa-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora