Capítulo II:Separación.

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En la inmensidad de aquel bosque los sonidos de la naturaleza habían sido remplazados por los de una ardua lucha.

Los detalles de la misión que les habían asignado no eran nada comparados con el duro enfrentamiento que estaban teniendo.

EL sudor les recorría la frente y se mezclaba con la suciedad y la sangre de las heridas que poseían a la vez que el cansancio comenzaba a dominarlos.

~;No creí que esto se complicara tanto...--Pensó el pelinegro dando un salto hacía atrás con su Katana, de reojo pudo ver a Sakura, se veía casi tan cansada como él, estaba demasiado herida, cruzó una mirada con Naruto y al verlo en iguales condiciones supo que debían terminar con ese enfrentamiento lo antes posible o sería el último.

Aplicó sus mejores técnicas y en colaboración con sus compañeros resultaron victoriosos luego de mucho más tiempo de lo esperado.

~;Necesito más entrenamiento...--Pensaba mientras Sakura atendía las heridas de mayor gravedad de su cuerpo, al verla en iguales condiciones que él presintió que si las cosas seguían así no podría protegerla en un futuro cercano ya que por poco terminan muertos los tres...--Suficiente...--Murmuró tomándole las muñeca y alejándolas suavemente fe du pecho.

Sakura lo miró haciendo una mueca de disgusto.--Sino término de curarte, las heridas pueden abrirse...--

--No gastes más... chakra en mí.--Murmuró intentando sentarse, pero la pelirrosa le dio un leve empujón y lo impidió.--No, déjame curarte o me darás trabajo luego...--Habló con firmeza provocando que él sonría levemente, en cuestión de salud ella siempre lo dominaba.

--Bien..--Murmuró cerrando los ojos dejándose llevar por el cálido chakra de su novia, la cual al finalizar fue a atender las heridas de Naruto y finalizó con las de ella.

{....}

Mientras caminaban de regreso a Konoha Sakura pudo darse cuenta que algo agobiaba la mente de su novio, algo había cambiado en el transcurso de ese día, pero esperaría al momento donde estén solos para interrogarlo.

{...}

Cerca de las diez de la noche, luego de entregar el informe de la misión y descansar un poco ambos se encontraban sentados en la sala viendo un programa de televisión.

--Desde que término el enfrentamiento te notó extraño y distante ¿Te sucede algo?--Cuestionó seriamente.

--...Nada.---Siseo sin mirarla.

Ella frunció el ceño y apagó la televisión, en un sútil movimiento le tomó la mano.--...Te conozco lo suficiente para saber que algo te inquieta.--

Sus ojos verdes llenos de preocupación y su dulce tacto eran suficientes para doblegarlo.--Necesito entrenar más.--

Ella se mordió levemente el labio inferior y agacho la cabeza prediciendo sus siguientes palabras.

Él el tomó el mentón con sus dedos pulgar e índice y le levantó la cabeza.--Mi venganza me espera, tengo que adquirir poder...lejos de Konoha.--

Sus últimas palabras fueron como una puñalada, pero se límito a sonreírle tenuemente.--Sabía que este día llegaría...--Ya habían discutido sobre ello en el pasado.--Te estaré esperando.--

--Lo sé...--Dijo sin dejar de mirarla, ambos sabían que ella no podía ir con él por sus proyectos personales en la aldea y porque la necesitarían en el hospital.

La besó sucumbiendo ante su cálidez, ternura y amor a la vez que ambos sentían la frialdad de la separación con tan solo imaginarlo.

--Vendré a verte...--Le murmuró contra el cuello mientras la mantenía sentada sobre sus piernas, deseaba grabarse cada centímetro de su piel.

Ella asintió en silencio resguardandose entre sus brazos.

{...}

Dos días después ambos se encontraban en la entrada de la aldea, el pelinegro había obtenido el permiso de la Hokage y se había despedido de Naruto y parte de sus compañeros de academia.

--Puede ser mucho tiempo...--Le recordó.

Ella asintió con una mueca que poco después se volvió una sonrisa forzada.--Lo se, solo... mientras te sea posible hazme saber de ti...--Le colocó una mano en la nuca y poniéndose de puntillas alcanzó sus labios en un beso agridulce, llenó de amor y la amargura del adiós, él le correspondió llevándola hacía su cuerpo, deleitándose con su suavidad y grabando cada dulce roce en su memoria.

Al separar sus labios, se dedicaron una última sonrisa y sin más palabras él se alejó por el sendero.

Breves lágrimas rodaron por las mejillas de la pelirrosa mientras lo veía desaparecer en el horizonte, dio media vuelta y regreso a su casa afligida pero confiando en que él regresaría.

[...]

Las semanas se convirtieron en meses...

Ella se encontraba con las manos apoyadas en el barandal de su balcón, la luna brillaba radiante sobre ella.

--¿Cuándo volverás...?--Se preguntó en un susurró anhelante, hace casi siete meses atrás lo vio partir y pasaron dos meses desde la última visita, cada vez era más díficil soportar su ausencia.

[...]

Tras unos árboles del patio, una sigilosa sombra miraba la encantadora silueta de la mujer del balcón.--Pronto..--Sonrió tenuemente mientras la veía entrar a la habitación.

[...]

Sakura se acostó sobre las cobijas de la cama soltándo un suspiro, estaba agotada por el trabajo y sus entrenamientos le había quitado gran parte de su chakra pero aún así no dejaba de pensar en su azabache.

--Sakura...--Ella se sentó de golpe ya que aquel susurró con su nombre no había sido parte de su imaginación, recorrió la habitación con la mirada y su expresión se transformo en un poema de felicidad.

--¡Sasuke!--Él caminó hasta la cama y permitió que los brazos de la joven le rodeen el cuello.--Te extrañe...--Le susurró sintiendo como colocaba una de sus manos en su espalda baja.

--Y yo a ti..--Murmuró sintiendo como ella suavemente lo guíaba hacía la cama.

Sé colocó sobre él en una posición bastante comprometedora que usualmente adoptaba, su mirada era intensa pero conforme se inclinaba apoyando su mano junto a la almohada adquiría cierto toque misterioso.

Pronunció el nombre del azabache con dulzura fingida y su expresión cambio drásticamente.--¿¡Quién eres!?--Exigió saber colocándole el kunai que guardaba debajo de la almohada cerca del cuello.

El azabache se sorprendió por ese repentino cambio pero fue más rápido que ella, le arrebató el kunai y lo lanzó contra la puerta, la tomó de las muñecas e invirtió papeles en contados segundos.

Ella jadeó sorprendida.--¿¡Qué quieres!?--Cuestionó forcejeando con el hombre que aún mantenía la imagen de su novio.

--A ti...--Lo último que vió la joven fueron unos ojos rojos similares a los de su azabache.

Itachi se apartó de la joven ya con su aspecto y copeando la caligráfia de uno de los cuadernos de la pelirrosa escribió una nota que dejó en la sala y fue por ella, le colocó unos sellos supresores de chakra y la tomó en brazos envuelta en una de las sábanas de la cama.

Saltó por el balcón y se perdió en las profundidades del bosque.

Al fin era suya...

⭐⭐Continuará.⭐⭐⭐

ItaSaku Y SasuSaku.-Culpable...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora