La amnesia de Bloom

Capitulo 2

Cuando desperté estaba sola en la cama, ¿donde estaba Sky? El me prometió que no se iba a ir nunca, me lo dijo antes de quedarme dormida. 

Me saque las sabanas de encima y fui hasta el balcón, abrí las puertas y camine hasta la barandilla de piedra. Me quede mirando el paisaje, era tan hermoso. Entonces un pequeño conejo azul se subió a la baranda, me indico que lo acariciase. Pero lo hice con miedo, no sabia quien era ese pequeño (aunque adorable animal). 

???: Es tu conejo Bloom. - escuche una voz que venia de la parte trasera, desde la puerta que daba al balcón. Cundo me di la vuelta un mujer de cabellos rojos, con unos ojos azules. Me parecía mucho a ella. - Hola hija, soy Marion, tu madre.   

Yo: Hola mama. - la mire de arriba a bajo. - ¿donde esta Sky? 

Mama: Esta mañana se ha despertado pronto y a salido. Nos aseguro que estabas dormida, no nos dijo  donde iba. 

Yo: Me dijo que no se separaría de mi lado... - entre dentro del cuarto. Mi madre me ayudo a ponerme el vestido que debía usar para hoy. Después las dos bajamos a la planta de abajo, allí fuimos al comedor y nos sentamos en la mesa, poco después entro un hombre, se sentó al lado de mi madre. No se quien es. 

???: Hola Bloom, soy Oritel, tu padre. 

Yo: Hola papa. - poco después entro un chica, que de inmediato reconocí como mi hermana. Seguida de otro hombre, al que no reconocí. - Hola Daph.

Daphne: Hola Bloom, - señalo al hombre que estaba a su lado - el es Thorem, es mi marido. - se quedo con una mirada fija en mi - ¿y Sky? 

Yo: Ha salido esta mañana, estaba dormida. No me he enterado. 

Papa: Lo mas seguro es que este en Erakion. Tiene que preparar muchas cosas. - tomo un sorbo de su te.

Yo: ¿El que? - estaba desconcertada, no entendía que es lo que tenia que prepara. 

Daphne: La boda... claro... ¿no te acuerdas de la boda?  - negué con la cabeza - Tu y Sky os vais a casar dentro de unas pocas semanas. Pero todo se esta retrasando, hasta que tu recuperes la memoria. 

Yo: Entonces, ¿es cierto que Sky es mi novio?

Mama: Tu y Sky estáis medio casados ya, lleváis como ocho años esperando a poder casaros. - tomo un trozo de bizcocho de la mesa - No hemos podido pedir un matrimonio mejor, la princesa de Domino con el rey de Erakion...

Daphne: Y por amor... como yo con Thorem. - se acerco a donde estaba su marido. 

Me empecé a sentir incomoda en ese momento, a si que me levante de mi sitio, pedí permiso y salí al jardín de palacio. Nunca había visto algo tan hermoso como aquello. 

Me acerque a donde estaba un banco en frente de una fuente. Allí me senté me quede mirando el agua de la fuente y me puse a intentar recordar algo de aquello. Pero nada, nada de nada. Escomo si fuera la primera vez que yo veía esto, la primera vez que estaba en el castillo, la primera vez que veía a Thorem, la primera vez que veía a mi madre, la primera vez que veía a mi padre... Pero ello se comportan como si me conocieran de toda la vida, como si todo esto era normal. En el único sitio donde sentía que no era juzgada era cuando estaba en los brazos de Sky, cuando estamos así siento que estoy protegida y que no me puede pasar nada malo. 

Ahora me sentía indefensa, como si... estuviera sola, que no tenía a nadie. Miraba a mi alrededor y estaba sola. No es que me sintiese sola, estaba sola. Pero si estuviera rodeada de personas, también me sentiría sola. Estaba sola.

En ese momento sentí las lagrimas en mis mejillas, no habían perdido permiso para salir, simplemente estaban allí, no me había dado cuenta de esto pero allí estaban. Me las saque con la mano, me acerque a la fuente y me lavé la cara y luego la subí para que el sol de verano me la secara. 

En ese momento sentí una mano en mi hombro. 

Allí estaba, recordaba su rostro, su nombre. Stella, allí estaba la chica de cabellos dorados,  ojos marrones como el chocolate, usaba un vestido, pero un vestido de calle, no como el que estaba yo usando en ese momento. 

Yo: Hola Stella, ¿que haces aquí? 

Stella: He venid a ver a mi mejor amiga. Para ayudarte. Pero aquí en Domino no te vas a acordar de nada. No has estado tanto tiempo en este lugar, como para que te tengas que acordar hay que llevarte a lugares conocidos. ¿Y cual es el lugar que mejor conoces? 

Yo: No lo se... ¿el castillo? - dije señalando el enorme castillo que estaba a mis espaladas.

Stella: No... ¡¡La escuela donde has estado viviendo por siete años!! - se quedo mirando sus dedos. - Siete años... wow, porque uno estuvimos en Gardenia... pero ya siente años... wow. 

Y de un momento a otro, Stella chasqueo sus dedos y estábamos en frente de un castillo, color rosa y con los tejados azules. Los jardines llenos de chicas mucho mas pequeñas que yo pero para cuando me quise dar cuneta, también estaba usando otra ropa. 

Stella: En este lugar has pasado siete años de tu vida, es como nuestra segunda casa. Estudiamos en este lugar, somos hadas y tu, eres el hada mas poderosa de toda la Dimensión Mágica, el hada del Fuego del Dragón.  - entramos dentro de la escuela y pude ver los largos pasillos. - Este era nuestro cuarto, cuando eramos estudiantes. 

Entramos en un departamento, el salón del lateral, la mesa de comedor de al lado del balcón, las estanterías llenas de libros, las puertas verdes que dan a los diferentes cuartos. 

Stella: Este era el cuarto de Musa y Tecna. - señalo una puerta verde. - el cuarto principal era el mio - señalo al cuarto que tenía las puertas mas grandes y verdes. - este el cuarto de Layla - señalo otra puerta - y este el tullo y el de Flora. - señalo la ultima puerta que quedaba. - Allí están los baños. -  señalo una puerta al lado de el mini-salón. - ¿recuerdas algo? 

Negué con la cabeza, salimos de allí y fuimos a la otra parte de la escuela del tercer piso. Las puertas en esta parte no eran de clases y se parecían mucho a las de la parte de cuartos de estudiantes supuse que sería la parte de profesores. 

Stella: Y este es nuestro cuarto ahora. - entramos en nuevo cuarto y allí una oleada de recueros se me vino a la cabeza. Y de repente, todo estaba negro. 

Como el día que me desperté, como ese día, todo negro. Sentía como se me iba llevando la oscuridad y como alguien a lo lejos me llamaba. Note como se cogían en brazos y como en aquellos brazos me sentía segura, me sentía protegida, ya no estaba sola, estaba acompañada por alguien que estaba allí con migo. Sentí su calor, pero sobre todo sentí la protección que sentía cuando estaba en sus brazos.