Capítulo 7: Cómo reunir los pedazos rotos.

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Dios, dolía como el infierno. Ya no estaba enamorada de Adriano, pero luego de un mes de ruptura, la costumbre aún era más fuerte que la razón. Me había acostumbrado a tenerlo a mi lado día y noche. A conversar con él todo el tiempo, a salir con él, a compartir mi vida con él. Pero no había nada que hacer, y aunque por fuera yo mostrará una sonrisa, por dentro aún estaba hecha pedazos.

Aunque el hecho de entrar al preuniversitario era de gran ayuda, pues muchas caras nuevas aparecieron, y otras, aunque no nuevas, se hicieron espacio en mi vida. Natalia se mudó de ciudad, así que la extrañaba muchísimo, y Amy tomó el IPBCE( una escuela especializada en ciencias), aunque solo duró dos meses.

Entonces mi vida se iluminó con los regalos que más agradezco hasta el momento, mis mejores amigas del alarma: Nila y Karla, además de un grupo de amigos que por primera vez eran propiamente míos, Ely, Vero, Cristy y Marlon. De alguna manera todos ellos llegaron para salvarme el día.

Pero a pesar de que las cosas iban pasando, aún me sentía vacía y triste, y una parte de mi lo extrañaba. Y como si la vida fuera el chiste más bueno de la historia, su actual novia estaba en la misma escuela que yo, solo que iba un curso por encima de mi.

Pero bueno, yo no soy de las chicas que se tiran a llorar a un rincón, y aunque si lloré mucho por el, no hay nada que las fiestas y los amigos no pueda quitar.

Comencé a ir al gym, si quería arreglar lo que pasaba lo debía cambiar todo, desde fuera hasta dentro. Descubrí que hacer ejercicio no era lo peor del mundo, y en poco tiempo comencé a ver resultados favorables, y no sólo lo comencé a notar yo.

Ahora sobre mi había un gran cartel que decía disponible, Karla y yo que éramos las fiesteras, resultábamos invitadas a todo evento que se presentara, eso incluía fiestas, piscinas, cumpleaños, en fin , de todo.

Entonces comencé a aplicar la política de que un clavo saca otro clavo, y aunque ya no sentía nada por Adriano, si estaba un poco vacía, y también muy deseosa de hacerle notar que se había equivocado.....y mucho.

Así fue como comencé una especie de "romance secreto" con Francisco, un chico de mi aula que era primo de Manuel, sé que suena un poco raro dada la historia que tenía con Manuel, pero eso eran aguas pasadas.

Mi relación con Francisco era tan libre como la palabra libertad, así que yo hacía lo que quería con quién quería.

En ese tiempo comenzó la etapa que yo conocí como "desenfreno". Cada noche y cada fiesta me traía un nuevo títere para jugar. Besé a más chicos de los que puedo contar, pero nada pasó de los besos.

Me había vuelto una perra sin alma, y me dediqué a jugar con el
pobre corazón de muchos. No me malinterpretes, yo dejaba muy claras las reglas del juego: solo una noche y no hay sentimientos.

Nila, que es una romántica sin cura, estaba empeñada en que lo mío con Francisco iba a tomar forma concreta, pero yo sabía que no.

Pero es que la vida se encarga de organizar muy bien las barajas, y en la fiesta de San Valentín, Karla y yo salimos tan sexys que juro por Dios que hasta yo, que odio mi cuerpo, me sentía hermosa.

Esa noche salimos también con Anna, que cabe destacar, detesta a la novia de Adriano, y en la fiesta quedamos paradas muy cerca.

Incluso hoy día, Clara, la novia de Adriano, me odia, pero en ese momento, era más que odio lo que sentía.

Esa noche no pasó nada del otro mundo, pero apenas unos días después, fue la fiesta de 15 años de Barbara, una amiga en común de todos.

La celebración fue algo fuera de este planeta, realmente única, como siempre Karla me acompañó en todo momento, y en está ocasión, Adriano, por más que intento, no pudo quitar sus ojos de mi. Tanto así, que cuando bese a un chico del cual no recuerdo ni su nombre frente a él, sus ojos casi se salen de su lugar.

Pero la realidad es que a pesar de que Adriano era algo del pasado, por más que conocía a chicos, ansiaba sentir algo de verdad, ansiaba encontrar a alguien que de verdad me gustara, que me hiciera sentir algo. Pero hay un dicho que dice:" ten cuidado con lo que pides a Dios, porque si lo haces muy fuerte, te puede oír el diablo" y esa frase nunca estuvo mejor dicha en mi vida que como sabrán más adelante. Recuerden, yo ODIO AL AMOR.

Pasaron muchos meses, y las fiestas iban y venían sin cesar. En más de una ocasión encontré a Adriano solo, y sorprendentemente ahora somos los mejores amigos, su novia aún me odia, pero eso no impide que aún hablemos y que el me siga escuchando, entendiendo y ayudando en todo.

Cerca del fin de curso, mi querida Karla se mudó del país. Fue horrible perder a mi amiga, pero nuestra relación sigue más que activa y unida. La adoro, a pesar de que ya no esté conmigo cada día, y sigue ocupando el lugar de mejor amiga.

Al parecer en mi historia del amor, cada año debo despedir a alguien que quiero, esa es otra razón por la cual ODIO AL AMOR

Razones por las cual odio al amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora