Capítulo 10: Solo amigos

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Luego de un tiempo las cosas se calmaron. Yo creo que soy una chica muy alegre y risueña, e incluso cuando no estoy feliz, trato de poner mi mejor sonrisa.

Aunque esa sonrisa falsa se la tragaban todas las personas a mi alrededor, Nila sin dudas no lo hacía.

-¡Odio al maldito! La próxima vez que lo vea lo voy a despedazar- decía mi preciosa amiga incapaz de matar a una mosca. Se veía tan adorable con su cara de odio puro y rencor.

-No lo vas a matar Nila, si el eligió a alguien más es algo comprensible, ella debe ser mejor que yo, es todo.

-A mi me la sudan sus elecciones, y más aún cuando te hizo daño en el proceso, el maldito merece morir.- entonces su rostro cambió a uno mucho más pícaro y cómplice- Sabes.... hace días que tú y Francisco no ....hablan.

-Nila, no le voy a hacer a él lo mismo que alguien más me hizo a mi, no lo voy a usar para superar a Ed.

-Vamos Lici, todos sabemos que tanto tú como él se usan mutuamente, que tiene de malo hacerlo ahora.

Y supongo que Nila tenía razón, así que con la mayor coquetería del mundo, me arrastre hasta la mesa de Francisco y le pedí de favor que fuera a mi casa a "copiar" en mi computadora algunas películas nuevas.

El chico aceptó y está de más decir que aunque si conseguí películas nuevas, tuvimos también una tarde de besuqueo muy intensa. Pero besar a Francisco era como cuando un jonki de mierda consigue una nueva dosis para salir de su patética y mugrosa vida: funciona por un rato, pero cuando el efecto se va, vuelves a estar de nuevo en tu jodida vida.

Así, cada fiesta a la que salía, volvía a caer en los mismos patrones destructivos de encontrar a alguien, quien fuera, que me diera una dosis más de olvido, para ser feliz al menos por unas horas.

Y es que verlo cada fin de semana no ayudaba en nada, y mucho menos el hecho de que como éramos amigos hablábamos mucho. Él era muy discreto con respecto a su novia, de hecho en mi presencia jamás habló de ella o con ella, y le molestaba cuando alguien más mencionaba algo y él debía referirse a ella.

El me contaba todos sus problemas y yo siempre trataba de aconsejarlo. Durante la semana me escribía o me llamaba, y cuando no podía hacer ninguna de esas cosas, pues solamente me dejaba una llamada perdida.

Pero si algo tiene Edmon, es una persistencia titánica, y luego de un tiempo siendo "amigos" ya comenzó su bombardeo de indirectas y excusas malas para tratar de verme.

Y es que eran esos momentos furtivos que robábamos solo para nosotros, en los que me besaba la mejilla cuando yo sabía que se moría por besarme los labios, cuando me cogía de la mano, entrelazando sus dedos con los míos, sin prestar la menor atención a lo que pudiera decir la gente. Eran esos pequeños detalles, las notas que me pasaba durante la tutoría, o el hecho de que cada vez que le preguntaba "qué quieres" y el respondía "besarte", se me helaba la sangre. Sin dudas el sabía que hacer y que decir para conseguir que yo solo pudiera pensar en él.

Así que cuando llegó el día de San Valentín ese año, me sentía un poco a morir. Con todos mis ánimos por el suelo, me vestí lo mejor que pude y me arreglé tanto el maquillaje como el cabello para tratar de lucir decente.

Me reuní con Ely, Vero y otras amigas que teníamos y nos fuimos a dar lo mejor de nosotras en la fiesta.

Y solo les digo una cosa:
voldka + corazón roto • fiesta= error garrafal.

Niños, no hagan esa combinación nunca, logra sacar lo peor de ti. En fin, que en la fiesta también nos reunimos con unos compañeros del aula: Fabio(que aunque no estaba en nuestra clase tenía una larga historia con Ely), Javier( un chico muy agradable, delgado y de ojos azules, que si estaba en mi salón pero no hablábamos mucho) y Ernesto....un chico que para no describírselo mucho, se parece demasiado a Ed: mismo cabello rubio, ojos verdes y piel en extremo blanca. Ernesto y yo hemos sido siempre muy buenos amigos, a tal punto que  bromeaba con que me casaría con el y tendría sus hijos.

En fin, esa fiesta se volvió salvaje, y con todo el alcohol en sangre que tanto Ely, Vero como yo teníamos, a mi cabecita hermosa se le ocurrió la brillante idea de un reto; otra mala combinación.

La cosa iba de tomarse un shot hasta el fondo y luego hacer una locura: Ely fue la primera, y cuando bebió besó a Fabio, nada sorprendente, luego le dije a Vero que la retaba a besar a Javier, cosa que ella hizo sin pensarlo y me dejó más que sorprendida...pero luego me tocó a mi, y sip, suponen bien, esa noche me tocó besar a Ernesto.

No me malinterpreten, no me arrepiento para nada de haberlo besado, pero después de eso, me costó mucho trabajo y discusiones poder volver a ser amigos como lo éramos antes.

La noche siguió su rumbo, y mi resaca infernal del día siguiente fue un castigo más que merecido por todo lo que había bebido la noche anterior.

Y saben que: el maldito de Edmon seguía en mi mente, instalado allí como el día en que nos besamos por primera vez.

Los meses siguieron pasando, y mi situación con él seguía igual. No nos habíamos vuelto a besar, pero él no paraba de pedírmelo, y lo necesitaba, a tal punto que cuando veía que yo me negaría nuevamente solo dejaba caer su frente sobre la mía , cerraba sus ojos y respiraba fuerte, tan fuerte como podía.

Y es que a cada momento en el que estaba haciendo algo que me despejaba la mente y no pensaba en él, mi móvil sonaba con una llamada perdida suya. No importaba lo que hiciera mi mente para dejarlo fuera, el siempre encontraba una manera de volver dentro.

Hasta un día.... cuando sin pensarlo, no me pidió el beso, él tenía su brazo puesta sobre mis hombros, y sin pensarlo demasiado, me giró bruscamente hasta depositar sus labios sobre los míos en un beso diminuto. El siguió caminando mientras me sostenía como si nada, y yo aún procesaba la idea.

Hasta que llegamos a la parada del bus, y yo solo me senté y coloque música en mi teléfono con los audífonos a su máximo volumen, solo para ignorarlo. Y resulta ser que lo estaba ignorando tan bien, que cuando Amy me dijo algo yo no la escuché...y entonces lo hizo: tomó mi rostro y sin previo aviso me besó nuevamente, pero esta ves de verdad, sus labios no paraban de buscar los míos desesperados como si su vida dependiera de ello. Yo estaba estática, procesando lo que sentía, casi incapaz de seguirle el beso. Y cuando él me soltó...exploté.

-¡Serás idiota! ¿Por que me besas? ¡Tú tienes novia, tú la elegiste a ella! Ya déjame en paz.

-Me vas a decir que te molestó un simple beso.

-Es que no entiendo; ¿tú la quieres?- no contestó, se quedó en completo silencio- respóndeme Edmon, ¿la quieres?

-No, sabes que no la quiero, tú sabes lo que siento por ti.

-No sé lo que puedas sentir, tú me utilizaste. Necesitabas una excusa para romper con tu novia anterior y eso fue lo que hiciste, yo fui la excusa. Y cuando pasaron dos segundos ya estabas con alguien más.

-Lici por favor, sé que me equivoqué demasiado, y me arrepiento cada día, pero no digas que te usé, porque sabes q no fue así, tú me tenías loco.

-Y entonces ¿por qué me dejaste por ella?

-Porque tenía que sacarte de mi cabeza, porque por más que yo quiera, vivimos lejos y los celos no me dejan. Esto jamás iba a funcionar.

-Entonces, hay mil razones para que quieras estar conmigo, pero solo con dos motivos en contra tú ya te rindes.

-Lici, ya no me he rendido contigo, mírame, aquí estoy, cayendo por ti una y otra vez.

Conversamos mucho ese día, discutimos mil cosas. Esa noche lo pensé todo muy bien, y realmente de los cobardes no se ha escrito nada. Así que a la mañana siguiente que teníamos repaso de física, se lo dije.

-Déjala, y quiero que la dejes por mi, vamos a darnos una oportunidad, yo creo que honestamente la merecemos.

Su respuesta.....un beso; de esos que quitan el aliento y reviven el alma.

Razones por las cual odio al amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora