-Mard Geer-

574 42 2
                                    

¿Otra vez no hay rayos y centellas en el mundo? ¿Por qué demonios hay un arcoíris en el lugar más temible de todos? ¿Porque los pajaritos cantaban y el sol brillaba?

Ya saben cuál es la respuesta de estos momentos. El feliz hermano mayor que en estos momentos se encontraba en su laboratorio con muchas cosas a su lado.

-Bien, solo falta por escribir esta ultima oración y todo estará listo en el libro

Y al final de todo eso salió una pequeña explosión, el humo aparecio. Aunque no tardo mucho en desvanecerse gracias a cierto mago oscuro.

-Al fin lo he completado

Y despues de todo ese humo se pudo apreciar a este mismo cerca de una mesa. Donde en este estaba una persona de pie, cerca de dicha mesa y a su lado había un libro, se veía un poco desgastado, con unas cuantas letras moradas, con un titulo en el. Dio unas últimas revisiones a lo que tenia escrito y al final decidió hablar.

-Bien es hora de que al fin despiertes Mard Geer

Hablo. Y aquella persona abrió los ojos. Su cabello era negro al igual que sus profundos ojos. Iba vestido de una manera muy casual, aunque en palabras mejores, seria elegante. Al momento de ver a cierto mago, este solo hizo una reverencia.

-Es un gusto conocerlo Zeref-sama

Se dedico a observar el lugar donde estaban. Estaba seguro que era un laboratorio. Había muchas cosas a su alrededor. Había cosas que conocía y cosas que no.

-Lo siento por crearte rápido pero necesito que me ayudes con alguien, es muy importante que lo hagas

Su "amo" le hablo interrumpiendo su acción de observar. Este solamente dejo de observar y se dirigió a ver a su amo.

-Le ayudare en todos los problemas que tenga Zeref-sama

-Bien, tienes que seguirme

Hablo y volvió hacer una reverencia. Zeref sonrió y empezó a caminar hacia la gran puerta. El otro "chico" o "demonio con cuerpo de joven guapo y elegante" en seguida lo siguió.

Seguía observando "disimuladamente" por donde caminaban. Ahora se había dado cuenta que estaban en un lugar grande y algo tétrico, aunque en esos momentos no se veía así, por las cosas dichas desde el principio, pero al final en cuentas estaba limpio.

-No me ha dicho en que le voy ayudar Zeref-sama

Ambos detuvieron su andar. Su "amo" se mostraba nervioso pero al final en cuentas decidió hablar.

-Necesito que estés al cuidado de la salud y seguridad de mi hermano menor

-¿Algo malo le pasa a su joven hermano?

-No lo sé, realmente no lo sé, solo ha pasado una vez pero me dijo que algo le dolía y de repente estaba demasiado débil

-Ya veo

-Si, así que mientras tú lo cuidas u observas todo lo que hace yo estaré averiguando que es lo que le pasa y que puedo hacer para curarlo

Bien, aquel demonio no era experto en eso. Pero que podría pasar mal, fue lo que se pregunto. Siguieron caminando hasta llegar a una puerta grande. La abrieron y ahi vieron a un pequeño niño pelirrosa acostado en el piso mientras con sus manos movía sus juguetes.

Hacia graciosos movimientos, hacia su voz más gruesa o delgada, dependiendo de que era lo que estaba jugando.

-Ya vine Natsu

El pelinegro hablo y se acerco al pequeño. El niño lo vio, aventó los juguetes que estaban a su alrededor, se levanto rápidamente y corrió abrazarlo.

TártarosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora