Tártaros

-Seilah-

-¿Está seguro de esto Zeref-sama?

Ambos peli negros y un lobo, se encontraban en el laboratorio principal. Zeref tenía un ligero sonrojo en sus mejillas, lo que estaba por hacer iba a ser un poco difícil pero todo era por su hermano.

-No tengo de otra...

-Bueno si lo tiene pero quiere ver a Natsu-sama feliz

Sonrió triunfante al ver como Zeref suspiraba derrotado. Jackal se aguantaba las ganas de reírse, su amo tenía una seria enfermedad de "loliconero" por su hermanito.

Terminó de escribir una oración y una luz azul se hizo presente. Varios papeles empezaron a danzar con el viento. Estas mismas se pegaban una a otra hasta formar una figura femenina.

Las hojas fueron cayendo poco a poco mostrando a una hermosa mujer. Esta abrió los ojos y empezó a ver a su alrededor.

-Oh~ si lo pudo lograr

Mard Geer sonrió y camino para acercarse más a ella. Empezó a inspeccionar y tocar, hasta que sus manos las llevo hasta los pechos de ella.

-¡Deja ahí Mard Geer!

Tanto como Jackal y como Zeref habían gritado al ver como la tocaba. Y está no decía nada.

-Sólo ando viendo, es una mujer, sus pechos y caderas tienen buen tamaño, tiene un cuerpo pequeño así que si es una mujer

Mard Geer regresó a su lugar. Zeref sólo lo miraba un poco sonrojado y su ceño levemente fruncido.

-Me acordé de mi madre, es por eso que la pude crear así que no vuelvas hacer eso

Suspiró y se dirigió a verla. Para ser el primer demonio "femenino" salió bien. La única diferencia eran los cuernos que descansaban en su cabello. Bueno eso no iba a tener mucha importancia.

-Lamentó por todo eso Seilah, en fin bienvenida al mundo

-No se preocupe por eso Zeref-sama pero si es usted no me molestaría que fuera así~

Zeref se quedo sin palabras. Tanto Jackal como Mard Geer intentaban no reírse pero sería inútil.

-Es broma Zeref-sama~

Y el mundo iba a explotar por un muy sonrojado Zeref si no fuera por el salvador, pequeño salvador, que se había presentado.

-Zeref-nii~ ¡Vamos a jugar~!

Seilah volteó a sus espaldas para ver a un pequeño niño peli rosa. Este la miraba curioso.

-¡¿Mamá?!

No tardó en correr y abrazar al demonio. Seilah quedo congelada, sin embargo, correspondió el pequeño abrazo con ligeros golpecitos en su espalda.

-Natsu, ella no es mamá ella se llama Seilah

Pero el pequeño no escucho. Seguía abrazando al demonio. Mientras ella se dejaba encariñar con el pequeño.

-Si Natsu-sama quiere creer que soy su madre no le veo el problema, si quiere que cuide de este niño entonces lo hare

Sonrió al ver como el niño reía. Y le hablaba muchas cosas.

-Entonces te lo encargo Seilah, Jackal estará lo más cerca posible mientras Mard y yo nos quedamos aquí

-¿No vamos a jugar?

El pequeño Natsu bajo de los brazos de ella para ver a su hermano. Este sólo se agachó y acaricio con lentitud su cabellera.

-Sólo haré un trabajo y después de eso iré, te prometo que iré así que antes de que empieces a jugar, Seilah y tú irán a la biblioteca a leer.