Tártaros

-Jackal-

-Te tengo una sorpresa Natsu

Ambos hermanos caminaban por los pasillos de aquel castillo, el pequeño aun sentía un poco de miedo así que aun seguía tomando la mano de su hermano mayor, mientras que este... Bueno, intentaba no sangrar de su nariz y gritar como una fangirl por la ternura de su hermano.

-Esto es miserable

Detrás de ellos caminaba un pelinegro, miraba con un poco de miedo a su amo. Como el mago oscuro más temible del mundo se comportara así, ¿Cómo era posible que fuera dominado por su tierno hermanito?

Aunque viendo por un lado, el pequeño era lindo pero aun así no olvidaría las primeras palabras de ese pequeño a su persona.

-¿Que es lo que tienes para mí?

-Lo veras muy pronto

Siguieron caminando hasta llegar a una habitación que nunca había estado el pequeño. Apretó un poco más su pequeña mano con la de su hermano, este se limito a sonreír.

-Tranquilo, te gustara el regalo que te voy a mostrar

Abrió con cuidado la puerta y entraron. Cuando menos se espero el pequeño, cayó a sus espaldas al sentir como un gran peso chocaba contra él. Iba a gritar hasta que sintió como algo húmedo pasaba por su cara causándole cosquillas.

-¡Espera! ¡Me haces cosquillas!

Puso sus pequeñas manitas en el atacante, sintió un gran hocico y algo muy peludo. Abrió sus ojos y vio una gran bestia amarilla de ojos rojos.

-¿Quién eres amigo?

Se dedico a tocarlo, era muy peludo y cuando menos se dio cuenta, se dedico abrazarlo.

-Eres muy suave

-Natsu, te presento a Jackal, Jackal este es Natsu

El pequeño al escuchar las palabras de su hermano, abrió más sus ojos de sorpresa. Empezaron a brillar sus pequeños ojos y soltó un pequeño grito de felicidad.

-¡Gracias Zeref-nii!

Este corrió a abrazarlo. ¿Cómo es que una criatura tan pequeña como su hermano era tan lindo y amable? No lo sabía, ese espíritu siempre lo había tenido su pequeño hermano.

-De nada, ahora ve a jugar con Jackal se que estarás muy ansioso

Este solo sonrió y volvió con aquel gran lobo amarillo. Vio como este se agacho un poco, el pequeño entendió el mensaje y subió al lomo del animal.

-Vamos Jackal, ¡A jugar!

Abrazo el cuello del animal y este salió corriendo en cuatro patas.

-¡Esto es divertido!

Fue un gran grito que se escucho por todo el castillo. El mayor solo sonrió y soltó una pequeña risa.

-¿Acaso se está divirtiendo, Zeref-sama?

El nombrado solo suspiro y mostro una pequeña sonrisa.

-Claro que sí, es muy reconfortante ver a mi pequeño hermano con una sonrisa, no quiero que su sonrisa se apague así que hare todo lo posible por ver esa sonrisa

-Ya veo, si me disculpa me retiro, debo observar a su joven hermano si hay algún problema no dude en llamar a Mard Geer y si hay algún problema con el joven amo, entonces no dudare en regresar

Hizo una pequeña reverencia y salió por donde había salido el pequeño y el lobo hace unos momentos. El mayor solo sonrió y suspiro.

-Natsu, debo ayudarte a ser feliz pero no sé como