-Etherious Natsu Dragneel-

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¿Qué era lo que le estaba pasando?

No lo sabía, no podía recordar en que momento había dejado de pensar y su cuerpo había empezado a moverse sólo.

Aquellas "pesadillas" lo estaban atormentado.

Su piel ardia, su cabeza dolía y su corazón golpeaba con fuerza y velocidad su pecho.

-Zeref-nii...

Natsu caminaba a paso lento por el bosque. Habia desobedecido a su hermano mayor de no salir pero sus piernas no reaccionaban a el.

Sabía que el había sido quien golpeó a Seilah, sabía que el había hecho y se sentía culpable de hacerlo pero había algo que le impedía que reaccionará.

Las marcas negras empezaban aparecer en su cuerpo, sus manos se transformaban en garras.

Colmillos salían de su boca, pequeños cuernos empezaban a salir de su cabellera, ahora roja.

-Duele mucho...

Se tiró al piso gimoteando de dolor, se abrazo a si mismo en la fría tierra. Lágrimas salían de sus rojos ojos.

-Mamá, papá me duele mucho...

Su espalda empezaba a doler, podía sentir como algo se abría en su espalda y ardía.

-¡Quiero que acabe esto!

Gritos salían de él, cuando menos, grandes alas negras aparecieron en su espalda, una cola larga y filosa salía de su cintura.

¿Porqué le pasaba esto? ¿Porqué era el? ¿Que era el? Quería dejar de sufrir, quería volver con su familia, quería jugar, quería volver a ser el.

Tal vez era un pequeño niño pero el sabía lo que el quería.

"Entonces ve a conseguirlo"

El pequeño Natsu abrió sus ojos de golpe, escucho una voz rara y muy cercana. Se sentó en el frío piso y empezó a observar a los alrededores.

-¿Quién eres?

Preguntó temeroso, era mucho decir que se había olvidado del dolor que había sentido.

"Es una pregunta tonta pero te puedo decir que yo soy tu. Somos la misma persona."

-No te entiendo

Siguió buscando aquella voz, con sus débiles piernas empezó a caminar por los árboles con tal de encontrarlo. Se recargaba en los árboles, podía sentir como ahora su cuerpo pesaba.

"¿Estas tratando de encontrarme? Eso es inútil, nunca me encontrarás porque yo estoy justo en tu mente"

-¡Callate! ¡Eres un mentiroso!

"Piensa lo que quieras pero mientras estoy aquí no te dejare"

-¡Zeref-nii!

"Grita todo lo que quieras, nadie te podrá ayudar"

Más lágrimas salieron de sus ojos, estaba cansado, estaba dolido y lo único que estaba consiguiendo era una molestia más.

"Sabes que tengo toda la razón, he visto muchas cosas que te sorprendería y empezarias a odiar este mundo"

Natsu siguió callado, gimoteaba, esto no era lo que el quería.

"Odiaras este mundo, a tu familia y a todo lo que una vez quisiste, porque tu eres..."

-¡Callate!

Natsu alzó su voz, estaba cansado de escucharlo. Subio sus pequeñas garras a sus oídos y los tapo, no quería escucharlo.

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