-Tempester-

117 16 0
                                    

Una explosión que ya se esperaba Zeref y que no se sorprendió al momento que alguien decidiera avisarle sobre lo sucedido y que decidieran sacarlo de aquella conversación que había tenido con Igneel. No pudo evitar suspirar un poco al regresar al laboratorio donde habían trasladado a los "heridos" mientras veía el cuerpo un tanto herido de Franmalth como el de Tempester, aquel demonio que había creado como un apoyo extra y del que todos lo desconocieron hasta que llego ese momento, en caso de que Ezel y Kyouka no pudieran detener al Etherias dentro de la muy fuerte armadura de Franmalth y que este se saliera de control.

Ya sabía que algo así estaba por suceder. Solo había sido cuestión de tiempo para que aquello se diera.

--¿Qué sucederá con Tempester?

No pudo evitar preguntar curiosa Kyouka que se mantenía al lado de su maestro observando lo que había sucedido en un simple instante, no se encontraba herida pero vaya que sí se había llevado una gran impresión de todo lo que había sucedido, incluso Ezel que en esos momentos, solo era tratado por pequeñas heridas que sanaban con rapidez. Habían logrado controlar aquel Etherias rebelde en lo que llegaba Zeref. Ezel estaba siendo tratado mientras que Tempester, se encontraba inmerso en una capsula de partículas para poder restaurar su cuerpo.

--Estará bien, solo necesita descansar y tengo que volver a reconstruir algunas partes de su libro, el único problema, es que cada vez que es destruido y traído a este lugar, olvidara completamente sobre sí mismo como de su pasado, quiero que te mantengas a su lado en cualquier caso

Zeref le ordeno aquella tarea a Mard Geer que se encontraba escondido en algún punto de la habitación pero que al momento de que fue nombrado, este salió de entre las sombras. Este solo hizo una pequeña reverencia mientras asentía.

--El recipiente al fin estará listo para el día de mañana, espero contar con todos ustedes para poder resguardar aquella forma y proteger la vida de mi hermano

--¿Esta seguro de dejarlo ir?

No pudo evitar preguntar Kyouka. Zeref solo camino sin mirarla.

--Ahora ya no hay vuelta atrás, después de que me ayuden a contener el Etherias en el libro, necesito que me ayuden en una última tarea

--¿Ultima tarea?

--Eclipse, ustedes me ayudaran a construir la puerta al futuro, esa será su última orden para que al fin, empiece la cacería por mi cabeza

...

Natsu despertó al sentir cosquillas en su cuerpo, no pudo evitar lanzar algunas carcajadas mientras trataba inútilmente de cubrir y no dejar más piel expuesta. Abrió los ojos para fijarse que se trataba de su hermano. Podía notarlo un poco cansado, decaído, triste pero no pudo preguntarle porque su pequeña mente era fácil de distraer.

Disfrutaron de comer juntos, aunque era muy bien sabido que para Zeref, aquello no era necesario. De hacer algunas pequeñas bromas que los demonios tuvieron que soportar como de algunos que tomaban su venganza y era una forma un tanto ridícula por devolverles aquella broma. Dormir bajo la cálida sombra de un árbol, tomados de las manos y juntos como siempre le gustaría estar. Y leer algunos libros de los que Natsu solo le interesaba. Aunque había estado alejado de su pequeño hermano en esas anteriores días, ahora quería que aquellos días fueran especiales.

Quería estar a su lado hasta que el momento llegue.

--¿Por qué Zeref-nii se ve triste?

--Solo estoy cansado Natsu, he estado trabajando en algunas cosas, sabes, creo que papá y mamá ya van a regresar

--¿En serio?

Natsu no pudo evitar alegrarse ante aquella noticia y ver como su hermano asentía. No pudo evitar abrazar a su hermano con todas sus fuerzas mientras soltaba pequeños gritos de que ya quería volver a ver su mamá y su papá. Aunque aquello, solo provoco una pequeña espina de dolor en su pecho. Era una mentira como las que siempre había dicho desde el momento de que el menor despertó.

--Podremos volver a regresar a casa Natsu

Aunque eso tampoco era cierto. Abandonarlo y dejarlo a su suerte sin saber sobre su pasado como sobre esos momentos. Era lo mejor para ambos hermanos. Era lo mejor para Zeref.

...

Tempester al fin pudo ser reparado. Veía aquel cuerpo extraño pero podía recordar cuales habían sido las reglas que le impusieron. Solo, no podía recordar que fue lo que le paso como para estar en aquel lugar, no podía recordar aquel accidente del que se había visto involucrado y del que en esos momentos le contaba Mard Geer mientras lo dirigía hacia un lugar en especial.

--Es hora, el Etherias al fin podrá tener un recipiente

--¿Eso no significaría que nuestra misión esta terminada?

Tempester pregunto con un poco de curiosidad. No pudieron contestar aquella pregunta cuando realmente ya sabían la respuesta. Una vez que todo aquello terminara. ¿Qué pasaría con ellos? Prefirieron ya no hablar sobre ello, solo siguieron caminando para encontrarse con sus demás compañeros demonios haciendo un circulo mientras veían en el centro a Franmalth como aquel libro que Zeref hasta hace unos momentos, había terminado de escribir. Era una celda para aquel demonio más fuerte de todos. Y hasta que el momento llegue, solo así será abierto para poder desatar todo aquel terror del que ellos, incluso, temían un poco.

Aquellas oscuras nubes que volvían aparecer en el alrededor, aquella oscuridad que invadía el lugar. Se podían notar aquellos ojos rojos del mago más poderoso. Zeref extendió su brazo y debajo de ellos, apareció un gran círculo mágico de color morado. El pecho de Franmalth se abrió y en ese momento, el poder Etherias salía, tratando de escapar a lo que vendría después pero era imposible por la barrera que habían creado los demás demonios. No importaba lo alto que quisiera llegar, no podía escapar. El libro empezaba alzarse y fue de un momento a otro, que este se abrió para empezar a guardar aquello a lo que le fue confiado.

Como si de un torbellino se tratara, empezaba a jalar cada vez más a ese Etherias. Los demonios tenían que pisar bien, o si no, serían llevados por el mismo, lo podían sentir. La forma en la que eran atraídos y como empezaban agotarse. Un ruido sordo se escuchó, algo que les molestaba pero tenían que permanecer fuertes. Zeref en ese momento empezó hablar.

--Quedaras sellado en este libro que será tu nuevo recipiente y hasta el momento que la magia de este mundo se agote, será la forma en la que se abrirá tu camino y regresaras a tu verdadero cuerpo, tomaras control del mismo y solo tú, serás capaz de liderar a todos estos demonios que fueron creados para que sean tus subordinados y tú su maestro, cumplirás tú orden de matarme pero en lo que llega este momento, estarás encerrado él tiempo que sea necesario para que mi hermano tenga una vida lejos de ti, que tengas un buen descanso E.N.D

Se escucho un chillido que los mando a todos a volar y que una nube de polvo fuera creada. Todos se levantaron y esperaron a que aquello se dispersara. Observaron con atención como a Zeref le llegaba aquel nuevo demonio, aquel nuevo libro creado, bajaba cuidadosamente a sus manos. Las letras E.N.D se marcaron en la portada del mismo. Las cosas ya estaban hechas, ya no había tiempo de regresar a sus pasos.

--Es hora, nuestro último movimiento

...

Al momento que Zeref llego a visitar a Igneel, se sorprendió de ver a una mujer a su lado. Aquellos cabellos dorados como la mirada chocolate que la mujer tenía al momento de que la misma volteo al escucharlo y el tintineo de algo. Se alejo un poco más para evitar que existieran accidentes ahora que estaban a punto de realizar aquello. Igneel sonrió, las cosas al fin estaban sobre mesa.

--Es bueno verte viejo amigo, te quiero presentar a Anna Heartfilia

TártarosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora