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Jungkook; 20
Taehyung; 19

―Oye Tae, ¿salimos hoy?

―Amm. Claro Kookie. ¿A dónde?

―¿A dónde quieres ir?

―Al parque de siempre.

―Entonces así será bonito.

―¿T-te espero o...?

―Voy por ti, sólo dime tu dirección.

―Bueno―contesta mientras un sonrojo y sonrisa tímida sale de sus labios.


[...]

Jungkook llegó por Tae para que se fueran al parque.
Sólo quería pasar tiempo con el castañito, lo extrañaba tanto desde hace días.

―¡Vamos Kookie!

―Vamos.

No podía evitar sentir tanta calidez y confort al estar cerca de Tae, este emanaba y transmitía tanta paz a su persona que se le hacía fascinante.

―Kookie, ¿puedo dibujarte?

―Claro, ¿por?

―Sólo quiero hacerlo―le dice sonriendo, viéndose más tierno de lo que ya es.
Inconscientemente el peligro sonrió.
Deseando que esos momentos nunca acabaran, para poder ver siempre esa bella sonrisa.

Después de estar como más de media hora sin moverse se hartó un poco. Para su suerte Tae ya había terminado y ahora si podrían ir por un helado o algo.

―¿Vamos al cine?

―Si quieres Kookie, pero no traigo efectivo―dice desanimado.

―Está bien. Pago yo, no te preocupes.

―Te lo devolveré luego conejito.

―Nada de eso, si yo invito tú no pagas.

―Está bien gruñón. Mejor te diré así―dice sonriendo burlón.

―Prefiero conejito―lo ve de forma seductora y éste se ruboriza al instante, caminado más rápido para que no lo note.
Jungkook sólo lo observa, porque luce tan precioso.

Compraron todo, vieron la película y al final fueron a casa de Jungkook.

―¿Para qué vinimos aquí Kookie?

―Es mi departamento, quiero darte algo que tal vez te guste―dice entregandole una caja no tan grande.

―¿Qué es?

―Abrelo―este lo abrió y fue mucha su sorpresa al ver uno de los más costosos cuadernos de dibujo que existen, junto con más materiales.

―No puedo creerlo Kookie, en serio no puedo aceptarlo, esto es demasiado―dijo casi al borde del llanto.
Nunca nadie había hecho eso por él, ni su padre quería comprarle más materiales porque le dijo que eso eran mariconadas.
Estaba por quejarse sin más cuando el pelinegro lo interrumpió.

―Es un regalo. Vamos. Aceptalo, porfisss por miiiiii―

―Yo en serio no puedo Kookie.

―Andaaaa, siii.

―Está bien, pero ya no me mires así.

―Bien. Espero no dejes de dibujar, tienes mucho talento.

―No lo haré conejito, lo prometo.

―¿Lo prometes?

―Lo prometo―dijo mirándolo sinceramente.

―¿Igual prometes no alejarte de mí?

―Claro que no, ¡¿por qué haría eso?!―exclamó un poco exaltado.

―Prometelo.

―Lo prometo.

Y ambos se unieron en un cálido abrazo.

Sus sentimientos por el otro no estaban claros aún, pero lo que si sabían era que se apreciaban tanto que perder al otro sería un dolor infinito.

Porque alguien en unos meses puede hacerte sentir algo que alguien no hizo en años.
Esperaza, amor y protección que no te hicieron sentir....
Cuando sientes eso por primera vez de una persona, no quieres dejarla por nada del mundo.

Is this a joke? KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora