¿Qué hacemos? | Wariam

Capítulo 1

Miriam

Estaba bastante nerviosa. ¡Iba a hacer mis prácticas en una de las mejores entrevistas musicales del país: la Revista Times!

La verdad que desde que empecé a estudiar mi carrera tenía como principal objetivo trabajar en esa empresa porque la seguía desde el inicio y me encantaban cada una de sus entrevistas. Además que eso supondría poder hacer entrevistas a mis artistas favoritos.

Cuando estuve frente a la puerta de la oficina, traté de tranquilizarme cerrando los ojos y cogiendo aire profúndamente para después soltarlo lentamente por mi boca. Estaba preparada.

Entré y una sonrisa se apoderó de mi cara al ver su interior. Era una oficina con pequeños detalles modernos. A sus lados había varios escritorios donde ya podía ver a gente trabajando. También una pequeña sala donde supondría que se harían las entrevistas. Y al final, una habitación aparte, donde en su puerta había colgado un cartel: DIRECCIÓN.

Un chico moreno y con barba se fijó en mí y me sonrió mientras se levantaba de su asiento y se dirigía hacia mí.

-¡Hola! Tú debes de ser la de las prácticas, ¿no? Soy Agoney, encantado. - dijo tendiendo su mano.

-Hola, - sonreí estrechando su mano en un saludo cordial. - sí, soy yo. Me llamo Miriam Rodríguez.

-¡Me encanta tu nombre! Además que queda genial con el apellido. - reí al escucharle. - Ven, que te voy a enseñar un poco la oficina y te presento a tus nuevos compañeros.

Asentí y seguí a Agoney por la sala. Lo primero que me enseñó fue la pequeña zona que había para poder descansar un rato. Había un pequeño sofá y una mesita con una pequeña cafetera.

-Aquí puedes venir si necesitas tomar un café o un vaso de agua. Te aviso que vas a trabajar mucho.

Después fuimos hacia una de las zonas donde había dos escritorios. Allí estaban sentados y muy concentrados en su trabajo dos de los que iban a ser mis compañeros de trabajo. Se trataba de un chica rubia, de ojos claros y muy guapa, y a su lado un chico moreno, con un bonito flequillo y unas gafas que le daban ese toque enigmático.

-Estos de aquí son Flavio y Samantha.

Samantha levantó su mirada en el momento en el que escuchó la voz de Agoney y, al cruzar una mirada conmigo, abrió los ojos y mostró una gran sonrisa.

-¡Ay, que ya ha llegado la nueva! - dijo levantándose rápidamente. - ¡Qué horror! Perdóname por no haberme dado cuenta de que estabas. Soy un desastre.

Eché a reír y negué con mi cabeza.

-No te preocupes, no te lo tendré en cuenta.

-Soy Samantha, aunque puedes llamarme Sam.

-Yo soy Miriam. - sonreí.

Entonces Samantha me abrazó. Aquello me pilló un poco de sorpresa y tardé un rato en reaccionar y corresponderle al abrazo.

-Perdona si te ha molestado, es que me ha hecho mucha ilusión que por fin haya otra chica en la oficina. No sabes lo agotador que se hace trabajar rodeada de hombres... - dijo en un modo dramático.

-No la hagas ni caso. - susurró Agoney en mi oído y moviendo su mano como para quitarle importancia. - Somos aquí todos un amor. Además que Samantha nos quiere mucho a todos, aunque haya uno que destaque más...

Entonces fijó su mirada en el otro chico, el cual ni me acordaba de que estaba allí.

Me miró y me sonrió de lado. Sonreí al instante, atrapada por la bonita sonrisa que tenía cuando se le cerraban los ojitos.