Beth-Anne nunca ha destacado por su paciencia y su autocontrol. De hecho, ha destacado por todo lo contrario. Es una chica bastante inestable que lucha por controlarse a sí misma desde que es una niña. Muy pocas cosas hacían que se mantuviera establ...
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ALEXANDER
Un año y medio después...
Si me llegan a decir hace un par de años que hoy estaría tumbado en una cama, dentro de una cúpula transparente, viendo las auroras boreales en Reikiavik, Islandia, con Beth-Anne Foster, probablemente me hubiese reído. Y mucho.
Hace dos meses que Beth-Anne cumplió veintitrés años y decidí regalarle un viaje donde ella quisiera. Ella eligió Islandia para que yo pudiera ver una puñetera aurora boreal. No eligió París, que es la ciudad que más ganas tiene de visitar, o Barcelona de la que no deja de hablar desde hace meses. No, eligió Reikiavik por mí.
Y, bueno, podríamos decir que la impulsividad de Beth-Anne ha sido transferida a mí porque últimamente actúo sin pensar. Aunque, de momento, no puedo quejarme porque no me ha salido mal actuando de esta forma.
Con decir que le pedí matrimonio a Beth-Anne cuando decidió que iríamos a Islandia... Primero se rió pensando que lo decía de broma. Después me llamó loco. Y acto seguido dijo que quería casarse conmigo pero que no me motivara que no quería casarse pronto. Yo tampoco quiero casarme pronto, pero fue un impulso. Y no me arrepiento, suena de puta madre presentarla como "mi prometida" a mis amigos o familiares que no la conocen. Pero aún más me gusta como suena cuando ella dice que soy su prometido. Me vienen ganas de agarrarla de la cara y comérmela a besos. Y más cosas.
―He pensado una cosa ―murmura Beth-Anne mientras entrelaza sus dedos con los míos, sin dejar de mirar hacia el cielo.
―¿Qué cosa?
―En dos semanas vamos a Las Vegas a celebrar el cumpleaños de Pharrell ―afirma.
―Efectivamente.
―¿Y si nos casamos allí?
Yo me giro mirándola y ella se gira también. Está sonriendo, pero no bromea.
―¿Lo dices en serio?
―Tú vestido de Elvis Presley y yo de Marilyn Monroe. ¿Qué me dices? ―murmura con una sonrisa.
Sonrío ampliamente, aguantándome la risa.
―Estaré encantado de casarme contigo en Las Vegas.
Beth-Anne suelta una risa y se sube a horcajadas encima de mí.
―No estamos muy bien de la azotea.
―No me importa mucho ―murmuro atrayéndola a mí.
¡THIS IS THE END! Bueno, IMPULSIVE ha llegado a su final pero, como sabéis, es parte de una serie de libros por lo que no dejaremos de saber qué fue de Beth y Alex. Espero que os haya gustado mucho esta corta historia.
Aún no subiré la siguiente historia de la serie, llamada VULNERABLE, porque Wattpad ha decidido no dejarme crear una nueva historia y aún no sé por qué. Intentaré ponerle rápida solución y, si no lo consigo, sintiéndolo mucho subiré la historia en otra plataforma parecida a Wattpad llamada "Dreame".
Si queréis, podéis dejarme en comentarios un "Quiero que me avises" o algo por el estilo para que, a parte de hacerlo por el tablón de anuncios de mi perfil, os avise por mensaje privado cuando sepa si se va a publicar por aquí en Wattpad o por Dreame.
