Cap. 37: Cristal Dorado

262 40 7
                                    

LYNETTE

Doy unos pasos hacia la orilla, apreciando la ciudad de Tokio en todo su esplendor. Pensaba huir hacia mi dimensión, pero, no soy capaz de abandonar a Darien sabiendo el peligro que corre todo este sistema. Serena es la mujer y el ser más poderoso del universo, en las manos del enemigo significaría la destrucción total, todos desapareceríamos de la faz de la galaxia y más allá. No puedo huir, mucho menos cuando me juré a mi misma no volver a ser cobarde.

La altura de esta torre me permite ver el cielo estrellado donde veo el cúmulo de polvo estelar que forma el portal a mi dimensión, y desde donde aprecié este sistema como si fuera una hermosa obra de arte. Ahora todo pende de un hilo y estoy consciente de que mi ayuda podría desequilibrar la balanza en favor de uno u otro. Pero... estoy destrozada. Einar sabía lo que hacía, sabía que iba a eliminar toda voluntad mía al arrebatarme ese medallón.

-Lynette -escucho una voz a mi espalda, confundida por su presencia en este lugar. Se suponía que nadie me había seguido.
-Tú... ¿qué haces aquí?
-Perdón... no quería asustarte, solo venía a disculparme. Yo no debí hacer eso...
-¿Cómo supiste donde encontrarme?
-Yo... ¡ahgg! Disculpa... estoy tan confundido -dice, tomándose la cabeza en demostración de que algo está pasando con el-. Es como si escuchara una voz en mi cabeza que quiere obligarme a hacer algo que no quiero.
-¿Una voz?
-Sí... yo no quiero dañar a nadie, solo deseo...
-Tranquilo, debes intentar calmarte.
-Ten. No debí tomar esto. Solo seguía órdenes -me explica, estirando en su mano aquello que desea devolverme.
-Pero...
-Quiero ayudarte... a ti y a Serena.
-No estoy segura de que eso sea lo mejor. Hasta esta noche has hecho todo lo contrario. Darien jamás confiará en ti y yo...
-No me importa Darien, me importa Serena y también me importas tú.
-¿Yo? Pero tú nunca...
-Lo sé, suena loco, pero así es. Desde el día que te vi pude apreciar el hermoso brillo de tu alma y desde ese día nunca pude olvidarte, a pesar de que no podía...
-¿Estás seguro de lo que piensas hacer?
-Muy seguro. Necesito enmendar mis errores. Debo encontrar el camino de regreso a quien siempre fui.
-Está bien. Aceptaré tu ayuda, porque necesitaremos de todos para poder hacer frente a este poderoso enemigo -le digo, estirando mi mano hacia el para sellar nuestro pacto.
-Gracias por confiar en mi a pesar de todo.
-Gracias a ti por ayudarme a recuperarme otra vez.

Totalmente decidida, uso mi poder de Sailor para conectarme con Helios y el responde a mi llamado, abriendo un portal para nosotros. Es la hora de la verdad y no puedo quedar fuera de esto, menos ahora que puedo sentir el poder del enemigo incrementándose más y más. Solo espero que no sea tarde.

DARIEN

Miro a Serena sobre la cama donde la dejé y puedo ver que los cristales lunares han empezado a perder su color blanquecino, colocándose grises a medida de que el poder oscuro avanza por el cuerpo de ella. Su energía es demasiado poderosa y ni siquiera esos cristales son capaces de contener su fuerza. Al menos, la pulsera de ámbar aún está en su muñeca, tal como se la puse ese día en su brazo izquierdo. Solo debo entrar para ayudar a Serena a concentrarse en la energía pura de esa gema para que detenga un tiempo más el avance del mal en su alma.

Helios me observa ansioso, dando la orden a mis guardianes y a las dos Sailors Stars Ligths que me acompañan de que activen sus poderes para intentar contener el aura oscura que rodea el cuerpo de Serena, cayendo como un vapor nebuloso por los costados de la cama. La tierra tiembla bajo nuestros pies y las columnas se desmoronan poco a poco, debido a la gran cantidad de energía que está contenida en el pequeño cuerpo de mi princesa. Debo ayudarla, es ahora o nunca.

-Vamos, príncipe. Dependemos de usted o sino tendremos que tomar la decisión más difícil de todas...
-No será necesario. La detendré o al menos descubriré donde está mi Cristal para despertarla al fin.

¿Y si nuestro destino no existe?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora