Cap 22. No lo permitiré...

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Voy camino a recepción, cuando me detengo para ver entrar por la puerta principal del hospital a Darien y Serena tomados de la mano.

—No puedo creerlo —susurro molesto, apretando mis puños con fuerza y frunciendo el ceño con rabia, al verlos llegar así, enrostrándome otra vez su "maravillosa" conexión.

No importa lo que haga, nada parece funcionar, al final el resultado es siempre el mismo. No puedo creer que se hayan vuelto a encontrar y que volvieran a empezar una relación después de todos los cambios que ocasioné. ¡No tienen destino! No hay nada que los ate, ni el pasado ni el futuro existen, pero aún así, ¡ahí van tomados de la mano! ¡Es imposible!

Creí que esta vez sí funcionaría. Que al fin tendría el Cristal de Plata en mis manos y Serenity sería mi princesa, que sus ojos me verían a mi y no a ese príncipe que solo le trae desgracias. Pero, ella destruyó el cristal antes de caer en el cambio que originé, aunque estoy seguro de que solo lo escondió de mi, que el Cristal aún está aquí, en algún lugar, pero no aparecerá hasta que ella recuerde.

Serenity... incluso provoqué tu accidente para tenerte a mi lado lo más pronto posible, antes de que Endymion se cruzara en tu camino, pero, hasta en eso fallé. ¿Cómo podía saber que Darien se atravesaría en mis planes? Aunque he permanecido cerca y vigilante, aún así las cosas se me han escapado de las manos.

No importa el tiempo en el que te encuentre, ni el mundo al que pertenezcas, siempre él llega antes que yo y te aparta de mi lado. En la luna o en la tierra, en el pasado o en el futuro, hasta cuando soy el dueño de este presente, aún así, no puedo conseguir alcanzar tu corazón. ¡Maldición! Aún con todo el poder que tengo, no me alcanza, por eso necesito el Cristal de Plata, porque solo su poder te traerá a mi lado, princesa de hermosos ojos celestes.

Ellos no tienen idea de lo que pasó y nunca recordarán ni su pasado ni su futuro, aún cuando lo intenten, porque me aseguré de que su destino jamás volviera a existir, ¡jamás! Ni siquiera Setsuna, que es la única que tiene sus memorias intactas, ha logrado descubrir que soy el causante de todo esto, y eso que se ha cruzado conmigo en varias ocasiones. Ella me ayudará en mis planes para alejar a Darien de Serena, es solo cosa de esperar un poco. Además, con esa alma de príncipe que tiene, de seguro caerá en mi trampa. La relación de ellos es aún incipiente, todavía puedo revertir este juego, todavía puedo separarlos, aún es posible ganar, estoy seguro de eso.

Camino hacia ellos, sin que tengan idea de que soy su peor enemigo, son totalmente inconscientes de lo que he hecho y de como he destruido sus vidas, lo que de alguna forma me hace sentir victorioso, pero aún no puedo descuidarme, menos ahora que están juntos otra vez. Aún así, el juego está en mis manos, y con solo un chasquido de dedos estarán separados una vez más. Es tan fácil... tan fácil...

......

DARIEN

Llegamos al hospital dentro del horario que había avisado, sorprendiéndome con la presentación del grupo de Seiya, quien no me había contado de su talento. Sin embargo, Evans aparece en medio de los dos, hablando de forma acelerada.

—Darien, ¡qué bueno que ya estás aquí! Lynette te está esperando.
—¿Lynette? —susurra Seiya.
—¿La conoces? —le pregunta Evans.
—No, es solo que ese nombre se me hace extranjero. Perdón, no nos han presentado, soy Seiya Kou, amigo de Serena.
—Un gusto, Seiya. Soy Evans, y también soy amigo de Serena.

Definitivamente, este día ha sido muy extraño... desde mi pesadilla durante la madrugada hasta esta reunión en el hospital. Al parecer no soy el único interesado en Serena y eso hace aún más compleja esta relación que estamos iniciando. Miro de reojo a la chica que nos trae de cabeza a los tres y sonrío al ver su sorpresa ante la reacción de ambos, ya que sus ojos parecen sacar chispas al mirarse.

¿Y si nuestro destino no existe?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora