CAP 21. En Buenas Manos

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Normalmente soy un chico metódico, me acuesto a las 10, me levanto a las 5. Si tengo examen me quedo un par de horas más estudiando. Hoy, se que mañana es domingo, que tengo día libre, pero estoy tendido en mi cama, todo relajado y sin poder dormir. No es cuestión de un insomnio aterrador, aquellos que te atormentan, sino aquellos que no te dejan dormir por esa sensación que algunos llaman mariposas en el estómago.

Besarla de eso modo fue espectacular, en realidad nunca había besado a nadie, y Lynette es caso aparte, pues ella me beso. Sin embargo, sentir como cada milímetro de mi piel, llenarse de deseo, me hace sentir muy extraño, por momentos creo que esas sensaciones ya las había vivido antes incluso con la misma intensidad. Pienso mucho en el rumbo que está tomando esta incipiente relación que estamos iniciando. No sé cómo decirle algo que le haga estar más segura de esto, creo que con lo de hoy fue suficiente pero siento que con el tiempo ella necesitará mas y yo como debo hacer para dar el siguiente paso. Así mientras que pienso en ella y todos los posibles futuros que me he imaginado, caigo profundamente profundamente dormido en los brazos de morfeo.
....

A la mañana siguiente, los rayos de sol inundan mi habitación, despierto con más energía que nunca. Realizo una llamada rápida a Evans, para informarme de la situación de Lynette, ella aún no despierta y no despertará hasta horas de la tarde por la medicación que ha recibido.

Decido hablarle a Serena y por la tarde visitar a Lynette para que no crea que la he dejado a su suerte. Cojo mi celular y tecleo un mensaje rápido, emocionado por esperar la respuesta.

<Buenos días princesa, ¿puedes venir hoy a mi departamento? Me gustaría pasar este día libre juntos. Espero tu respuesta con impaciencia>.

Espero unos segundo frente a la pantalla del celular hasta ver el tintineo de la luz LED que anuncia un nuevo mensaje.

<Buenos días Darien, claro que me encantaría. Estaré en tu departamento a eso de las 9am. Te quiere. Serena>

¡Me quiere!, ¡Me quiere!

El reloj marca las 9 en punto cuando escucho el timbre de mi departamento sonar, abro emocionado y recibo a Serena con los brazos abiertos y un casto beso en los labios. Nos dirigimos al sofá y le muestro un par de películas que rente para ella elija cual veremos mientras comemos un poco de Ensalada de Frutas, que prepare hace poco.

Ella me cuenta que ayer su papá la descubrió suspirando por el momento que habíamos vivido y que casi la encierra en un convento. El sr. Kenji debe ser un papá muy celoso, me preguntó ¿cómo sería si llegó a enfrentarme a él?.

—¿Y tu familia?
—Soy huérfano, fallecieron en un accidente cuando era aún niño
—Ohh—se cubre con sus manos su boca—yo... Yo lo siento.
—No importa, son tantos años en soledad, que ya no me afecta mucho ese tema.

Ella me abraza y mi corazón late errático por las sensaciones que produce en mi. Por primera vez alguien llega a mi vida, no sólo para ponerla de cabeza, sino para volverse pieza importante de mi vida, para convertirse en mi nueva familia.

—Pero estar solo no debe ser agradable—susurra aún pegada a mi pecho.
—Ya no estoy solo Serena...
—¿Así?—levanta su mirada nerviosa la expectativa de lo que estoy a punto de decirle.
—Desde que llegaste a mi vida, siento que tu ahora formas parte de ella.

Unimos nuestros labios en un cálido beso, deseoso de más, pero consciente de que aún no se puede forzar las cosas hasta que estén del todo establecidas.

Reviso la repisa y no hay popcorn, le digo a Serena que iré a comprar, después de todo no demorare mucho. Camino rapidamente a la salida, para llegar lo más pronto posible a la tienda.

¿Y si nuestro destino no existe?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora