Capitulo 2. Vendida

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- Deja el drama quieres -- la toma del brazo -- Si te portas bien seguro el te dejará ver a tu hermanita

- Si voy con el -- murmura viéndolo de reojo -- No le harás lo mismo a Regina verdad?

- No mientras que tu consigas mandar dinero para acá -- acaricia su mejilla -- Querida sobrina

- Está bien, dame una semana -- suspira

- Será una semana pues -- se aleja -- Ve con tu hermana en lo que habló con Marcos

- Iré -- evita mirar a aquel hombre -- Regina -- golpea suave su puerta

- Pasa!! -- se escucha tras la puerta

- Tenemos que hablar -- entra yendo hasta su cama

- Que pasa? -- cierra sus cuadernos

- La tía -- toma sus manos -- Me vendió -- murmura -- Si no aceptó ir con el te pasará lo mismo pero además -- la ve -- Estoy embarazada -- su voz se quiebra

- Alti -- susurra y la abraza -- No me puedes llevar contigo?

- Creó que no -- soba su espalda -- Pero vendré a visitarte cada que pueda

- Te vas ahora? -- se aferra a ella

- Si -- besa su cabeza -- Sólo venía a despedirme

- El día que me enteró que seré tía te vas -- acaricia su vientre

- Bueno no sabemos que pasé Regina, no creó que ese hombre lo quiera y yo -- suspira -- Pues no se si lo quiero

- Hablalo con el -- la ve -- Y trata de ver a ese bebé como la víctima, por que ambos lo son

- Lo intentaré -- la abraza una vez más -- Bueno tengo que irme, veré si puedo verte mañana -- se separa

- Te acompañare -- se levanta

- Regina no sé si sea una buena idea -- salen del cuarto

- Quiero verle la cara a ese tipo -- va con ella

- No digas nada por favor -- susurra al estar cerca de la sala

- Ahí está -- sonríe Yesenia -- Vamos Altagracia, Marcos tiene cosas que hacer

- Está bien -- abraza una vez más a Regina y va con el

- Cuidare muy bien de ella -- lo dijo mirando a Yesenia pero parecía más dirigido a Regina -- Hasta luego -- sonríe antes de irse

- Si mi papá estuviera vivo, quién sabe que te haría tía -- niega volviendo a su cuarto

- Y que querías -- alza la voz -- No puedo mantenerlas




Al salir de aquella casa, el chofer y guardaespaldas de Marcos abre la puerta del coche, tenía una expresión sería plasmada en el rostro, asustó un poco a Altagracia, ciertamente ella no sabía con quienes andaba.

El viejo podría ser un traficante y esté tipo su matón, durante el caminó a la casa del señor, bueno más bien mansión, se mantuvo en silencio, el charlaba sobre el clima, como el dólar había subido de nuevo y noticias que había leído hace un rato con su chofer.

Paran frente a un enorme portón con barrotes de hierro negro, con los típicos diseños en espiral en el, cuándo el portero reconoce el coche los abre dejando a la vista un jardín delantero muy lindo, en medio de el había un camino de piedras que conducían a la gran mansión.

Frente a ella una fuente así los coches podrían retomar en círculo de regresó a la entrada, Marcos se tomó el detalle en abrirle la puerta ayudándola a bajar, todavía no le había dicho ninguna sola palabra.

Por extrañó que pareciera ese hombre no parecía ser malo, pero no lo conocía, tal vez sólo estaba fingiendo, suben los escalones de piedra para llegar a la puerta blanca con dos grandes planteras del mismo color, ambas tenían unas bonitas y ademas grandes rosas, al girarse para ver la entrada recién notó la cantidad de guardias dentro y fuera de la propiedad.

La puerta se abría apenas girando el pomo, claro quien la cerraría con toda esa seguridad allá afuera, el piso reluciente de madera cómo de costumbre, tenía una bonita alfombra gris justo al lado de ella un mueble grande con un jarrón de metal en un tono cobrizo.

Siguiendo derecho estaban las enormes escaleras en forma de curva que te llevaban al siguiente piso, a un acostado de ellas unos pequeños escalones para bajar a la amplia sala, la decoración iba en tonos blancos, grises y plateados, dando un aire sofisticado.

Saliendo de la sala dabas con el comedor, bastante grande obvio, podía deducir que la puerta del final te llevaba a la cocina, y la puerta que estaba en la sala a algún despachó, mientras ella curioseaba todo Marcos la veía con una pequeña sonrisa en los labios.




- Puedes darle tu toque a está casa si quieres -- llama su atención

- La verdad me gusta como está -- se gira viéndolo

- Acompañame al piso de arriba -- indica las escaleras -- Por favor -- la espera subiendo juntos -- Te ves ansiosa, relajate -- abre una de las puertas -- Siéntate dónde quieras

- Esté es su cuarto? -- va a la cama, se veía todo muy femenino

- No, es el tuyo -- la observa -- En el closet tienes todo nuevo, quiero hablar sobre el colegio -- toma asiento en el mueble -- En está ciudad tienes unas muy buenas

- Que quiere conmigo -- dice directa

- Iba a dejar ese tema para el final pero está bien -- sonríe -- Cómo pudiste notar, vivo sólo y no tengo herederos, no te compré para lo que tu piensas

- Entonces -- lo ve, ahora más relajada

- Estoy muy enfermo Altagracia -- se sincera -- Quiero que mi fortuna pasé a alguien, te daré la mejor educación, voy a enseñarte todo lo que sé para que cuándo yo no esté heredes todo y no lo mal gastes

- Pero por que yo? -- pregunta aún no entendiendo nada

- Yo tuve una hija, le pasó lo mismo que a ti, fueron esos mismos hombres -- confiesa -- Pero lastimosamente ella no sobrevivió, siento que se lo debo a ella

- Sabrá que mucho no hicieron por mi casó entonces -- suspira

- Me estoy encargando de eso -- toma su mano -- Voy a darte la justicia que te mereces, ninguna mujer merece ser tratada de esa forma

- Siento mucho lo de su hija -- baja la mirada -- Yo también perdí personas por esos desgraciados

- Y serán vengados, si aceptas mi ayuda -- levanta su mentón -- Quiero que veas en mi apoyó, con el tiempo voy a ganarme tu confianza, puedes quitarte ese miedo de que aquí te pase algo -- le regala una sonrisa



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