Capítulo 32. Regaño

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Después de checar que Mónica no bajará de nuevo, camina a su despacho con la laptop bajo el brazo, sobre el escritorio la esperaban unas carpetas con documentos importantes, listos para ser leídos con mucha atención para terminar con su bonita firma o en todo caso, con algunas correcciones para hacerlo más justo y claro, siempre velar por la seguridad de su legado.

Mientras colocaba en lápiz las correcciones en los debidos párrafos, su mente viaja al acontecimiento de hace una semana atrás más o menos, andaba con ascos por lo que se quedó en casa, tres días seguidos fueron los que se la pasó con un té para calmar sus náuseas, en las mañanas sin falta iba corriendo al baño para vomitar.

Al principio pensó que fue la comida, luego se dio cuenta que llevaba unos días de retraso, comenzó a entrar en pánico, a pesar de ser cuidadosa al hacer el sin respeto con Luis, esas cosas pueden fallar en cualquier momento, todavía no lo conocía bien, aunque se llevaban bastante no se veía aún cargando un hijo suyo, la empresa y Mónica demandaban mucha atención no podía simplemente tener un bebé ahora.




- Quieres que te haga el té ese que tomas cada rato? -- pregunta acostado en el mini sofá del closet

- No! -- dice con la cabeza en la taza del baño

- Pero si no tienes nada en el estómago! -- la ve ya que tenía la puerta abierta -- Anoche no cenaste porque tenías náuseas

- Bien, quiero el té -- se levanta y le jala

- Despacio -- va a ella -- Siéntate un momento aquí, pido que te hagan el té y vengo -- la deja en ese sofá

- Estoy bien, no necesito que seas mi niñero -- masajea su frente

- Estás tan bien que vomitas el jugo gástrico de tu pobre estómago -- toma el teléfono

- Bueno al menos bajé dos tallas -- va al baño cerrando la puerta

- Que chistosa -- rueda los ojos -- Hola María -- dice cuándo le contestan -- Podrías prepararle ese té que Altagracia toma? Si no se está sintiendo bien, gracias -- cuelga -- Ya eres bien delgada! -- regresa al closet -- A dónde fuiste mujer?

- Bañó! -- grita

- Vomitas de nuevo? -- se acerca a la puerta -- Y si vamos al hospital? Esto se volvió serio Altagracia, llevas tres días así -- expresa preocupado

- No estoy vomitando -- deja la muestra sobre el sink -- Puedes pasar si quieres -- se lava las manos

- Quieres que saque una cita? -- entra -- O ya la hiciste? Por eso la muestra -- señala ese vasito dónde haces pipi

- No pero luego de esto quien sabe -- abre un cajón sacando las pruebas que compró ayer y las sumerge dentro del vasito

- Espera -- se sienta en la taza observandola -- Tú crees que...

- Llevó vomitando tres días! -- se queja -- La comida no es, sino ustedes estarían igual que yo

- Wow un bebé -- sonríe jalandola de su pijama

- Hey! -- va a el -- Casi me haces tirar la muestra está

- No importa -- ríe y la sienta en sus piernas -- Cuánto hay que esperar?

Te Esperaba  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora