Capítulo 12. Bola rosa

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- Luis ya puedes salir -- alza la voz yendo frente al espejo

- Quieres que ayudé con algo? -- sale

- No es necesario -- se pone un poco de base -- Baja a desayunar si quieres, ahorita bajo con Mónica

- Veré si ella está lista y te esperamos -- sonríe y sale del cuarto






En lo que ella terminaba de tapar sus ojeras y darle un poco de color a su rostro, Luis bajaba con Mónica sosteniendo su mochila, no era para nada pesada la verdad pero el había insistido en ayudarla.

La deja sobre el mueble ayudando a Mónica enseguida para subir a la silla, antes de que se pusieran a desayunar ambas hermanas venían bajando las escaleras, detrás de ellas venía María, quien los saludó y luego salió de casa. 







- Te dijo a dónde iría? -- ve a Regina

- Creó que a su casa para hacer maletas -- da de hombros -- Quiere pasar unos días con su familia

- Buenos días tía -- sonríe antes de llevarse un bocado de panqueques a la boca

- Hola corazón -- besa su cabeza -- Buenos días Luis

- Buenos días... -- trata de recordar su nombre -- Cuñada -- se sirve café

- Dormiste bien Mónica? -- toma asiento junto su "esposo"

- Si mami -- asiente -- Y tu?

- También -- coloca la servilleta en sus piernas -- Está rico?

- Quieres café? -- levanta la cafetera Luis 

- Si por favor -- asiente tomando pan colocandole queso

- Está muy bueno -- responde Mónica viendo lo atento que era su Papá  -- También me van a buscar juntos? -- indaga

- Claro -- sonríe dándole la taza -- Cada que podamos iremos juntos por ti

- Esto de tener papá me gusta cada vez más -- dice emocionada -- Ya no te vuelvas a ir porfi

- Apresurate en acabar -- interrumpe -- Sino vamos a llegar tarde -- le da una mordida al pan

-  Ya casi acabo mami -- come







Una vez los tres terminan van deprisa al coche, Matamoros los esperaba ya con las puertas abiertas, mientras iban a la escuela Altagracia le enseñaba a Luis cómo abrochar a Mónica en la silla.

Al llegar Mónica va de la mano de ambos muy contenta, presumiendo que el era su Papá, los presentó a ambos con su amiga, cuándo tocó despedirse besó sus mejillas y los dejó ir.

Saliendo de ahí fueron al centro comercial para comprarle más ropa a Luis, zapatos y todo lo que necesite, ella y la vendedora andaban de aquí para allá, midiendole camisas, pantalones y todo lo que se podía, menos la ropa interior de esa se encargaba sólo ella.







- La vendedora no sabría más? -- pregunta viéndola con la cinta métrica

- Ella quiere vender -- mide su cintura -- Te dará cualquier cosa para que regreses de nuevo -- mide el ancho de sus muslos -- Separalas pues

Te Esperaba  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora