Capítulo 27. Playa y caricaturas

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- No oí cuándo cerraste la llave -- se cubre

- No es necesario que te cubras Altagracia -- sonríe

Abre la boca pero las palabras deciden esfumarse en el aire, baja la cabeza negando para luego retomar el caminó hasta el baño, pero Luis la detiene tomandola del brazo haciendo que queden frente a frente.

La suelta cuándo nota su respiración levemente agitada, aún así ella se queda frente a el, no pensaba huir aunque su mente le pedía a gritos que lo hiciera, estaba harta de siempre tener que correr para sentirse a salvó.

Da un paso pequeño para adelante, haciendo que sus cuerpos quedarán a escasos centímetros, siente los dedos de Luis rozar su piel para luego ver caer la bata a sus pies, involuntariamente una sonrisa aparece en sus labios cuándo el la toma de la cintura.

Un beso algo tímido acontece, que prontamente empieza a agarrar fuerza, lo poco que cubría a ambos comenzó a molestar por lo que desapareció casi por arte de magia, en un momento de torpeza caen a la cama una risa algo nerviosa, escapa de los labios de Altagracia.

Sin embargo prontamente comienza a sentir esas llamas que la quemaban por dentro resurgir cómo en esa noche que bebieron, sus manos cobran vida propia realizando un recorrido por la amplia y tonifacada espalda de Luis.

Arañando un poco al sentir esa presión qur el mismo realizaba entre sus piernas de forma continúa tratando de volverla loca, despacio pasa los labios sobre sus senos arrancando leves suspiros.

En un descuido la toma de las muñecas mientras besa su cuello, desesperada por algo más, arquea el cuerpo un poco a lo que el separa sus piernas adentrándose en ella, subiendo la boca hasta su mentón, susurrandole leve mientras llegaba a sus labios.

Y acá es dónde pongo "lo hicieron varias veces por un rato largo"

Durante las horas siguientes, se dedicaron a jugar con Mónica, hasta que el sol se puso menos fuerte, partieron a la playa apenas tuvieron todo lo necesario, durante el caminó Altagracia aprovecha para ponerle el bloqueador a Mónica.

Así cuándo llegarán ya su piel estaría bien protegida, apenas estacionaron la camioneta frente a la playa, Luis y Mónica bajaron a las prisas dejándola atrás con Matamoros, quién reía, entre los dos van con las cosas detrás de las criaturas que ya andaban en el mar.


- Gracias por quedarte a ayudarme con la sombrilla -- ríe -- Mi esposo ahora mismo está ocupado

- Creó que te casaste con un niño -- extiende una manta sobre la arena

- Vas a disfrutar de la playa también? -- abre la sombrilla

- Si -- sonríe -- No estaré muy lejos, en caso de que necesite algo, sólo llámeme al celular

- No hará falta -- se sienta -- Diviértete

- Gracias, intenta a hacer lo mismo si? -- dice antes de alejarse por ahí

- Mami!! -- corre de las olas -- Ven con nosotros

- Más al rato voy corazón! -- observa la playa -- Mucho no ha cambiado


Unos cuántos minutos después Mónica regresa con Luis, ambos habían encontrado varias caracolas, con un poquito de esfuerzo y insistencia lograron llevarla al mar, dónde jugaron por varias horas hasta que el sol se puso.

Regresaron a la camioneta con un montón de caracolas y piedritas que a Mónica le parecieron bonitas, un rato después llegaban a la hacienda los tres estaban exhaustos, tomarían una ducha para quitarse la arena de la playa.


- Vamos Mónica que tienes arena hasta en la cabeza -- la conduce a su cuarto

- Veré si la cena ya está! -- ríe Luis

- Mamá no me quiero bañar! -- se queja

- Mónica -- la carga -- La arena va a picarte -- entra al cuarto -- Además el mar no está tan limpio como antes

- Pero estoy cansada -- acuesta la cabeza en su hombro

- Por eso mismo mi cielo, te bañas rápido, cenas y a la cama -- la baja -- Andale a la ducha

- Bueno -- se cruza de brazos pero va

- Sacaré tu pijama, enseguida voy a ver si te estás bañando -- advierte

- Si mamá! -- abre la ducha


Después de que Mónica estuviera limpia, la manda a ponerse la pijama, Altagracia tomó la ducha ahí mismo, Luis de seguro seguiría en la de ellos, sale en bata con la secadora, tenía que secarle el cabello a su hija.

Mientras hacía eso, su mente vagaba entre recuerdos de infancia y parte de su adolescencia, recordando a sus papás, como se divertían durante las tardes o en los festivales.


- Quema mami -- se queja

- Perdón corazón -- la apaga tomando el cepillo para peinarla

- Me haces dos trenzas? -- sonríe jugando con su muñeca

- Las quieres flojitas? -- busca las ligas

- Sipi -- la ve -- Estás triste?

- No amor sólo nostálgica -- se sienta haciéndole la primera trenza -- Quédate quieta si?

- Que es eso? -- la obedece

- Es cuándo extrañas algun recuerdo, lugar o cosa -- sigue con la otra -- Ya estás mi cielo

- A dónde iremos mañana -- se va a ver al espejo -- Te quedaron bonitas mami -- chilla

- Vamos a la casa dónde viví y luego visitaremos a tus abuelos -- se levanta acomodando la toalla -- Me alegra que te gustarán corazón, esperame en la sala, voy a vestirme


Sube y si Luis seguía en la ducha, por lo que se vistió tranquila, seco su cabello para luego bajar con Mónica, la cena aún no estaba lista así que se pusieron a ver caricaturas en el sofá, con el aire acondicionado puesto a lo más frío posible.

Luis baja luego de unos minutos, las vio tan concentradas que fue a ayudar con la mesa, dejando todo listo para sólo sentarse y comer, las fue a buscar pero también se quedó viendo la caricatura, hace tanto no encontraba una entretenida.


- La cena está lista -- avisa durante el corte comercial

- Ay! Que susto! -- se quejan ambas

- Vamos que se enfría -- ríe

- Crees que repita el episodio mañana? -- le pregunta a su mamá

- Espero que si -- ríe y la carga siguiendo al comedor

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