Génesis 1: el levantamiento de los no muertos

"Los jardineros"

«Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos» Apocalipsis 9:6

Tras todo lo sufrido en esta infame oleada de mordedores, nos rescataron un grupo de personas algo extrañas. Acabaron con el desgarrador que intentaba destripar a Carles, acabaron con todos los come hombres que quedaban, uno de ellos se quitó su máscara de rendija. Bill le dijo de nosotros cuando fue a buscar ayuda a su comuna, nos invitaron a entrar a su "poblado" era sorprendente las murallas protegiendo el interior del pueblo, murallas altas echas de chapa, una torre de vigilancia protegía la entrada que esta se abría de forma como una puerta corredera.

Al entrar quedamos sorprendidos, cabañas de madera constituían una gran calle que verticalmente llevaba a una casa un poco más grande que las demás, había personas haciendo labores en el poblado, los niños correteaban y jugaban, parecía un Flashback de lo que era la vida pasada. Nos condujeron a todos nosotros hasta la residencia al final de la calle, nos advirtieron que sólo podríamos entrar 2, íbamos a hablar con el delegado del poblado, lo hacían por seguridad. Fue fácil no nos complicamos mucho, entre con Carles, en una habitación adornada con estanterías y una gran mesa, perplejos nos quedamos al ver una niña de 10 años encadenada del cuello al suelo pues estaba transformada y un hombre de una edad en torno a 47 y 54 años estaba ubicado en una silla elegante:

Lauren: — ¡ buenas a ustedes visitantes !, no hemos podido saber mucho antes de vuestra llegada, ¿ a que se debe esta visita ? —

Carles: — a ver... nosotros residimos en un instituto y nuestros alimentos están escaseando, Bill nos explicó que necesitáis un medicamento especifico ¿ verdad ? —

Lauren: — en efecto, ¿ podría decirme su nombre ? —

Carles: — Carles Trippier —

Lauren: — pues bien señor Trippier, yo soy Lauren Santos, nosotros como veis tenemos una comunidad muy bien unificada, formamos los muros hace muchos meses, tiempo después de explotar la epidemia, junto con leñadores y jardineros que trabajaban para mi empresa construimos las cabañas, nos asentamos y fuimos encontrando familias, supervivientes etc...Tenemos algunos pueblerinos enfermos, tenemos comida suficiente para tu grupo y el mío, pero necesitamos esos medicamentos —

Nicolás: — ¿ no crees que es peligroso tener un infectado en tu despacho ? —

Lauren: — es mi querida hija menor, fue mordida creemos que hay una cura por eso no la mate, la ate y encadene al suelo de mi habitación —

Lauren aseguraba que estos medicamentos les ayudarían a encontrar una eficaz manera de frenar el patógeno, el problema residía en que esos medicamentos no lo teníamos nosotros, quedamos en un acuerdo nos darían un cincuenta por ciento de las provisiones previstas que nos darían, el resto nos lo entregarían una vez tengan esos medicamentos. Lauren comentó que en una zona en la ciudad había unas tiendas médicas que se pusieron en el momento que la pandemia sucedió, en esas tiendas habrían medicinas que necesitan. Ante el peligro que corrían sus hombres con los cazadores no mandaría a ningún grupo de expedición, tendríamos que buscarnos nosotros el método de conseguir esas medicinas.

Acabamos la reunión, todo acordado nos darían el cincuenta por ciento de las provisiones, nosotros buscaríamos los medicamentos y haríamos un trueque. Nos llevaron hasta un almacén no muy grande pero tampoco era muy pequeño, cargamos nuestras maletas las cuales llenamos hasta el tope. Lauren nos invitó a almorzar antes de partir, nos llevó a su casa donde nos presentó a su hijo mayor james y a su mujer María, Bill también comía con nosotros. Nos prepararon un plato de pasta algo distinto a la comida en lata que comíamos diariamente, en la mesa nos dedicamos a contar un poco de nosotros el buen ambiente me hacía recordar a una reunión familiar de esas que extraño, al igual que extraño a mis padres, no pude contactar con ellos pues mi móvil acabó destrozado. Tenía la corazonada de que seguían bien, en el último mensaje enviado por mi madre me dijo que estaban con los militares bien ubicados, nose si luego de tantos meses aún seguían respirando.