||14||

1K 118 8
                                    

Jimin se encontraba recostado en la cama con sus pequeños en sus brazos, pronto tendría que dejar de amamantarlos y dejar que empiece su entrenamiento como lobos de la familia real. Los Min desde tiempo atrás dejaban que los niños encontraran su propia naturaleza lejos de los cuidados de sus padres, así podrían sobrevivir a pesar de todo. Serían niños capaces de defenderse solos.

— Son muy pequeños. — regaño Jimin. — No quiero que estén lejos de mí, menos después de que los deje de lado tanto tiempo.

Yoon entendía el miedo que sentía su omega, a el tamaño le hacía gracia tener que dejar a sus niños a cargo de viejos lobos. Pero más que nadie sabía que sus niños tenían que aprender cómo controlar su lobo interior. Ya que uno de ellos tendría el poder de Daegu cuando ellos murieran, y bien sabía Min que eso podía ocurrir en cualquier momento.

— No estarán toda su vida allá. — trato de calmar al omega. — Serán un día o dos a la semana. Ellos tienen que convivir con sus lobos.

— Aun así. — Abrazo con dulzura a sus pequeñas criaturas. — Yo no necesite de eso para poder llevarme bien con mi lobo ¿Por qué ellos sí?.

Yoon se sentó al lado de su dulce omega y acaricio su cabeza.-- Amor, uno de ellos tiene la fuerza de ser un Alfa líder, ellos tienen que averiguar cuál de ellos es y darle un entrenamiento riguroso.

Jimin no entendía por qué aquel entrenamiento debía empezar a tan temprana edad, pero confiaba en las decisiones de su alfa. De todos modos sabía que era algo a lo que no podía oponerse, sabía lo que significaba ser alfa líder y la responsabilidad que uno de sus dulces hijos llevaría.

— Está bien, dejaré que se los lleven, pero si llego a enterarme de que lastimaron a alguno de ellos, nunca más dejaré que los toquen. — Jimin estaba siendo muy firme en lo que decía, se veía decidido a hacer lo que sea por sus pequeños.

La tarde había pasado tranquilamente, Yoon mando a buscar a su secretaria Choi, ya que no aparecía por ningún lado. Tenía en mente realmente un plan para hacerla caer, solo tenía que mantenerse sereno y dejar que ella regrese a él, era algo arriesgado, pero valía la pena. Vengaría lo que le hicieron a su omega, costara lo que costara.

Al otro lado de la mansión

Nam se encontraba cansado, habían mandado a patrullar los bosques juntos a algunos betas y Min había querido que él liderara la búsqueda. Tenían que encontrar a aquella mujer que tantos problemas había causado, caminaron y corrieron durante horas buscando pistas, pero al parecer no encontraron ningún rastro de aquella bruja, como si se la hubiera tragado la tierra.

— Buscamos por todo lado. — empezó a quejarse el alfa. — Pero no hay nada, solo algunos animales.

— Cariño, deberías dejar que te ayudáramos. — contestó Jin. — Hay muchos omegas por aquí, y somos muy sutiles rastreando olores.

La sangre de Nam se congeló por un momento, no quería que su omega corriera ningún tipo de riesgo y en un lugar tan arriesgado como un bosque estaba más que seguro que algo malo podría pasar.

— Por supuesto que no. — dijo sin más.

Jin se paró de la cama algo enojado y se marchó hasta el ropero, mirando su reflejó y el de su pareja en él. — Nam, esto es importante, tenemos que encontrarla. No solo por Yoongi, sino por todos. Es peligroso tanto para ustedes que están afuera como para todos los que nos quedamos aquí en la ciudad. — Jin estaba más sensible de lo normal, paso su brazo acariciando el otro hasta llegar a su vientre, ahí se detuvo. — Y si no es necesario, no pienso separarme de ti. Pase lo que pase, quiero estar a tu lado.

A Través De Un Sueño: Recuerdos《YM omegaverse》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora