Libros.

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Jonathan se miraba constantemente en el espejo, era viernes, mañana por la tarde iba a salir con su mejor amigo, estaba nervioso, emocionado y sorprendido.

— ¿Será que también le gusto? — se cuestionó con seriedad algo sonrojado por sus propias palabras.
— Tal vez... Pero tratándose de... — soltó un chasquido reconociendo el hecho de que casi nunca mostraba otra faceta además de estar enojado e irritado.

¿Como sabía que era su tipo?

Ni siquiera podía decir con precisión si le gustaban los chicos.

— Muy bien... — se puso una pulsera que según él, era de la buena suerte, se la había regalado Maya cuando comenzó a ser un héroe.
— Hora de iniciar la misión. — soltó una pequeña risita tomando su mochila listo para ir al instituto.

[...]

— Odio mi vida. — se quejó el de tez canela con sus brazos cruzados.
— Debe calmarse, Joven Damián, probablemente solo será un sentimiento pasajero, aunque si lo desea, puede hablar conmigo. — ya había pasado por estas etapas con... Varios niños.

— Patético, no debería siquiera de sentirme así. — fue lo que dijo mirando la ventana de su lado, el mayordomo subió una de sus cejas, sabía que no era fácil hablar con él y eso de alguna manera, le entristecía.
— Hemos llegado, Joven Damián. — bajo del helicóptero y se despidió del hombre.

— ¡Dami! — soltó un bufido al escuchar aquel apodo de nuevo, paso su mano por su rostro y miró al de cabellera negra.
— No vas a dejarme de decirme así, ¿Verdad? — cuestionó calmado, ocultando su irritación.

— Nope. — se acercó a él y comenzaron a caminar dentro de la escuela.
— ¿Donde están Maya y Kathy?— pregunto el de ojos verdes al no verlas por ningún lado.
— ¿Por? Pensé que las odiabas. —

— Tengo que hablar con Kathy, me dijo que si la ayudaba en su proyecto de química. —

— ¿Y aceptaste? —

— No. — respondió con simpleza sacando un libro de su mochila.
— ¿Entonces por qué quieres hablar con ella?— Damián lo miro con curiosidad y clara irritación.

— ¿Esto es un interrogatorio? Sabes que no eres bueno en eso, aparta, tengo que ir a la biblioteca. — lo movió bruscamente para quitarlo del camino, no quería quedarse ahí por mucho tiempo, ese profesor del otro día puede que lo reconozca.

— ¿Quieres que te acompañe? — dijo volviendo a su lado.

El ex asesino miró a Jonathan con curiosidad.
— ¿Por qué? — le pregunto con un ápice de burla y una sonrisa.
— P-pues quería pasar tiempo contigo, ya sabes, sin tener una pelea de por medio. — respondió rápidamente el mitad kriptoniano algo tímido.

— «tt» como sea. — dejo de mirarlo y comenzó a caminar de manera apurada hacia su destino, siendo  seguido por Kent.
— ¡No vayas tan rápido! — de todas maneras tenían una hora antes de que las clases normales dieran inicio.

¿Quien llega a la escuela tan pronto?

Cierto, ellos.

[...]

Jon mantenía su mirada en el libro que su amigo le había recomendado, llevaban ahí por lo menos 20 minutos y ninguno decía palabra alguna.

El menor levantó su mirada encontrando al de cabellera azabache sumido en su propio mundo, de vez en cuando quería saber cómo es que su mente funcionaba, como le daba vida a cualquier libro que leía.

Una de las muchas cosas que admiraba de él.

Soltó un suspiro insonoro sin apartar sus ojos del rostro moreno del contrario, no pasó mucho cuando el nieto de Ra's lo notara y levantará su mirada encontrándose con los ojos azules de su compañero.

Ambos mirándose sin intenciones algunas de apartarse y sus corazones latiendo al mil, el mayor se sonrojo y apartó la mirada poniendo su libro en medio de ambos, Jon hizo lo mismo, los dos se preguntaban lo mismo.

¿Que había sido eso?

El mitad kriptoniano bajo el objeto y al mismo tiempo lo hizo su amigo, ambos mirándose de nuevo y apartándola como si fuera algún tipo de veneno mortal.

— I-ire a clases, adiós. — Damián se levantó de su lugar y antes de que el contrario pudiera siquiera responder encaminó su presencia lejos de ahí.
— E-espera... — susurro el menor mirando como se iba por los pasillos.

— Dami...— soltó un suspiro, caminando a su aula algo confundido y avergonzado.

Enamorando a un Wayne «JonDami»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora